lunes, 15 de septiembre de 2014

Carlos Aragonés: ‘Mis hijos me pidieron no dirigir más’



Carlos Aragonés es un personaje de los más exitosos de nuestro fútbol, lo fue como jugador y también como director técnico, actividad a la que decidió ponerle punto final. Es un hecho, no entrena más.

Como DT estuvo al frente de todas las selecciones nacionales, desde la más joven hasta la absoluta, de la que también fue coordinador. En la Verde logró cosechar experiencia y conocimientos que le transmitieron Xabier Azkargorta, Dussan Draskovic y Antonio López.

En la Liga dirigió en seis clubes, algunos de ellos en más de una oportunidad. Comenzó en 1989 en Real Santa Cruz, pero su primer éxito lo obtuvo en 1993 al conducir a The Strongest al título. Transitó también por Blooming, Bolívar, Oriente y Wilstermann. Sumó seis coronas de Liga.

Con la Verde estuvo tanto en Copa América como en Eliminatorias. Antes de ser técnico titular, formó parte del exitoso equipo que clasificó a Bolivia al Mundial de Estados Unidos.

“He decidido no dirigir más. Es por un pedido de mis hijos mayores por cómo se maneja el fútbol en el país. Uno tiene muchas complicaciones para trabajar y sin querer esos problemas los lleva a la casa, y eso afecta a la familia”, afirma Aragonés.

El haber dejado la dirección técnica no es una decisión reciente. La tomó hace dos años, aunque nunca la había hecho pública sino hasta ahora.

“Ni siquiera comentaba el tema cuando me llegaron propuestas de clubes. Oriente me ofreció el cargo al menos tres veces, pero dije que no”.

Su paso por la Verde lo marcó en su ligazón con el fútbol. Primero fue jugador de la selección y uno de los referentes de la época. De acuerdo con La Historia del Fútbol Boliviano de Carlos D. Mesa, es el tercer máximo goleador de la selección con 15 conquistas, sitial que comparte con Julio César Baldivieso y Erwin Sánchez. Todos detrás de Joaquín Botero (20) —el artillero histórico— y del Maestro Víctor Agustín Ugarte (16).

“Me siento orgulloso de eso, estuve en la selección tanto fuera como dentro de la cancha, fui jugador y una vez retirado asumí cargos como asistente en tres procesos, fui técnico de la Sub-20, Sub-23 y la selección absoluta y después también fui el coordinador de selecciones”.

Asegura que es muy duro ser técnico. “Es una profesión injusta, mucha gente te hace daño”.

Pero va a seguir como director deportivo, un cargo que en el país es difícil encontrar “porque los clubes apuntan primero a lo urgente, y lo importante queda relegado a segundo plano”.

Dedicado a la construcción y las actividades solidarias

Carlos Aragonés dice que como futbolista recibió muchas influencias de Ramiro Blacut y como técnico fue Xabier Azkargorta quien lo marcó. Alejado ahora de la dirección técnica señala que su pasión es la construcción y que Bruno, su hijo mayor, lo convirtió en su socio de una empresa que se dedica a ese rubro en Santa Cruz.

Sus otros hijos son Daniela (abogada) y Carlos Mateo e Isabella, todavía pequeños.

En la capital oriental es también voluntario del Hospital Oncológico y un desafío que se ha planteado es construir la sala de terapia intensiva de esa clínica. Para el efecto participa en la organización de un clásico entre Oriente y Blooming, que se jugará este miércoles, en el estadio Tahuichi Aguilera.

“Es a beneficio de los niños con cáncer y en mi condición de voluntario estoy ayudando para que se juegue ese partido. La responsabilidad social es importante para todos, no solo para quienes estamos ligados al deporte”.

“Es muy linda la actividad de la construcción, estoy aprendiendo mucho y cuento con el apoyo de mi hijo”, asegura.

Pero también con un amigo ha conformado otra sociedad para importar maquinaria pesada y automóviles.

“Es que siempre me preparé para hacer algo que genere ingresos al margen del fútbol”.

‘Es mentirnos decir que iremos a Rusia’

Su relación de tantos años con el fútbol es su mejor aval para ser palabra autorizada cuando habla de la realidad en el país. No piensa mucho para decir que el futuro es incierto, que no hay un plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo y que faltan jugadores de jerarquía.

“Hay que tener visión a largo plazo. Ahora no existe forma de recuperar nuestro fútbol. Tenemos que dejar de mentirnos de que vamos a llegar al Mundial de Rusia”, afirma con contundencia.

Sugiere a la dirigencia trabajar a largo plazo y pensar en que la cita de Qatar en 2022 puede ser la meta de un proceso.

“Así, hablando de frente, la gente entenderá que en el momento no hay condiciones, no hay jugadores de jerarquía para marcar diferencia. Puede venir el mejor técnico del mundo, pero si no hay condiciones es difícil”, agrega Aragonés.

En su época de entrenador entregó varios proyectos a la dirigencia, pero sus intentos se toparon con las dificultades económicas que impidieron hacerlos realidad.

Se queda con la tranquilidad de que al menos las autoridades de entonces le escucharon, “pero no es suficiente, hay que ejecutar los planes que uno tiene y me decían que no había plata”.

A la distancia mira que los problemas son los mismos, pero que la solución está ahí cerca y pide unión dirigencial y colaboración del Estado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario