Su botín derecho, Nike Mercurial Vapor número 44, le sirvió para anotar el segundo gol boliviano con calidad, a los 30 minutos del primer tiempo.
“La jugada fue como la pensamos en el entrenamiento, toda la semana habíamos ensayado con Arce, él amagó rematar, me la dejó, y yo la puse donde no pudo llegar ni verla Julio César”, dijo con una sonrisa el goleador boliviano de las eliminatorias (tiene 7).
Se puso serio cuando un periodista brasileño de O’Globo le preguntó: “¿Qué sentiste al anotar un gol a Brasil?”. Martins, a quien los brasileños identifican como Moreno, respondió: “Es algo importante, que siempre estará en mi memoria y no lo olvidaré”.
Marcelo estrenó también un peinado nuevo. Salió al estadio con unas trenzas con sujetadores de color rojo, amarillo y verde, que intercalados así le dieron la suerte que necesitó ante Venezuela y Ecuador, en dos partidos que no quiere recordar, según contó él.
Es el futbolista boliviano más reconocido a nivel internacional, el referente de Bolivia. Ayer saludó con un apretón de manos a Ramires, apodado“keniano” por los periodistas brasileños, con el que jugó en el Cruzeiro de Belo Horizonte. Al final del primer tiempo, ambos coincidieron en la salida e intercambiaron las casacas de Bolivia y Brasil.
Martins se mostró en mejor condición física y futbolística. Corrió por los dos frentes, se retrasó para recibir libre los balones, intentó anotar por arriba y abajo, consiguió anotar un gol notable, que dejó parado a Julio César.
El ariete reconoció que buscó el segundo para estar entre uno de los máximos artilleros, Luis Fabiano de Brasil y Humberto Suazo de Chile, ambos con nueve, “infelizmente no se pudo, pero espero anotar ante Perú”, afirmó con entusiasmo.
Antes de salir del estadio Siles, rumbo al bus que los trasladó al hotel Ritz, Martins pidió a los hinchas bolivianos que apoyen al seleccionado y que los dirigentes lo organicen para que en las próximas eliminatorias seamos protagonistas.
“Hubo muchos altibajos, jugamos con selecciones de menor nivel y perdimos en La Paz, pero todo cambió cuando enfrentamos los grandes, ante los que jugamos bien, eso tenemos que hacer prevalecer en la cancha, no mirar al rival”, comentó a tiempo de hacer un balance.
El delantero también le pidió a los dirigentes que “pongan las manos en el corazón, que vean nuestra realidad, que ayuden al fútbol boliviano para afrontar las próximas eliminatorias de la mejor manera, porque yo, al igual que otros compañeros, tengo el sueño de clasificar al mundial”.
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