P. ¿Qué pensabas o qué sentías apenas terminó el clásico?
L.A.: Fue algo increíble. La verdad que solo pensaba en las personas que me apoyaron y sobre todo en mi familia.
P. ¿De qué manera te apoyó tu familia en este regreso al fútbol?
L.A.: Siempre es fundamental la familia. La verdad que me ayudaron en los momentos en que uno cree que no va a poder lograr las cosas o que siente que se agotan las fuerzas. Pero por ellos pude hacer algo que hace algunos meses pensaba que era imposible.
P. ¿Como viviste estos meses de preparación en Blooming, un club en el que lograste tantos títulos? ¿Reflexionaste por el momento que atraviesa el club a nivel económico?
L.A.: La verdad es que yo sabía que volvía a mi casa, y como tal quería ayudar como fuera. Sabía de los problemas económicos y por eso también estaba la chance de volver para poder ayudar.
P. ¿Te acordás cómo empezó este plan para regresar?
L.A.: Yo prácticamente había dejado el fútbol después de Bolívar. Me llamó Boyero y no lo dudé, trabajé doble y triple turno con el preparador físico, fue toda una labor silenciosa, tranquila con mucha planificación y metas. Fue algo que conseguimos entre todos, el clásico es el fiel reflejo, porque todos me ayudaron para regresar y todos trabajamos ayer (domingo) para tener disciplina táctica y ganar el partido.
P. Y ahora, ¿a qué aspiras?
L.A.: La verdad yo tengo contrato con el club hasta junio, por lo que esto es partido tras partido. Por lo que haré todo lo que sea necesario para el equipo. Yo no tengo problemas para continuar y seguir en este club que ya dije que es mi casa. Por eso es que ahora disfruto de todo lo que el equipo afronta. Tenemos este domingo un partido importantísimo ante Wilstermann y podemos acortarle puntos al líder del campeonato. Estamos en un buen momento y queremos aprovecharlo.
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