Hace tres meses que se incorporó al conjunto azul y negro (uniforme igual al Inter de Milán). El principal problema fue el idioma, pero tuvo un gran recibimiento por sus compañeros. “Al comienzo no entendía nada, pero gracias al club hay un traductor”, dijo el jugador, formado en la Academia Tahuichi.
En poco tiempo Gustavo hizo amigos, con los que no tiene problemas de idioma, pues son sus compañeros uruguayos Sebastián Vázquez y Alejandro Lemo. El primero llegó de Estudiantes de Argentina y el segundo militó en Nacional de su país, donde fue compañero de Limberg Gutiérrez, en 2000. “Son buenas personas, me están enseñando muchas cosas”, opinó Pinedo sobre los charrúas.
A la hora de la firma de su contrato decidió que el número que llevaría en su camiseta sería el 70. ¿Por qué? “Es un regalo para mi madre, porque siempre me pedía la máxima nota en el colegio, deseo que no le pude cumplir. Por eso creo que el estar en este equipo, por ahora, es una nota alta y dedicada para ella, y también para mi padre”, explicó el ex jugador de Cádiz, Xerez y Almería de España.
“Me falta una semana más para estar en condiciones de reaparecer”, señaló Pinedo, que tuvo una fractura en el dedo chico del pie izquierdo. Esta situación lo obligó a dejar la titularidad, la que se había ganado en cinco encuentros consecutivos. Igual, el morocho no se desmotiva, pues asegura que tuvo la suerte de adaptarse rápido al juego del Chernomorets.
El deseo de volver a jugar no sólo es por recuperar un puesto en el onceno, sino que también quiere ser tomado en cuenta en partidos amistosos de la selección nacional, ya que no es convocado desde 2007, cuando militaba en la segunda del Cádiz. “Me estoy sacando la ‘mugre’ para volver a ser llamado”, expresó Pinedo, que alternó en la victoria (1-0) contra Sudáfrica, en Johanesburgo, y el empate (1-1) frente Irlanda, en Estados Unidos. Aún no ha debutado en encuentros oficiales con la verde.
‘Ryctabo’, como se escribe su nombre en ucraniano, quiere ayudar a su equipo a escalar posiciones, pues por ahora el Chernomorets se encuentra en la duodécima posición, con 8 puntos, en 11 jornadas disputadas.
Gustavo, el segundo de cinco hermanos, aprovechó el contacto para enviar un saludo a sus padres (Augusto Pinedo y Ana Zabala).
Sus frases
“El idioma (ucraniano) fue un obstáculo al comienzo, pero ahora entiendo muchas cosas”
“Desde que llegué me estoy sacando la ‘mugre’ para que me convoquen a la selección”
Su trayectoria
Ésta es la cuarta temporada de Gustavo Pinedo en el fútbol del exterior. Luego de destacarse en la Academia Tahuichi, jugando el Mundialito Paz y Unidad en 2006, fue contratado por el Cádiz de España. Ahí estuvo un año, luego pasó al Xerez y al año siguiente al Almería. En la última parte de esta temporada, su representante, Daniel González, lo ubicó en el F.C. Chernomorets Odessa. El club ucraniano, creado en 1936, tiene todas las condiciones de un equipo profesional, por lo que el boliviano se siente muy cómodo y espera renovar, si es que no hay otra mejor oferta.