De ese ese grupo “son más los que reciben mensualmente 2.000 dólares”, argumento con el que Paniagua insiste en que el futbolista boliviano “es el peor pagado de Sudamérica”.
«Son pocos los jugadores que ganan bien” en el país», subrayó y evitó referirse a cuál es el salario máximo de un futbolista en Bolivia.
El Consejo Superior de la División Profesional resolvió en primera instancia pagar solo el 50% de los salarios de marzo y 25%, de abril y mayo, sin “tocar” a los futbolistas con un salario menor a los 2.000 dólares. Fabol y sus asociados rechazaron de plano esa decisión por ser “unilateral”.
El lunes hubo una reunión entre la comisión de clubes y Fabol, llegando a la conclusión de organizar un comité económico para que se encargue de estudiar la situación de los clubes, de los propios jugadores en base a su salario y, en consecuencia, fijar un porcentaje para una probable reducción salarial a fin de afrontar la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus.
Antes de esa reunión, Paniagua habló con Marcas de La Razón y dio estos datos: “No puedo decir exactamente porcentajes; pero son muy pocos los jugadores que ganan bien. La mayoría no llega a ganar más de 3.500 o 4.000 dólares, hay muchos que ganan 2.000 dólares o menos. Por eso el futbolista boliviano es el peor pagado de Sudamérica, a excepción de lo que ocurre en Venezuela, cuyo fútbol lo mantiene el Gobierno y todos sabemos en qué situación está”.
También dijo que “son pocos los que ganan bien” y cuando se le consultó si es cierto que hay jugadores que ganan 10.000 o 20.000 dólares de sueldo o más, exclamó: “Eso deberían responder los dirigentes, si le pagan 20.000 dólares a un jugador sabrán por qué lo hacen”.
Paniagua agregó que hay que tomar en cuenta que la mayoría de los futbolistas contratados por un club no son de esa ciudad y necesitan ingresos para adaptarse a esa realidad.
Este medio también preguntó a dirigentes de clubes y de la División Profesional si tenían el dato sobre la escala salarial de los futbolistas, pero respondieron que es un tema que no se puede hacer público.
Marcas consiguió datos fiables sobre el tratamiento salarial en uno de los clubes grandes del fútbol boliviano, aunque su nombre será mantenido en reserva.
Su planilla mensual está entre los 250.000 dólares y 300.000 dólares y son unos 30 futbolistas los que cobran un sueldo.
El 72% cobra entre 1.000 y 10.000 dólares, el 18% gana entre 10.000 y 20.000 dólares y el 10% restante tiene un salario superior a los 20.000 dólares.
Según la fuente consultada, excepto futbolistas juveniles, el salario mínimo en esa institución es de unos 3.500 dólares y el máximo es de 30.000 dólares.
¿Y antes?
Sandro Coelho aseguró que en su época de jugador lo mejor que se podía ganar era unos 5.000 dólares al mes. “Después subió un poquito más, a máximo 7.000 dólares. Hoy es diferente porque los futbolistas ganan mucho más”.
El excapitán de The Strongest disputó los torneos de la Liga en las décadas de los años noventa y dos mil.
“Un jugador de los pesados ganaba 4.500 o 5.000 dólares, no había más que eso”, insistió.
Un jugador de la selección boliviana, mundialista en Estados Unidos 1994, dio otros datos de los salarios de entonces, aunque a cambio pidió no ser citado.
“Antes de las eliminatorias de 1993 un sueldo bueno era de 2.500 dólares. Lo mejor era la prima, podía ser de unos 18.000 dólares, si llegaban a 20.000 dólares era muy buena”.
Aseguró que después del Mundial “un buen sueldo se duplicó o incluso más, pasó a ser de 5.000 o 6.000 dólares”.
‘Nadie los obliga a ser dirigentes’
Fabol responsabiliza a los presidentes por lo que pagan. “El jugador puede pedir lo que crea conveniente”, dijo David Paniagua.
¿Los jugadores exageran cuando le dicen a un club lo que quieren ganar? O sea, ¿piden demasiado?
El jugador puede pedir lo que crea conveniente, entonces el club decidirá, son ellos (los dirigentes) los que deciden, en eso no nos metemos los demás. Lo claro es que los contratos son libres y no se puede medir a los jugadores de la misma forma.
Usted dijo en algún momento que no debería haber reducciones salariales, ¿por qué?
¿Con qué norma (los dirigentes) se basan para una reducción? El Decreto Supremo de la presidenta (Jeanine) Áñez establece que no hay disminución de salario bajo ningún concepto o ¿piensan hacer caso omiso de lo que dice la ley? Insisto en lo que dije hace días: no es la pandemia la que causó estos problemas, pues hace 40 años que estamos así.
¿No es entendible la posición de los dirigentes? Según ellos, aparte de no haber dinero de ningún concepto relacionado con el fútbol, tampoco pueden aportar ahora porque sus empresas no están generando recursos.
Nadie los obliga a ser dirigentes. Ellos deben ser responsables por asumir la presidencia, ¿o acaso los jugadores les dicen que sean los presidentes?, ¿culpa de quién es? Hoy la norma dice que los empleados públicos y privados no deben ser afectados y ni siquiera tienen la obligación de ir a sus centros de trabajo por la pandemia.
¿Los jugadores tienen contratos especiales?
¡En qué pueden ser especiales!
En empresas, por ejemplo, no hay premios, sí primas siempre y cuando se supere una producción. En cambio, los futbolistas cobran primas siempre…
Si usted produce y la empresa produce todos los trabajadores reciben prima, eso dice la ley. En el fútbol si un club es campeón recibe tres millones y tantos mil dólares, de ahí una parte le corresponde al jugador que es el que ha conseguido ese premio. Y el que no se clasifica no tiene premio.
Pero los jugadores siempre cobran una prima…
El contrato es personal. Hay jugadores en Bolívar que no tienen prima y hay jugadores en Real Santa Cruz que tienen ese beneficio. Eso depende del acuerdo que hacen el dirigente y los jugadores. Hay directivos que cuando quieren llevarse a un futbolista le preguntan ‘¿cuánto te ofrece tal o cual club?’ y por llevárselo le ofrecen prima. Ese acuerdo no es uniforme, es un convenio particular. Lo que es igual es el contrato modelo que es el mismo para todos, pero las cantidades que van a percibir en un año o el tiempo de vigencia del documento con premios, primas e incentivos extras están en los anexos, por ejemplo un incentivo es pagar un monto por goles anotados en una temporada.
Los montos de cuánto y cómo se paga es una decisión libre y concertada que está rubricada entre el futbolista y el dirigente. Ahí está nuestra tarea (la de Fabol) de hacer cumplir lo que se firmó, nosotros no intervenimos en los alcances de las negociaciones, solo nos llega el contrato firmado, lo demás son negociaciones libres y voluntarias.
Entonces concluimos que la carrera del futbolista y sus contratos son especiales, no se los puede comparar con los de un funcionario que está enmarcado en la Ley del Trabajo… ¿o sí?
El futbolista por correr detrás de una pelota deja de formarse para la vida. Es muy dura la vida del exfutbolista porque en Bolivia no hay condiciones para que estudie carreras ligadas al fútbol, diferente a lo que ocurre en Europa, donde hay gerenciamiento deportivo, psicología o fisioterapia para continuar con lo único que saben hacer. A los 33 o 34 años tiene que trabajar de lo que aparezca porque ya tiene esposa e hijos.
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