lunes, 12 de octubre de 2009

El día en que Rivero desplazó a Raldes

Asumió el rol del capitán. Fue solvente y transmitió seguridad en la última línea de la verde. Con su seguridad, Ronald Rivero ensombreció a las estrellas brasileñas Adriano y Nilmar, como ya lo hizo antes con las luminarias argentinas Lionel Messi y Carlos Tévez.

Rivero dejó en claro que la seguridad y la solvencia no tienen que ver con los años. A sus 22 años fue el líder, el que le puso freno al ímpetu de los delanteros del Scratch.

El defensor cruceño no sólo opacó a los brasileños, también desplazó a su compañero en la zaga central, Ronald Raldes, quien volvió a mostrarse fuera de ritmo futbolístico.

Rivero repitió su buen rendimiento, el mismo que exhibió en el triunfo por 6-1 de Bolivia ante Argentina, donde fue el principal responsable del fracaso de Messi y Tévez.

“Se cumplió con la labor que encomendó el técnico. Se hizo el trabajo y el resultado marca que fue positivo. El trabajo individual es importante en la medida en que esto dé sus frutos positivos en el conjunto”, afirmó Rivero mientras se enjugaba la frente con el antebrazo.

El jugador de Universitario de Sucre fue el “patrón”. Dio órdenes y marcó la diferencia.

“Un jugador tiene que estar atento, especialmente con los jugadores habilidosos. Creo que cumplimos una destacada labor, aunque debemos reconocer que también se cometieron errores”, aseguró Rivero.

El futbolista de 1,81 m de estatura mostró su habilidad y su firmeza a la hora de marcar al atacante del Flamengo, de 1,89, quien al menos en tres ocasiones, en el primer tiempo, vio frustrados sus intentos de anotar gracias al buen trabajo que demostró el cruceño.

Aunque tuvo errores, especialmente en el inicio, trató de ordenar al equipo del seleccionador boliviano Erwin Sánchez, desde atrás.

Si en el primer tiempo fue la muralla del “Ogro”, en el segundo tiempo se convirtió en la piedra en el camino del atacante Nilmar.

Ante los errores de Ignacio García, Wílder Zabala y Raldes, surgió su figura para aplacar los embates brasileños.

“En la cancha todos somos jugadores y no importa si son estrellas o no, mi trabajo es impedir que ellos metan goles sin mirar de quién se trata”, argumentó el boliviano.

El marcador central fue el principal protagonista en la zaga de Bolivia que derrotó a Brasil.

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