Norberto Fernández nació en Argentina, pero se convirtió en un boliviano más. Vino al país y, primero como jugador y luego como entrenador, se entregó por completo a los equipos que conformó. La semana pasada —el viernes— murió en la tierra que lo vio nacer.
Como jugador fue integrante de “Los Húngaros”, aquel equipo de San José que en 1955 se coronó campeón del fútbol boliviano arrasando con Bolívar, The Strongest, Litoral, Chaco Petrolero, Municipal, Ingavi, Ferroviario y Unión Maestranza, además de otros clubes.
A los integrantes de ese cuadro les decían “Los Húngaros” en honor al seleccionado de Hungría que había cumplido una notable actuación en el Mundial de Suiza en 1954.
En ese equipo, además de Fernández, estaban Francisco Bonifacio, Silvano Valdivia, Juan Pedro Valdivia, René Torrico, Gerardo Vargas Oroza, Jorge Mancilla, Ramón Honores, Alfredo Ágreda, Jorge Orellana, Nicolás Carrión, Jacinto Murillo, Oscar Bellot, Humberto Murillo, Roberto Gutiérrez, Roberto Román, Armando Escóbar, Hugo Peláez, Benjamín Maldonado, René Barrientos, Luis García, Luis Castro y Desiderio Montaño.
Años después de una exitosa carrera como futbolista, Norberto Fernández se hizo técnico. Es considerado uno de los entrenadores de mayor éxito que tuvo la Academia en los años 60. También estuvo al frente del cuadro celeste a comienzos de los 70. Con los años dirigió a su propio hijo del mismo nombre en la Academia.
Fernández con los equipos de Always Ready.
Cuando en 1971 vino el Santos de Pelé a jugar un amistoso con Bolívar, el DT del equipo boliviano era Norberto Fernández. En ese cotejo, el considerado mejor jugador del mundo hizo dos goles.
“Norberto era un técnico que se llevaba bien con los jugadores que dirigía. Era serio y estricto, pero tenía una buena relación con todos, siempre generaba buen ambiente”, lo recuerda Ramiro Blacut, quien fue jugador de Fernández en dos periodos diferentes en Bolívar.
“En los años 60 fue el mejor entrenador de La Paz y de Bolivia, era el más destacado de esa época. Cuando yo comencé a dirigir rescaté de él sobre todo la confianza que les daba a los jugadores”, agrega Blacut.
Fernández también es recordado por su paso por Always Ready en grandes momentos deportivos que tuvo el club de la banda roja.
Fue técnico de muchos equipos y no solo en primera. En 1975, Fernández dirigió a Olimpic, que conformó un gran equipo y ganó el título de la Primera B y obtuvo el ascenso a la máxima categoría del fútbol paceño.
“Lo recuerdo mucho porque, al margen de la relación de entrenador a periodista que tuvimos por nuestra actividad, con los años fue un gran amigo. Tenía un gran don de gente, muy humilde. Incluso nos dirigía a nosotros, al equipo de Hoy Deportivo, en torneos de la prensa”, lo recuerda Oscar Dorado Vega.
Vivió durante muchos años en una casa del parque Riosinho del departamento de La Paz. Ya en la tercera edad avanzada extrañó su tierra y decidió partir. El viernes, en Argentina, murió Norberto Fernández y dejó vacío el lugar que supo ocupar en el fútbol boliviano.
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