Carlos Lampe: “Era ahora o nunca y creo que respondí”

El arquero de Sport Boys Carlos Emilio Lampe confesó que si bien la tapada del tiro libre que le hizo a Lionel Messi fue difícil y bonita, la que le hizo a Ángel di María fue clave y lo llenó de confianza por todo lo que significaba tapar una clara jugada de gol a los 10 segundos del partido.

Revela que desperdició la oportunidad de jugar en Guaraní de Paraguay por esperar otras ofertas que al final no se concretaron y terminó aceptando la oferta que le hizo Bolívar. Practicó Taekwondo y fue campeón nacional de baloncesto. Además de haber jugado una liga sudamericana de este deporte.

¿Cómo evalúas tu debut?
Creo que fue bueno, porque al frente tuvimos un rival muy difícil y con mucha jerarquía. Creo que estuvo a la altura de las circunstancias.

¿No te asustaste? ¿No te entraron los nervios al ver los ‘quilates’ de los rivales?
Estuve tranquilo, porque desde hace mucho me vine preparando mental y físicamente a la espera de mi oportunidad en la selección. Quería estar bien preparado para cuando me llegara el momento. Era ahora o nunca y creo que respondí a lo que todos esperaban de mí.

¿Cuál era la consigna en el partido ante Argentina?
Mantener nuestro arco en cero y salir de contra para hacerles daño.

¿Taparle el tiro libre a Messi te dio más seguridad o motivación? Programas deportivos del exterior la calificaron como la tapada de la jornada de eliminatorias.
La tapada clave fue la que le hago a Di María, a los 10 segundos. Si se entraba ese gol creo que iba a ser más duro. Ese tiro me llenó de confianza y seguridad. Esa tapada fue la más importante, pero la que le hago a Messi es la más difícil y la más bonita.

¿Sabías que esa tapada evitó el gol 500 de Messi?
Si, ya había leído de eso, sabía que le faltaban dos goles para los 500.

¿Qué fue lo más rescatable para vos esa noche?
Saber que el trabajo que realicé durante tanto tiempo dio resultados positivos, que me permitió ser un aporte al equipo. A pensar que día a día uno aprende algo y le da jerarquía a uno.

¿No es muy tarde tu debut en la selección a los 29 años?
Desde que volví del sub-20, en 2007, me llamaron a la selección mayor, pero no había tenido la oportunidad de atajar oficialmente, solo unos partidos amistosos. Atajar en una eliminatoria siempre es difícil, porque hay tres arqueros que pasan por un buen momento y todos quieren atajar. Al final, es para eso lo que uno trabaja en sus respectivos equipos.

¿Te sentís más maduro para ser un aporte a la selección?
Sí, creo que sí. Los años que llevo atajando en varios equipos de Bolivia me han permitido adquirir experiencia y ganarme un espacio en el fútbol local. Este tipo de partidos con la selección me fortalece y me da el roce internacional para encarar lo que se viene.

¿Hay mucha diferencia con otras selecciones?
Sí, nuestros rivales en la selección absoluta han tenido un proceso en sus divisiones menores y llegan a lo más alto sabiendo bien todo lo que tienen que hacer. En cambio en Bolivia he visto que muchos compañeros les cuesta cumplir con las indicaciones que da el entrenador.

¿Qué necesitamos hacer para cambiar? ¿Plata?
Seriedad. Yo creo que el problema está abajo. Hay que trabajar en las divisiones inferiores. Hay jugadores que llegan a la selección y tácticamente no saben lo que tienen que hacer.

¿Cómo se da tu llegada a Sport Boys, siendo que el equipo pasaba un mal momento?

Yo tenía contrato dos años más con San José, pero me debían bastante dinero y el presidente que entró no tenía plata. No me quería pagar ni la mitad de lo que yo ganaba. Cuando hablé con él me dijo que busque otro equipo, así que ya me habían comentado de las cosas mejoraban en Sport Boys y acepté la propuesta que me hicieron.

Difícil aceptar el desafío de salvar del descenso al equipo
Sí, pero ese era el plan inicial, pero luego de los primeros seis partidos las cosas fueron cambiando y ahí comenzamos a soñar y a querer ser campeones, porque no era imposible.

Tu contrato termina al final del Clausura, ¿ya hubo charlas para ampliar el contrato?
No, pero si no me equivoco con nadie del equipo han hablado todavía. Seguro que mientras vayan pasando los meses habrá tiempo para hablar de esos temas que son importantes, pero que por el momento no me distraen de nuestro objetivo, que es hacer de Sport Boys un club fuerte y respetado.

¿Cómo va a quedar el tema de la deuda con San José?
Ya salió el fallo del Tribunal de Resolución y Disputa (TRD). Ya está todo lo que San José me tiene que pagar, que son $us 47.000 y no más de $us 200.000, como salió en algunos medios. De cobrar el dinero se encarga Fabol.

¿Qué se hizo mal en 2007 cuando ya tenías todo arreglado con Guaraní de Paraguay?
Ya tenía todo acordado con el presidente de Guaraní y yo tenía otras propuestas más interesantes de afuera del país. Al final no salió ninguna de la que esperaba y como tenía la oferta de Bolívar, acepté esa, ya que si bien la de Guaraní era mejor, debí haberme decidido inmediatamente, ya que el libro de habilitaciones se cerraba en esos días.

¿Cuál es tu objetivo?
Salir a jugar al exterior. Quiero tener la posibilidad de adquirir más experiencia, pulirme más y por supuesto consolidarme como arquero de la selección. Si consigo atajar más partidos con la selección tendré más posibilidades que me vean en el exterior y tal vez pueda emigrar.

¿Cómo ves el camino para consolidarte en la selección?
Es por etapas. Hay veces que no todos pasan por un buen momento y el abanico de alternativas se hace reducido, pero otras veces el espectro es amplio. En estos últimos meses hay más arqueros que están surgiendo y tienen bien perfil para el futuro.

¿Qué es lo peor que te ha tocado vivir como arquero?
Los errores que uno comete, son los peores momentos que podés vivir. Uno no quiere equivocarse, pero nadie es perfecto y lastimosamente cuando el arquero falla, tiene que sacar la pelota del fondo, no es como los jugadores, que siempre tienen a alguien que les salve el error.

¿Lo mejor?
Haber salido campeón con Sport Boys, haber tenido la valla menos vencida, el debut contra Argentina y la buena actuación.

Nadie es perfecto y un arquero tarda más en consagrarse,¿dónde tenés que trabajar más para conseguirlo?
Yo creo que todos los arqueros, sean grandes o chicos, trabajamos más por abajo que por arriba. Un delantero que define por arriba es mucha virtud, en cambio por abajo siempre hay más actividad.

Siendo el fútbol un deporte machista, ¿nunca te hicieron bromas con tu hermana, al ser ella una modelo destacada?
Muy poco, pero siempre hay, pero ya uno está acostumbrado a todo eso. Gracias a Dios ya estaba acostumbrado a las bromas y eso me ayudó mucho a mentalizarme y a enfocarme en mi objetivo, que es atajar.

¿Qué te hizo decidirte por jugar al fútbol si antes jugabas al básquet?
Sí, jugué básquet, fui seleccionado nacional en un torneo sudamericano y también con Real Santa Cruz participé en la Liga Sudamericana de Básquet, que es como jugar la Libertadores y antes hacía taekwondo, pero siempre, siempre jugaba pelota. Podía estar entrenando otro deporte, pero luego me salía y me iba a jugar fútbol. Entonces eso fue, era mi pasión.

¿Qué te hizo decidirte a ser arquero?
Siempre que jugaba fui arquero, aunque al comienzo intenté ser delantero, pero mi papá me dijo que era muy grande y lento y que no podía ser delantero, que mi puesto tenía que ser de arquero y así fue. Me di cuenta de que tenía la habilidad y el tamaño para atajar y así fue.

¿Tenés representante?
No, no tengo firmado con nadie. Internamente siempre lo hemos manejado mi padre y yo. Alguna vez me ha tocado firmar con algún empresario para que me busque equipo en el extranjero y como no lo consiguieron al cabo de los tres meses quedó nulo, pero nunca cerrado, siempre hay la posibilidad de volver a firmar si existe alguna oferta del exterior