Luis Gatty Ribeiro, el exlateral derecho de Bolívar y de la selección nacional, está de vuelta. Fue clave en Universitario de Pando, el equipo que el sábado registró con letras de oro su nombre en el fútbol boliviano, al darle por primera vez a ese departamento un cupo en la Liga profesional.
Es más, en el último partido ante Huanuni, en Porvenir, marcó el 3-0 definitivo y lo celebró como nunca. De aquí en adelante la Liga es su realidad; él quiere retornar y probará, pero sabe que si las fuerzas no le dan será el primero en decir que no llega. “Quiero que la gente me recuerde bien”, dijo. Un mano a mano con un hombre que es ídolo en su natal Pando.
Llamó la atención de muchos saber que habías vuelto a jugar, ¿a qué se debió tu reaparición?
Primero que nada es que Universitario es de Pando y yo soy pandino; apenas me hablaron para entrar en la segunda fase, acepté sin pensarlo, ya que quería aportar al equipo y a mis compañeros, fue así que vuelvo a jugar.
¿Tuviste que hacer algunos sacrificios?
Claro, desde que dejé el fútbol, en Guabirá, hace más dos años, me vine a Cobija a atender mis negocios y de ahí deje de entrenarme, solo jugaba en las canchitas por churrascos y cervezas, pero nada serio, además de que eso te va aumentando los kilos. Ahora que volví, me metí de lleno a tal punto que he bajado cerca de 12 kilos. Jugar en Universitario ha sido para mí como empezar de cero ya que durante un mes he trabajado solo en la parte física. Lo hice porque realmente quiero jugar.
¿Cómo fue darle a Pando la posibilidad de estar en la Liga?
Es una emoción grande. Acá estamos todos felices, contentos, es algo que nunca se había vivido. Antes, los equipos pandinos iban simplemente a participar de la Copa Simón Bolívar; las razones para ello no las sé, pero supongo que por ahí no le pusieron la seriedad que ahora tiene el presidente de Universitario.
¿Fue algo histórico?
Sí, gracias a Dios sí. El fútbol da estas satisfacciones y creo que tanto yo como mis compañeros nos sentimos orgullosos de haber puesto de nuestra parte para comenzar a escribir la historia del fútbol en Pando, que a pesar de estar a pasos de Brasil, el país del fútbol, nosotros no lo vivíamos de esta manera tan intensa.
¿Mérito de quién?
Primero que nada de la planificación y la seriedad que le ha dado al manejo del club el presidente, Ludwing Arsiénega. Quiso hacer algo serio y lo está logrando, ya que van dos o tres años que está a la cabeza y poco a poco está estructurando todo. Claro que también está el grupo, del que es cabeza Miguel (Mercado, el DT), el ‘Pollo’ (Carlos Cárdenas, ayudante de campo) y el profe (Claudio) Chacior (asesor). Realmente se conformó un lindo equipo.
¿Qué dice la gente?
Antes el fútbol estaba muerto en Pando, podés imaginar que si el fútbol, que es pasión de multitudes estaba así, cómo estarán los otros deportes. Ahora la gente ya comenta sobre los partidos, antes todo estaba apagado, no existía. La gente solo iba a la cancha a ver los partidos de sénior, ya que el torneo de asociación casi ni se escuchaba. La ‘U’ cambió eso.
¿Cuánto vale ascender?
Mucho. Vendrán los equipos profesionales y así los niños conocerán a las figuras que solo ven por TV, los comercios incrementarán sus ganancias y, así, habrá mayor movimiento económico en una región que la necesita.
Jugar en la Liga es más exigente, ¿estás en condiciones?
Sé que la Liga es dura y que exige mucho de uno, pero ya lo conversé con el entrenador y le dije que me dedicaré exclusivamente a bajar de peso y a ponerme bien, y si veo que estoy en óptimas condiciones continuaré y, si no, lo dejo ahí nomás. Mínimo debo bajar unos 10 kilos más para poder estar en ritmo de competencia liguera.
Será duro si no lo lográs...
No tendré problemas, me iré tranquilo porque ayudé con lo que sé al equipo. Yo esa etapa de la melancolía por dejar el fútbol ya la viví, entonces no será un obstáculo dejarlo nuevamente.
¿Te exponés a mucho volviendo sin estar en forma?
No quiero que la gente me esté tratando de viejo. Tengo un nombre bien ganado en el fútbol por lo que hice en Bolívar y en la selección. Quiero que la gente me recuerde así, no de otra forma.
¿Serás técnico?
De una u otra forma estoy metido en ello. Pero no quiero nada a nivel grande; hoy solo enseño a los niños de mi escuela, que es lo más importante por el momento.
¿Creés que se podrán mantener en el profesionalismo?
Existe el compromiso de todo el pueblo, de la Gobernación, de la Alcaldía y de la empresa privada. Con el primer objetivo logrado el segundo tiene que ser la organización y planificación para mantener el equipo en primera.
¿Tienen buena base?
Yo creo que hay buenos jugadores, es difícil decir que todos van a rendir en el profesionalismo, pero hay que trabajarlos bien en lo físico y, lo táctico. Darles la oportunidad y si no rinden, ni modo, pero dejar que lo intenten. Seguro que se necesitará gente de experiencia para darle el peso y jerarquía al equipo.
¿Qué te parece la idea de jugar en el estadio de Epitaciolandia (Brasil)?
Es un estadio con una cancha bonita, pero aquí van a poner trabas en vez de darnos opciones y permitir la integración. Deberían ayudarnos, ya que será solo hasta que esté nuestro escenario.
¿Dónde jugarán de local?
Tenemos que buscar una opción inmediata y una de ellas en jugar en Porvenir, que está a casi 30 kilómetros de Cobija. La cancha está bien, solo hay que hacerle los vestuarios, construir graderías y baños. Aquí no hay otra opción.
¿Cómo ves la cancha de pasto sintético de la ANF?
Con el calor que hace en Cobija el sol calentará mucho el material sintético y nos afectará hasta a nosotros mismos.
En agosto se inicia el torneo...
Sí, necesitamos un escenario deportivo de por lo menos 6.000 personas. Eso ha movido a las autoridades de todo el departamento en busca de una solución.
¿Las malas participaciones no motivó a construir un escenario con condiciones?
Es que antes la gente no pensó en que se podía subir a la Liga. Había un estadio y lo tumbaron para levantar otro, pensando en largo plazo, sin imaginar nunca que el sueño se podía hacer realidad.
¿Por qué en los últimos años Pando no ha sacado jugadores?
Porque no hay un campeonato competitivo, no existen escuelas que enseñen a los chicos, que los formen. Mi escuela tiene esa misión, hacer jugadores pandinos y creo que vamos por buen camino. Tener un equipo en la Liga motiva mucho a los pequeños a quienes se les despertó el ‘gusanito’ por ser futbolistas.
¿A qué te has dedicado después de dejar Guabirá?
Fueron casi dos años y medio los que estuve sin hacer nada oficial. Construí mi cancha de pasto sintético, que la alquilo todos los días, ingresos con los que me mantengo. Además, tengo mi escuela de fútbol, donde hay cerca de 80 niños, entre 5 y 17 años.
¿Y la fábrica de ropa?
Es en sociedad con mi hermano, pero eso lo tenemos hace tiempo, antes de que deje de jugar. Ese negocio me va bien, ya que siempre estamos participando en las licitaciones que se lanzan en varios lugares.
¿Tu nombre ayuda a que se abran puertas?
Sí, gracias a Dios sí. El fútbol siempre me ha dado eso, amigos, porque donde voy siempre hay amistades que me dan una mano. Lo que sembré en mi carrera como jugador, ahora lo estoy cosechando como empresario, ya que casi nunca me han cerrado las puertas .
EL PERFIL
Futbolista, técnico y empresario
Fecha De Nacimiento 1-11-1979
Edad 34 Años
Posición: volante ofensivo
Estatura: 1,62 metros
Debut: 1997
Club del debut: Bolívar
Año de su retiro: 2012
Club del retiro: Guabirá
Clubes: Petrolero (1995), Aurora (1996), de la Asociación de Fútbol de Cochabamba. Bolívar (1997-2007), Real Potosí (2008-2010), The Strongest (2011) y Guabirá (2012)
Selección: 50 partidos
Eliminatorias: Jugó las eliminatorias para Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Además de la Copa América de Colombia y Venezuela.
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