"Lo que se hereda no se hurta", dice el viejo adagio que encaja a la realidad que vive el exdelantero de la Selección William Ramallo con su hijo Rodrigo, que el pasado jueves anotó dos goles importantes para la primera victoria (4-2) de la Verde ante Venezuela, en Eliminatorias Rusia 2018.
Al parecer, la historia se repite, porque el primer tanto que anotó Rodrigo es parecido al gol que anotó su papá hace 22 años, el 22 de agosto de 1993, en las Eliminatorias del Mundial de Estados Unidos 1994, ante el mismo rival.
"Es una fotocopia. Es increíble, hasta el festejo es similar", comentó con mucha emoción William.
Coincidencia o destino, pero ambos atacantes vistieron la casaca 18 en la espalda. El jueves Rudy Cardozo hizo el papel de Milton Melgar, como en 1993 y asistió a Rodrigo, que al igual que su progenitor, controló el balón en el área y definió con personalidad por encima del portero de la Vinotinto, en el arco norte del Hernando Siles.
Pero eso no es todo, porque al momento del festejo, ambos extendieron los brazos y salieron a festejar hacia el sector de preferencia.
"Él me dijo que la historia se repetiría y mire...", apuntó William.
Asimismo, contó que después del partido habló con Rodrigo, quien comentó que estaba feliz por aportar con goles a la Verde, empero que ya estaba pensando en el encuentro contra Paraguay, en Asunción, el próximo martes, por la cuarta fecha eliminatoria.
En tanto, mencionó que en una conversación previa al partido con Venezuela aconsejó a Rodrigo que no dé mucha importancia a la parte médica, "porque no hay mejor médico que uno mismo. A veces hay que dejar de lado, los desgarros micro-fibrilares, que ahora con la tecnología hasta lo mínimo detectan y eso psicológicamente afectan al jugador. Yo le dije que se reponga ante la adversidad y que él podía jugar porque se trataba de una oportunidad importante".
Por otra parte, William reconoció que Rodrigo supera su calidad goleadora, porque, además del olfato de gol, tiene juego en equipo y crea espacios sin balón, para que sus compañeros puedan aprovechar ocasiones para definir.
"Rodrigo es mucho más técnico que yo. Él suma técnica, la inteligencia y colectividad. Es un jugador más completo. Yo tenía limitaciones, era de mucha garra y mucho temperamento, pero limitado técnicamente", explicó.
De arquero a delantero
Como anécdota, William contó que Rodrigo inició en el fútbol como arquero a sus cuatro años; sin embargo, en su debut en el torneo de la Asociación de Fútbol de Cochabamba (AFC), en la categoría Sub 7 recibió siete goles en contra, razón por la cual tiró los guantes y se convirtió en delantero.
Una vez que la familia Ramallo decidió retornar al Valle, en 1993, William fundó la escuela Pelota de Trapo, donde Rodrigo aportó con goles en todas las categorías.
"Salió goleador en la Sub 7, 9, 11, 13, 15, 17 y en Primera de Ascenso. En Segunda y Tercera de ascenso nos sacó campeones. En la Primera B consiguió el título y nos hizo ascender a la No Aficionados A. Después se fue a La Paz y logró el tricampeonato con The Strongest", finalizó William.
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