lunes, 4 de febrero de 2013

El empresario boliviano Silvio Fontana cuenta las vicisitudes que tuvo que afrontar para triunfar en el mundo del fútbol

Trabajar con Maradona le cambió la vida y lo que no pudo conseguir en Bolivia lo logró en un lugar lejano al país.

Polo blanco con la cara de Don Ramón, el del Chavo del 8, alegría por todo lo conseguido hasta el momento. Es el look que muestra hoy en Arabia Saudita Silvio Fontana junto a Alcides Peña, el delantero nacional al que llevó a jugar en el Al Ettifaq saudí. “Una más...”, escribió Fontana, una vez que se cerró la transferencia, cuando se estaba a punto de frustrar. Silvio es todo alegría por todo lo que ha conseguido, pero quiere más.

¿Cuál es la realidad de Silvio Fontana?
Hoy en día, soy una persona realizada, respetada y muy valorada, pero siempre digo que nadie es profeta en su tierra.

¿Cambió tu vida el hecho de que llegaras a desarrollar tu trabajo como empresario de fútbol en el Oriente
Medio?
Radicalmente. Me gané la aceptación de amigos y extraños. Hoy en día, soy de las pocas personas que tienen la confianza de muchos clubes del Oriente Medio.

¿Dónde es tu principal área de trabajo?
Oriente Medio, Asia, Alemania, Polonia e incursionó en alguna que otra cosa que se presenta a escala internacional.

¿Qué significa ser un representante en Oriente Medio?
Significa prestigio, seriedad, mucha confianza y respeto.

¿Es incursionar en el fútbol del primer mundo?
Quizá al Oriente Medio y Asia se les ubica como un lugar de figuras de renombre terminadas, pero la mentalidad ya cambió y hay mucha plata para llevarse a las mejores figuras del mundo, de alto nivel europeo o mexicano, por citar un país de América Latina. Aunque, hoy en día, en Brasil pagan muy bien.

¿Tu campo de acción ha cambiado, o sea que ya trabajas con jugadores de primer nivel?
Sí, aunque nunca dejo el mercado local, que sigue siendo tan complicado y absurdo porque los dirigentes no entienden muchas cosas…

¿A quiénes representas del primer mundo: Martino, Falcioni, Riquelme, Ronaldo, etcétera?
Yo no soy representante, soy amigo y soy autorizado por estas personas que nombraste y muchos más porque gané con ellos credibilidad que a veces con los hechos cuesta lograr.

¿Qué ha significado Diego Maradona en tu vida?
El trampolín a todos mis esfuerzos y constante trabajo. Nunca dejé de perseverar y Dios me dio esta alegría que es compartida con todos los que siempre confiaron en mí.

¿Trabajar con él te ha cambiado la vida?
Por supuesto, en todo aspecto.

¿Cómo es él?
Es una persona muy voluble, pero si lo entiendes, te llevas bien, pero si le fallas, te arruinaste con él de por vida, no da segunda oportunidad.

¿Es complicado trabajar con Maradona, es tu amigo?
Para mí, como te digo, si respetas y él respeta, todo camina muy bien. Tenemos una buena relación, me confía muchas cosas, pero eso depende de sus ánimos.

¿Ese campo de acción hace que ya no trabajes mucho en Bolivia?
Me duele que aún haya personas que hablan mal de mí y son cómplices de mi competencia, pero Dios sabe quién trabaja y quién perjudica.

¿Uno de tus últimos trabajos es la transferencia de Alcides Peña?
Es el más reciente, pero hice muchas operaciones en este mes con jugadores de América y Europa. En Bolivia, está lo de John Obregón a México. Espero que Dios mediante se pueda destrabar y llevarme a Ignacio García a Europa, a Alemania, donde hay un club que está interesado en él.

¿Lo tuyo se inicia con amistad más que otra cosa?
Los jugadores saben cómo soy, quizás por eso a veces me fallaron algunos. Es el caso de Diego Cabrera que sin mí jamás hubiese llegado a Colombia, pero otros oportunistas se llevaron los honores.

¿Es posible trabajar en el fútbol boliviano?
Me decepciona la poca credibilidad que tienen y el egoísmo de algunos, pero soy un eterno agradecido a los que realmente confiaron en mi trabajo. Sé que no los defraudé.

¿Por qué tienes malos recuerdos?
Porque me dolió mucho el trato hacia mi padre, hacia mí. Quizás somos personas frontales y jamás le tocamos la puerta a nadie… pero cuando yo traía de regreso a los jugadores por algún motivo, decían que los llevaba a pasear y estupideces, y cuando a otros les ocurre lo mismo, aceptan todo y no dicen nada. Es el egoísmo y la poca voluntad que tuvieron algunos hacia mí. Ellos no se quieren dar cuenta de que el fútbol y el futbolista boliviano no les interesa en el exterior.

¿Qué es lo que quieres hacer por el fútbol boliviano en el futuro?
La verdad no sé. Ahora disfruto mi vida en Dubai. Soy valorado y respetado, sobre todo muy querido, pero Bolivia es mi país y cuando me solicite algo, estaré siempre.

9 operaciones hizo en el Medio Oriente Silvio Fontana, entre Qatar, Dubai y Kuwait.

"Maradona fue el trampolín a todos mis esfuerzos y constante trabajo. Nunca dejé de perseverar y Dios me dio esta alegría que es compartida con todos los que siempre confirmaron en mí”.

Silvio Fontana / EMPRESARIO

El tano se cansó y se fue

Decepcionado
Silvio Fontana no oculta su tristeza por la partida de su padre a Argentina, donde está con toda su familia. No encontró trabajo y tuvo que irse, esta vez, según su hijo, para no retornar porque su ciclo en el país terminó definitivamente.

¿Dónde está tu padre (Ricardo Fontana)?
Se fue a Argentina porque se cansó de gente malagradecida en el fútbol, periodistas maniatados. Él es un tipo frontal y quizás eso le complicó mucho más, pero él es un boliviano más y ama el país, pero Bolivia se olvidó de él, The Strongest lo utilizó, pero yo le tengo grandes cosas. Ahora, que disfrute de su familia y sus nietos.

¿Cuál será el futuro de él?
Aún no lo sé, pero su vida es el fútbol. Ojalá lo pueda llevar a Oriente Medio y que siga haciendo lo que quiere, porque acá creo que se le terminó el ciclo.

1 comentario:

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