Alejandro Saúl Chumacero Bracamonte sintió el adiós de Pablo Escobar, el emblemático jugador atigrado que ayer decidió decirle adiós al fútbol. Lo calificó como un padre más que cualquier cosa, un hermano, una persona que incluyó en su carrera: “mucha tristeza, no tengo palabras para expresarme, simplemente el dolor que uno siente, esta profesión tiene de todo, en este tipo de actos uno se siente conmovido”, dijo el jugador del Puebla de México, en contacto establecido con el programa Futbolmanía. Chumacero agregó emocionado que con Escobar compartió muchas cosas, “desde muy chico compartí la habitación, comida, su casa, como explicar lo que es Pablo, un gran ser humano, un gran padre, un gran capitán, siempre lo llevo en mi corazón, vaya donde vaya, me acuerdo de las enseñanzas que me ha brindado”. El jugador nacional expresó “que se retire ahora no es agradable, me hubiera gustado estar en su último partido...creo que voy a volver al Tigre (sonrisas), él ya me dirigió, fue mi entrenador, pero sí me encantaría que me vuelva a dirigir”. Tras esos minutos de nostalgia, el volante calificó de muy buena experiencia, el hecho de haber cumplido en el fútbol mexicano, más con la capitanía brindada por el DT Enrique Meza, en su club. “Desde las prácticas traté de mostrar mi trabajo, me gané su confianza, con la enseñanza que me brindan, no solo él sino también los compañeros”, dijo. En torno a su futuro, dijo que “respeto bastante a mi club, el Puebla, la gente encargada de eso seguro me dirá, uno siempre aspira a más, pero todo depende del club, de las negociaciones, yo me dedico a entrenar”. A diferencia de lo que sucedió cuando fue a Brasil, al Sport Recife, “esta vez salí un poco más maduro, estoy contento de estar en este buen momento”, agregó.
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