Era un puntero derecho ‘endiablado’, jugó en la recordada selección nacional de 1977
Arturo Saucedo Landa era un habilidoso puntero derecho. Se lo recuerda, sobre todo, con la camiseta de aquella selección boliviana que en 1977 disputó las eliminatorias mundialistas y eliminó en primera fase a nada más y nada menos que a Uruguay en un grupo que también compartía Venezuela, aunque después cayó catastróficamente en la liguilla de Cali ante Brasil y Perú.
“Era un puntero derecho hábil, rápido y de movimientos en todo el frente del área adversaria, manejaba las dos piernas, tenía buena gambeta”, recuerda.
Saucedo Landa cumple hoy un año más de vida. Si es que no son 60, está cerca. Él dice “casi”.
Tuvo una trayectoria no muy larga en el fútbol, pero valiosa. Su estilo de juego hizo que en algún momento le dijeran “el Garrincha boliviano”. Algo tenía de ese ídolo del fútbol brasileño.
Saucedo tenía como compañeros en aquella selección de 1977 a notables de la talla de Conrado Jiménez, Jimy Lima, Miguel Aguilar, Pablo Baldivieso, Ovidio Messa, ‘Tamayá’ Jiménez, Carlos Aragonés y otros…
Ésa fue la cúspide con la Verde. Años antes ya fue convocado y comenzó a mostrarse.
“Bueno, el 70 me convocaron por primera vez, era el único jugador que salió de Real Santa Cruz. Posteriormente me llamaron para jugar preolímpicos y selección mayor, estuve en varias selecciones. La del 74, cuando jugamos la etapa eliminatoria contra la Argentina. Después, la fase de clasificación para el mundial del 78, cuando hicimos una gran campaña eliminando a Uruguay y Venezuela, pero ahí se inventaron el repechaje en Colombia y nos ganaron Brasil 7-0 y Perú 5-0, entonces quedamos fuera, porque si no era aquella situación nosotros hubiésemos jugado el campeonato de Argentina 78”.
Tiene gratos recuerdos de esa etapa de su carrera. Compartió “con grandes jugadores, con talento y capacidad todos”. La selección de 1977 “era un gran equipo, no es por desmerecer a nadie, pero la selección que llegó al mundial del 94 cumplió un largo período de trabajo, en cambio nosotros trabajamos el tiempo exacto y había gente de mucho nivel técnico”.
Recuerda con cariño a algunos técnicos que lo dirigieron. “Los profesores Carlos Trigo, Wilfredo Camacho, Freddy Valda, Ramiro Blacut, de todos ellos aprendí mucho”.
Saucedo Landa sólo jugó en clubes de Santa Cruz y en la selección. Hizo una carrera de pocos años hasta que se cansó. Pero hoy en día aún tiene gratos recuerdos.
“Sin duda alguna lo mejor que me pasó fue cuando llegué a Oriente, donde mostré mi mejor fútbol. La Bélgica me llevó al profesionalismo. En cambio, los malos recuerdos provienen de Blooming, la institución que me fregó mi carrera porque no me permitió ir al exterior, aquello me llevó a hacerme hincha de Oriente. En todo caso, la dirigencia de aquel entonces en Blooming no es la misma de hoy, en la que tengo grandes amigos, grandes personas y, sobre todo, gente correcta”.
Cuando decidió retirarse por los problemas con la gente del club celeste cruceño, optó por fundar la Academia Escuela del Oriente, donde forma jugadores. Ahí se inició su hijo Mauricio, actual integrante de la selección que disputa la Copa América en Argentina.
“Antes nosotros teníamos mucha personalidad, aparte del talento, porque teníamos convicción de que no éramos menos que otros, siempre teníamos el pensamiento de que podíamos jugar de igual a igual, sin achicarnos ante nadie”.
Saucedo recuerda que los futbolistas de su época “proveníamos de barrios humildes, llegábamos al fútbol con hambre y con ganas de triunfar. Y creo que los dirigentes de antes debían ser condecorados cada año, porque siempre estaban pendientes de sus equipos y de las selecciones, como los casos de Édgar Peña, José Laquis o Mauro Cuéllar, que cuando llegaron a presidir la federación siempre estuvieron pendientes de las necesidades de la selección, había apoyo; en cambio ahora existe ese apoyo, pero es interesado, no para respaldar sino por el interés del bolsillo de cada uno”.
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