lunes, 22 de septiembre de 2014

Afrobolivianos y su aporte al fútbol

Hablar de la región de Los Yungas, en el departamento de La Paz, nos remonta no solamente a pintorescos paisajes tropicales, sino también a la población afroboliviana, amante de la práctica del fútbol.

Desde hace varias décadas, esta región ha sido un gran aporte para el fútbol nacional y, en algunos casos, para el mercado internacional.

El semillero

Dividida en tres provincias, Nor Yungas, Sud Yungas y Caranavi, la región subandina de los Yungas tiene más de 60 poblaciones, entre las que destacan Coroico, Coripata, Chicaloma, Irupana, entre otras.

Sin importar las zapatillas caras y los uniformes de marca, los jóvenes afrobolivianos (de antes y hoy) se iniciaron jugando en las calles con pelotas de trapo o de medias, todo por su amor al fútbol.

Las interminables jornadas deportivas improvisadas forjan a los jugadores, aquellos que más adelante muestran su talento en un torneo denominado Interyungueño, el verdadero “semillero” de este deporte y que reúne a las selecciones de los pueblos de esta región del país, en especial a Coripata, cuna de deportistas.

Si bien los datos sobre el fútbol yungueño son escuetos y poco conocidos, el libro “Soy Afroboliviano”, de Martín Ballivián y Mijhail Calle, rescata en cuatro de sus páginas las vivencias de los pobladores yungueños, en especial relación con el fútbol.

Grandes figuras

Según el relato de Roberto Medina Pinedo, las más grandes figuras del fútbol yungueño nacen con Celedonio Flores, el “Garrincha yungueño”, futbolista nacido en Chicaloma y que deslumbró por su juego potente en el club Atlético La Paz (distinto a La Paz FC).

Posterior al “Garrincha yungueño”, llegaron a brillar Juan y Luis Iriondo (The Strongest), Natalio Flores (The Strongest), Mario Pinedo (Destroyers), Demetrio Angola (Wilstermann), Rómulo Alaca (La Paz FC), además de los inolvidables Ramiro e Iván Castillo.

Actualidad

En la actualidad, son muchos los futbolistas emergidos de esta región, entre los que destacan Ramiro Ballivián (Universitario de Sucre), Gustavo Pinedo (San Martín de San Juan-ARG), Leonel Morales (Blooming), Augusto Andaveris (Wilstermann), Jaime Arrascaita (Bolívar), Víctor Hugo Angola, Jennry Alaca (Real Potosí), Rolando Barra (Sport Boys) y Jeison Siquita (Nacional Potosí), entre otros. De este grupo formaron parte también Henry y Ariel Ballivián, de fugaz paso por Bolívar.

Relato de Roberto Medina Pinedo, extraído del libro “Soy Afroboliviano”

“Claro pues, hemos empezado a hacernos pelota de trapo con medias. Ahí correteando a querer siempre ser buenos. Ni el almuerzo era almuerzo. Todo nos olvidábamos. Con la pelota de trapo dura como piedra jugábamos, era como patear una piedra y al final se rompía”.



9 futbolistas

Afrobolivianos se encuentran actualmente en actividad deportiva. De todos ellos, Gustavo Pinedo actúa en el club San Martín de San Juan, elenco que milita en la Primera B Nacional de Argentina. Anteriormente, Ramiro e Iván Castillo jugaron en Argentina; Augusto Andaveris en Albania y Azerbaiyán.



OPINIONES

Demetrio Angola. Exjugador de fútbol

“Los dirigentes ya no se fijan en los jugadores”

“Fuimos protagonistas en las décadas de los años 60, 70 y 80. Desde 1985 hasta 2002, muchos jugamos en el fútbol nacional y llegamos a integrar la Selección Nacional. El fútbol yungueño aportó y sigue aportando al balompié nacional, pero no vemos que la dirigencia asista como antes a ver a los jugadores. Falta un proyecto serio en nuestro fútbol, porque no se buscan talentos en todos los rincones del país”

Leonel Morales. Defensor de Blooming

“Hay mucho talento y que buscan una oportunidad”

“El fútbol yungueño tiene mucha gente futbolera y personas que tienen ese don. En el último tiempo no hubo mucho entendimiento de la gente responsable y no hay mucha promoción. Hay bastantes jugadores que quieren tener su oportunidad. En 2005 yo jugué el Interyungueño y junto a un primo nos fuimos a Sucre a probarnos en Universitario. Vivimos dos meses buscando la oportunidad. La única vitrina que tenemos es el Interyungueño”.

Ramiro Ballivián. Defensor de Universitario (S)

“Seguimos el ejemplo de los grandes referentes”

“Desde hace mucho tiempo, con Luis Iriondo, Ramiro Castillo y otros, los más jóvenes siempre quisimos ser como ellos. El objetivo está enmarcado en dar un mejor destino a nuestros familiares. Mi pueblo Coripata es muy futbolero, al igual que muchos otros lugares que también aportan con jugadores. Salir costó mucho sacrificio, pero si uno quiere resaltar tiene que abrirse un espacio para poder jugar. Incluso se tiene que hacer el doble esfuerzo”.

Jennry Alaca. Defensor de Real Potosí

“Estoy contento de ser yungueño y jugar al fútbol”

“Estoy muy contento de ser yungueño. A pesar de todas las dificultades que se nos presentan, hay mucho talento. Mucha gente en Los Yungas que ha jugado desde los barrios, siendo el objetivo llegar al torneo Interyungueño y luego llegar a gozar de oportunidades. Mucha gente niega oportunidades a los jugadores. Muchos llegamos a corta edad a diferentes clubes. Desde chico siempre quise jugar y trato de mostrarlo en la cancha”



Reclaman por más atención

Si bien cada año se desarrolla el reconocido torneo Interyungueño de selecciones, las últimas ediciones quedaron marcadas por el poco interés de los clubes paceños, principalmente The Strongest y Bolívar, en captar jóvenes promesas para el torneo liguero.

“Ellos (los dirigentes) deben fijarse en todos esos valores que pueden ser un aporte para el país. El fútbol yungueño está un poco carente de jugadores, porque antes los dirigentes asistían a vernos”, dijo Demetrio Angola, exjugador.

Para que esto no suceda, Angola indicó que el reto está en generar proyectos que brinden oportunidades a los valores destacados de todo el territorio nacional.



Ramiro “Chocolatín” Castillo

Sin duda alguna, Ramiro Castillo (Coripata, 27 de marzo de 1966-La Paz, 18 de octubre de 1997), fue uno de los futbolistas afrobolivianos más destacados en el plano mayor del balompié boliviano y sudamericano.

Su estilo de juego lo llevó a convertirse en un “crack” con dilatada trayectoria en Bolivia y Argentina.

Sus inicios fueron como los de muchos otros niños: soñó desde pequeño con ser futbolista, de acuerdo a los relatos de Manuel Medina en el libro “Soy Afroboliviano”.

Nacido en el seno de una familia humilde, su mamá, Primitiva Salinas, mantuvo a sus hijos y los sacó adelante vendiendo enanitos (plátanos), llevando leña y cocinando. Poco a poco surgieron y Ramiro saltó al fútbol con la camiseta de The Strongest. Iván, su hermano menor, militó en Bolívar.

En 1997, con una carrera consolidada, Castillo se quitó la vida luego de la muerte de su pequeño hijo. Tras su deceso, “Chocolatín” dejó un legado deportivo a su natal Coripata, principalmente con la creación de la Academia Ramiro Castillo, club que milita en la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP) y que aglutina a muchos futbolistas afrobolivianos.

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