Juegue o no en la vuelta de la final ante River Plate (los vaticinios parecen indicar que no será titular), al cruceño Carlos Lampe ya nadie le podrá quitar lo logrado: se convirtió ayer en el primer boliviano en disputar un cotejo definitivo en la Copa Libertadores de América.
No importa lo que suceda en la vuelta del sábado 24, en Núñez.
El Gigante, que reforzó al Xeneize en octubre, no se paró en la cancha con sus compañeros, pero la celebración también es suya. El dorsal 28 que lleva en su espalda quedará para los registros del balompié boliviano y regional.
Después del empate (2-2) en la Bombonera, el arquero no subió imágenes en su cuenta de Instagram. No, al menos, hasta las 21:50.
Su participación en calidad de titular con Boca se encuentra lejana. Las alarmas optimistas suenan con relación al retorno de Esteban Andrada, recuperado ya de una fractura en la mandíbula. Y, para restar las chances de Lampe, el meta titular Agustín Rossi se mandó ayer una buena actuación que podría asegurar su presencia en el cotejo de vuelta.
Por otro lado, los medios argentinos destacaron el carácter del partido. Miraron hacia el estadio de River, el Monumental, como lugar en el que se decidirá el título.
“Empate monumental”, tituló Olé, en un juego de palabras con la cancha del Millonario, y añadió que se trató de una “tremenda final” en la que Boca no supo mantener la ventaja.
La Nación e Infobae coincidieron en calificar como “vibrante” la primera final.
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