El balance es positivo porque integré los mejores equipos de Bolivia (Aurora, The Strongest, Bolívar y Wilstermann), lo que a su vez me permitió jugar no sólo los torneos nacionales, sino internacionales, es el caso de la Copa Libertadores de América, además de vestir la casaca de la Selección Nacional. Pero, por sobre todas las cosas, es la forma de vida que llevé durante el tiempo que estuve en actividad, pues emulé el ejemplo de mis padres, y que también inculco a mis hijos.
¿Ese ejemplo de vida lo condujo a triunfar profesionalmente?
Así es, era un requisito indispensable en la familia. La práctica del deporte tenía que estar fusionado con el estudio y la profesionalización. Creo que esa época tuve la opción de realizar las dos actividades a la vez, y creo que ambas me motivaron bastante. El tiempo y el apoyo familiar me permitieron llevar adelante las dos actividades al mismo tiempo.
¿Tuvo el tiempo suficiente para realizar las dos actividades?
A veces no existía tiempo debido a las concentraciones y los viajes con los equipos donde jugué. El fútbol fue prioridad principal porque sustentaba a mi familia y mis estudios. Era mi forma de vida.
¿Qué lo impulsó a continuar estudiando, si con el fútbol vivía cómodamente?
Bolivia es uno de los países donde un futbolista está en actividad con promedio elevado en años, con relación a otras naciones, donde los índices de acción son mucho más cortos. Esa realidad me ha permitido pensar y llegar a la conclusión de que tenemos los años limitados para ejercitar el fútbol, razón por la que tuve que prever el futuro estudiando hasta salir profesional. Fue una decisión acertada porque nos permite orientar y encaminar nuestra vida diaria y familiar de manera diferente.
¿A qué le atribuye que muchos futbolistas no hayan seguido sus pasos?
Por dos factores: primero por el déficit de tiempo, porque en la actualidad la exigencia es mucho mayor que antes en lo referido a concentraciones, viajes, etc., lo que no permite realizar dos actividades paralelamente. Otro de los factores es que uno advierte que muchas de sus exigencias particulares se solventan de manera holgada con el fútbol, lo que propicia que la gente se vuelva muy conformista y no pueda desenvolverse en otras actividades o llegar a poseer una formación profesional que en el futuro le pueda otorgar otro sentido a su vida.
¿Por qué la mayoría de los futbolistas termina dedicándose a la dirección técnica?
Cuando un jugador concluye su ciclo opta por enseñar lo que más ha asimilado durante los años de actividad futbolística. Es por esa razón que gran parte de los ex futbolistas se dedican a la dirección técnica, con la finalidad de continuar involucrados en el fútbol y también como medio de sustentar sus necesidades primordiales, aunque las condiciones económicas son diferentes. No olvidemos que ser un entrenador de un determinado equipo es bastante circunstancial y está en función de los resultados, lo que de alguna manera te garantiza la permanencia en un equipo. Entonces, aquello se transforma en una necesidad, dejando de ser una motivación, porque tiene que satisfacer tus necesidades esenciales.
¿Usted se considera un hombre exitoso?
Diría que sí, porque plasmé mis objetivos tanto en mi trayectoria como futbolista y también en el contexto profesional, aunque para lograr ese objetivo hay que lidiar con muchas cosas. Uno no siempre puede ser amigo de todos o contentar a todos, más aún cuando se tiene la posibilidad de encontrarse en direcciones de mando, que a veces trae algunos problemas. Pero, por encima de todo, siempre estuvo el beneficio común, más que el personal.
¿Qué papel juega la personalidad y la disciplina?
Creo que la disciplina es fundamental; no se puede desarrollar ninguna actividad si no existe buena conducta. Actualmente, si observamos a nuestro alrededor, no únicamente en la actividad deportiva, sino en el diario quehacer, cuando uno no es disciplinado los objetivos nunca se materializan. La buena conducta es la base y forma parte de un proceso de formación desde cuando uno es niño. Vengo de una familia cuyos padres son profesores y el buen ejemplo lo han inculcado a toda la familia.
Una vez egresado como Economista, ¿desde cuándo comenzó a ejercer su profesión?
Mientras jugaba al fútbol tuve la oportunidad de desenvolverme como docente en la Universidad Católica de La Paz, también trabajé con algunos temas de consultoría con compañeros de la Facultad de Economía de San Andrés. Debo recordar que egresé (1990) mientras jugaba al fútbol, y me daba tiempo para ejercer como economista. Durante los recesos del fútbol liguero me incorporaba a la empresa Pretensa, con cuya empresa iniciamos las actividades en El Alto de La Paz. En realidad tomaba todo lo que el tiempo me lo permitía, teniendo siempre al fútbol como prioridad.
¿Por qué incursionó una temporada en la dirección técnica?
Recuerdo una vez en Bolívar, donde hacíamos un lobby antes de comenzar una práctica, siempre conversábamos con algunos colegas suyos sobre los encuentros no sólo nacionales, sino internacionales. No cesábamos de hablar de fútbol, y en una de esas, recuerdo muy bien que caminábamos por la calle con Édgar Heredia (periodista), quien me dijo que debería dedicarme a la dirección técnica una vez que termine con mi carrera como futbolista, argumentando que tengo buen criterio y buena lectura para analizar un determinado encuentro. En ese momento me despertó la curiosidad de que tal vez en el futuro podría materializar esta idea. No obstante, esa época continuaba jugando al fútbol y no existía motivación para convertirme en entrenador, porque la idea era ejercer mi profesión.
Tiempo después se dio la oportunidad de dirigir a Aurora durante una vacación. En esa oportunidad conquistamos el título a falta de cuatro fechas para el epílogo del torneo de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC). No pude afrontar la Copa Simón Bolívar porque tenía que reincorporarme a mi club.
¿Después llegó el fugaz paso por Wilstermann?
Cuando me encontraba desenvolviendo como economista, pero estaba con vacación, una noche Mauricio Soria, en ese entonces golero de Wilstermann (2000), vino a mi casa para pedirme que dirigiera al equipo en el partido final con Oriente porque se quedaron sin entrenador. De esa manera me trajeron los videos del equipo rival para que analizara y al día siguiente conducimos el plantel a la conquista del máximo galardón de la Liga.
Mientras trabajaba se presentó un curso para una beca en Estados Unidos, a donde concurrí contra viento y marea porque en la institución donde laboraba no me querían otorgar permiso. El ejecutivo de esa entidad me dijo: el curso o su trabajo. Elegí el primero para ampliar mis conocimientos por espacio de un mes.
Cuando retorné del curso, después de un periodo Mauricio (Soria) me invitó a formar parte del cuerpo técnico que conformó en esa temporada, donde también fue incluido el argentino Pedro Guiberguis, con quienes conquistamos el título del torneo Clausura de 2006. A partir de ahí fueron cuatro años que estuvimos inmersos en la dirección técnica, sin dejar de lado el continuar capacitándome en mi condición de economista, además de realizar trabajos adicionales. En 2007 conquistamos el título del torneo Apertura con Real Potosí, donde permanecí un temporada más tras la salida de Mauricio y Pedro.
Cuándo se consumó el éxito en 2000, ¿qué fue lo que pensó?
Todo el mundo me decía que me dedique a la dirección técnica a entrenar y no seguir trabajando; aquella oportunidad cumplía funciones en la Aduana. Muchos de mis ex compañeros me decían que ése no era mi puesto para desempeñarme como entrenador.
¿Está abierta la posibilidad de dirigir a algún equipo?
Hubo muchas posibilidades, pero consideré que no era el momento porque mi intención era radicar en Cochabamba, porque gran parte de mi vida estuve fuera y abandoné a la familia. Es más, antes de aceptar la jefatura del Servicio Departamental del Deporte (Sedede) había la posibilidad de irme a La Paz, pero preferí quedarme junto a mi familia.
¿Por qué aceptó la jefatura del Sedede?
Estaba en la disyuntiva de volver a La Paz o quedarme en Cochabamba, pero determiné quedarme porque era la ocasión de reencontrarnos con la familia.
¿Algún entrenador que recuerde en especial?
En realidad muchos porque cada uno tiene un lugar especial en mi trayectoria como futbolista. Por ejemplo, de niño recuerdo al profesor Revollo, Luis Terán, René de La Fuente, quienes marcaron un espacio importante en mi carrera deportiva. En Aurora tuve entrenadores como Óscar Soliz; a Juan “Gitano” Farías en The Strongest, mientras que en Bolívar tuve entrenadores de mucha más experiencia, es el caso de Jorge Habbeger, Vítaly Schevchenko. No quiero obviar a ninguno porque todos formaron parte del proceso de formación.
Tito Montaño,
Ex futbolista
Tenemos los años limitados para ejercitar el fútbol, razón por la que tuve que prever el futuro estudiando hasta salir profesional.
Creo que la disciplina es fundamental; no se puede desarrollar ninguna actividad si no existe buena conducta.
Sinrodeos
A Una madre Lo más sublime
A Un padre El ejemplo
A Esposa Compañera
A Hijos Razón de mi vida
A Amor Pasajero
A Iglesia Tu fe
A Papa Maestro
A Evo Presidente
A Obama Presidente
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A Libro Hombres para el fútbol
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A Comida Sopa de maní
Hoja de vida
Tito Rolando Montaño Rivera
Nacimiento: 11 de septiembre de 1963
Origen: Cochabamba
Padres: Hugo Montaño, Inés Rivera
Hermanos: Elizabeth, Edgar (+), Dalsy
Estado civil: casado
Profesión: Economista
Esposa: María Tapia
Hijos: Carla (21), Hugo (18)
Equipos: Aurora, The Strongest, Bolívar, Wilstermann
Algunos casos
• Eduardo Terrazas (ex golero) Abogado
• Rubén Tufiño Ingeniero
• Óscar Figueroa Abogado
• Marcelo Carballo Ingeniero
1. LO BUENO Mi lealtad
2. LO MALO Mi carácter; soy muy explosivo
3. LO FEO Muy obsesivo… a veces
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