Fue el debut soñado para el volante Edivaldo Rojas, quien en su primera presentación en un torneo oficial con la camiseta boliviana le anotó un gol a Argentina, de ‘taquito’, y fue noticia en todas partes del mundo, por eso recibió una infinidad de llamadas de parte de sus amigos y compañeros, sobre todo desde Europa (juega en el Naval de Portugal), quienes le felicitaron por la actuación que tuvo en el inicio de la Copa América.
“Sí, ya me llamaron mi familia, mis amigos y otras personas que me conocen allá. A nosotros nos pone eso contento y no tenemos más que seguir con una buena presentación. Pero la verdad es que aún nos falta mucho, aún no hemos logrado nada y hay mucho por recorrer”, afirmó ayer el volante.
Rojas es el más nuevo en la selección. Fue convocado por primera vez para los dos partidos amistosos contra Paraguay y el viernes jugó su tercer cotejo, el primero en un campeonato.
El jugador manifestó que todo lo que vive ahora es como si fuera una película de su vida, porque pasa un momento agradable. Y admitió que por el momento el gol que marcó en la Copa es uno de los más importantes, sino el más importante, de su carrera futbolística.
“Aún creo que puedo rendir mucho más. Lo que nos pasó en el debut fue muy lindo, pero ahora se viene otro partido que también es decisivo. Con el profesor planificamos todo lo que nos corresponde. Yo normalmente voy al primer palo, para de esa manera tratar de alcanzar una buena producción”, expresó el volante.
Para él, Bolivia es lo que más tiene que importar ahora. “Lo más importante es la selección y que tengamos de una vez la opción de mostrar cosas mucho más interesantes del equipo”.
El brasileño-boliviano se mostró tranquilo y, pese a que no es muy expresivo, dijo que está muy feliz por jugar en la selección y mucho más por jugar una Copa América.
Nuevamente destacó a sus compañeros a quienes agradeció por la buena acogida que tuvo durante todo este tiempo que conforma la selección.
Un rato libre tras el empate
Con la familia
Ayer por la tarde, los integrantes de la selección tuvieron una jornada de descanso, que la mayoría aprovechó para compartir unas horas con su familia. Algunos salieron con sus esposas e hijos que llegaron hasta la capital argentina para acompañarlos, es el caso del golero Carlos Arias y del capitán Ronald Raldes.
De compras
Otro puñado de jugadores optó por aprovechar una parte de la media jornada libre para pasear por el shopping Las Palmas de Pilar, que está muy cerca del mismo hotel de concentración de la Verde, y comprar algunas cosas para sus seres queridos.
Pies en la tierra
El valioso resultado obtenido en la inauguración no ha cambiado la actitud de los jugadores, coscientes de que nada aún se ha logrado. “Este torneo es rápido y no da tiempo para estar relajándose o para excederse en confianza”, manifestó Jaime Robles.
Muchas llamadas
El DT Quinteros contó que mucha gente lo llamó para felicitarlo. Lo más llamativo -—sostuvo— fue que una compañera de colegio se contactó después de muchos años con él gracias a que lo vio dirigiendo a la Verde.
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