De los 22 grandes héroes de la época, quedan 16 con vida: Isaac Álvarez, Wilfredo Camacho, Osvaldo Villarroel, Renán López, Hugo Palenque, Edgar Quinteros, Ramiro Blacut, Fortunato Castillo, Arturo López, Alberto Tórrez y Eulogio Vargas.
Sin embargo, cinco están delicados de salud Ausberto García, Abdul Aramayo, Eulogio Vargas, Roberto Cainzo y Carlos Cárdenas. Algunos más delicados que otros.
“Esa época no se ganaba un salario que permita asegurar una mejor calidad de vida”, recordó el capitán del equipo Wilfredo Camacho.
Aramayo y García sufren de enfermedades complicadas, mientras que los otros están postrados en una cama.
“Lo fuimos a visitar al Osito (García), pero su esposa no nos dejó ingresar en su casa, indicando que está descansando”, comentó Quinteros.
Algunos héroes no pudieron amagar a la muerte como: Mario Zabalaga, Máximo Alcócer, Max Ramírez, Antonio Aguirre, Eduardo Espinoza y el Maestro Víctor Agustín Ugarte.
Ellos escribieron una epopeya histórica en el fútbol nacional al conquistar el máximo cetro del Sudamericano en un escenario que estuvo colmado de espectadores.
Tras finalizar el compromiso, la fiesta se desató en el estadio Capriles, los jugadores terminaron sobre los hombros de los aficionados y otros sin su indumentaria.
Pasaron 53 años y el hecho está marcado en la historia del fútbol continental con una gran campaña que dejó a la Verde como el único invicto del certamen.
Bolivia comenzó el sudamericano con un empate con Ecuador (4-4), luego cosechó cinco triunfos, sobre Colombia (1-0), Perú (3-2), Paraguay (2-0), Argentina (3-2) y Brasil (5-4).
“Lo único que pido a las autoridades es que nos faciliten la atención en salud, no necesitamos dinero, solo mejor atención”, dijo el capitán del equipo nacional del 63, Wilfredo Camacho, que perdió la visibilidad del ojo derecho, por causas naturales.
Los campeones ya sienten el rigor del tiempo y esperan mejores días.
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