lunes, 28 de febrero de 2011

Pablo Salinas “Quiero quedarme varios años en colombia”

Pablo Salinas se siente feliz y realizado futbolísticamente, le va bien en el país cafetalero junto a su club, el Quindío, donde es titular y hace goles.

El Deber.- Pablo Salinas está feliz en Colombia y motivos tiene de sobra. En junio del año pasado le propusieron ir a reforzar a Deportes Quindío, un equipo que entonces estaba peleando para no descender de categoría, y aún con los riesgos que eso implicaba decidió abandonar Oriente y aceptó el desafío de su vida. El presente del equipo de la ciudad de Armenia es otro, allá, en lo alto de la tabla de posiciones y con el delantero boliviano como una de sus figuras. En la primera fecha se estrenó anotando dos goles nada menos que frente al coloso América de Cali. Ese día la prensa lo eligió figura del partido en una fecha soñada y casi con lágrimas se lo dedicó a la familia.

¿El peor momento ya pasó?

Por suerte, sí. Al principio no me fue bien porque al llegar nomás sufrí un golpe en la espalda que me dejó fuera de la primera fecha. Después debuté en la derrota ante el Tolima y en la tercera fecha le ganamos a Millonarios (3-1), en Cartago, con un gol mío.

¿Fue una buena elección ir a Colombia?

Fue una decisión difícil. En Bolivia estaba peleando cosas importantes con Oriente, en cambio acá (en Colombia) venía a pelear el descenso y a salvar la categoría. Por suerte, me fue bien y logramos salvar el cupo, nos clasificamos entre los ocho mejores equipos y jugamos el cuadrangular final.

¿Por qué tardaron en aparecer tus goles?

Porque cuando llegué, el equipo salía de una pretemporada y estaba prácticamente armado. Hay mucha juventud en el plantel, eso también me afectó porque acá todos corren y yo no estaba a ese ritmo. Pero eso fue duro sólo al principio.

Sin embargo, no cualquiera le hace dos goles al América, un grande del fútbol colombiano, ¿fue tu mejor partido?

Hasta el momento, sí. El primer gol fue de penal y el segundo tras una jugada que me quedó de rebote. El partido se hizo difícil porque América es uno de los grandes en Colombia y, por suerte, pude marcar dos veces. Después volvimos a confirmar ese buen momento contra Santa Fe, en Bogotá, lo que nos tiene ahora entre los equipos que están en lo alto de la tabla.

Se viene la Copa América y todos se ilusionan, ¿vos también?

Por supuesto. En la era de Erwin Sánchez fui parte de la Selección que fue a la Copa América de Venezuela 2007, aunque no llegué a ser parte de los 25, pero estuvimos ahí luchando. Gracias a Dios, en Colombia me está yendo muy bien, soy titular, estoy haciendo goles y ganándome un lugar como extranjero.

¿Crees que jugando en Colombia, y haciendo goles, tendrás más chance de ser convocado a la Selección?

Eso creo, porque, por suerte, el fútbol colombiano es bien visto en Sudamérica y lo siguen desde todas partes del mundo. Este fútbol es competitivo, y para mí es una vitrina.

¿Alguna vez te llamó Gustavo Quinteros o alguien de la FBF?

Por ahora nadie, siempre digo que primero debo consolidarme en mi equipo, demostrar con goles que puedo ser útil y después se verá si me llaman o no para la Selección. Mientras yo ande bien y siga marcando goles, creo que las miradas van a estar atentas hacia mí, y acá estaré con la ilusión grande de ser llamado a la Selección.

¿Qué tan informado estás del fútbol boliviano?

Siempre entro a la internet para estar al tanto de lo que pasa en Bolivia, lo hacía estando allá y ahora con más razón todavía. Sé que Oriente sigue puntero y demostrando que es uno de los equipos más grandes de Bolivia, de ahí en más, mirando a Wilstermann en la Copa Libertadores y todo lo que es el deporte en general a través de los diarios.

¿Qué es lo que más extrañas de Bolivia?

Extraño sobre todo a mi madre (Mery “China” Menacho), a mis hermanos, a la familia que está lejos de mí ahora. Por suerte, acá, tengo cerca a mi esposa (Sidney Castro) y a mi hijo (Bruno), que me hacen sentir bien, pero la otra parte que se quedó en Bolivia es la que más extraño.

¿Qué es lo más difícil del fútbol colombiano?

Su dinamismo, acá se juega rápido, normalmente a dos toques, eso es lo que lo hace ver lindo al fútbol en este país, además de que hay muchos jugadores jóvenes y muy talentosos. Se hace difícil jugar así, con tanta juventud, pero al mismo tiempo te valorizan más porque se dan cuenta de lo que uno es capaz.

¿Qué similitud encuentras entre el fútbol nuestro y el colombiano?

Acá se juega de igual a igual en cualquier cancha, se puede ganar como también se puede perder; el favoritismo no existe.

¿Qué clase de equipo es el Quindío en Colombia?

No es un equipo grande en este país, pero es bien visto porque demuestra un juego de mucho sacrificio; no hay figuras, pero sí muchos obreros.

¿Qué futbolistas conocidos nuestros juegan en Colombia?

Al único que he visto recientemente es a Carlos Saucedo, que acaba de arreglar con el DIM (Deportivo Independiente Medellín). Después supe que estuvieron Hernán Boyero y Diego Cabrera, que decidieron volver a Bolivia.

¿Estás para quedarte más tiempo o piensas volver una vez que finalice tu contrato?

Mi objetivo más grande ahora es quedarme unos años más en Colombia; si Dios quiere y la Virgen lo permite, volveré a Bolivia sólo cuando deje el fútbol. Tengo muchas ganas de seguir progresando, puedo dar mucho más.

¿Hay la posibilidad de alargar tu contrato?

Justamente tuve un acercamiento con los dirigentes y quieren renovar por un tiempo más. Ellos están satisfechos con mi rendimiento, y eso me deja tranquilo.

¿En lo económico fue una buena elección ir a Colombia?

Sí, porque mejoró todo, además que el sueño mío siempre fue salir al exterior. Sabía lo que me jugaba al llegar a Quindío y, por suerte, el equipo se salvó del descenso y ahora es protagonista.

¿Cuál de las hinchadas te ha impresionado más?

La del Atlético Nacional, después la del América de Cali, son los más tradicionales del fútbol de este país.

¿El fútbol de ese país es mejor que el nuestro?

Futbolísticamente tiene un poquito más de nivel por el juego vistoso que tienen los colombianos. Acá se puede ver mucha calidad y, sobre todo, técnica. Sólo por nombrar a algunas de las figuras que hay, Giovanni Hernández y Macnelly Tórrez son jugadores que marcan la diferencia en un partido.

Si te dieran a elegir un equipo con mayores pretensiones, ¿en cuál te gustaría jugar?

Me gustaría jugar en Atlético Nacional o en el América de Cali.

Si te concedieran un deseo ahora, ¿qué pedirías?

Seguir respondiendo a la confianza que los dirigentes y mis compañeros han depositado en mí. Mi gran sueño siempre fue jugar en el exterior, y ahora que lo he logrado me siento realizado.

¿Y tus prioridades?

Por ahora seguir jugando en el exterior y, si Dios quiere, escalar aún más en lo futbolístico y económico.

¿Sientes que te has valorizado como futbolista?

Por supuesto, acá la gente sigue de cerca a los extranjeros, y con la campaña que estamos haciendo y el desempeño que estamos teniendo se puede hacer más fácil a la hora de arreglar con otro club.

¿Algún llamado de otro lado?

Todavía no, porque esto recién comenzó; sin embargo, sí me llamaron agentes FIFA acá en Colombia que quieren manejarme, buscándome equipo, pero nada en concreto. Primero quiero triunfar en Quindío, demostrar que puedo ser un aporte para el equipo y después seguramente se verá.

¿Duermes bien?

Duermo tranquilo, mucho mejor que cuando llegué en junio del año pasado. Ahora comencé la pretemporada a la par de mis compañeros y, gracias a Dios, se están viendo los resultados.

¿Te llegó tarde la oportunidad de salir al exterior?

Lastimosamente tengo más de 30 años (7/8/79) y esa diferencia se nota en la cancha, sobre todo en este equipo que tiene mucha gente joven.

¿Tienes algún apodo?

Me dicen “señor” porque soy uno de los mayores del equipo; mis compañeros me respetan mucho, aunque de vez en cuando tengo que aguantar algunas cargadas, pero en el buen sentido. Por suerte, acaba de llegar un uruguayo (32 años) y ahora los viejos en el equipo ya somos dos (se ríe).

La otra mirada

UN EQUIPO

Oriente Petrolero.

UNA CIUDAD

Santa Cruz.

UN COLOR

Verde.

UN RITMO MUSICAL

Bachata.

UNA MARCA

Nike.

UNA MUJER

Sidney (su esposa).

UN AMIGO

Hugo Suárez.

UN TÉCNICO

Óscar Sánchez (+).

UN ESTADIO

Tahuichi Aguilera.

UN SUEÑO

Triunfar en el exterior.

UNA MODELO

Olivia Pinheiro.

UN PAÍS PARA VIVIR

Bolivia.

UN COMPAÑERO

Alexander Mejía.

UN ÁRBITRO

Peter Guerrero (lo expulsó).

UN PROGRAMA DE TV

ESPN.

TU MEJOR GOL

De Oriente a Wilstermann.

MEJOR PARTIDO

Contra el América.

PELÉ O MARADONA

Pelé.

GRUPO MUSICAL

Aventura.

CRISTIANO RONALDO O MESSI

Messi.

Las frases

"Acá (en Colombia) se juega rápido, normalmente a dos toques, eso es lo que hace ver lindo Al fútbol en este país, hay mucha juventud”.

"Por ahora nadie (me llamó), debo consolidarme primero en mi equipo, demostrar con goles que puedo ser útil para la Selección”.

Su perfil

Pablo Antonio Salinas Menacho nació en Santa Cruz el 7 de agosto de 1979. Es hijo de Antonio Salinas y Casta Mery Menacho; sus hermanos son Julio, Luis Alberto y Diego Andrés. Debutó en Guabirá y luego pasó por Blooming, Real Potosí, Wilstermann, The Strongest, Bolívar y Oriente Petrolero. Tiene la dicha de haber jugado en los cuatro equipos más importantes del país. Está casado con Sidney Castro y tiene un hijo, Bruno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario