viernes, 20 de noviembre de 2015

Yungas, la inagotable cantera



No existe una escuela de fútbol como la Tahuichi en Santa Cruz, pero de los Yungas siguen saliendo jugadores que alimentan el fútbol profesional boliviano. Lo hacen “disimuladamente”; sin embargo, demuestran que en esa región La Paz tiene una inagotable cantera. En la más reciente selección nacional que participó en las primeras cuatro jornadas de las eliminatorias hubo cuatro jugadores yungueños convocados.

La tierra donde nacieron los emblemáticos hermanos Luis y Juan Iriondo, Ramiro (+) e Iván Castillo, además de otros buenos futbolistas, no deja de aportar, aunque no se le dé demasiada importancia. Augusto Andaveris, Rómulo Alaca, Percy Colque o Jenrry Alaca también salieron de ahí, algunos de ellos ya están retirados. Fueron los hombres de transición.

Hoy están firmes en el profesionalismo Leonel Morales (Sport Boys), Ramiro Ballivián (The Strongest) y Gustavo Pinedo (San Martín de la Argentina), y no se puede dejar fuera de esa nómina a Jaime Arrascaita (Bolívar), cuyas raíces son yungueñas, aunque nació en La Paz. Los padres de Arrascaita son de Chicaloma, pero él se crió en la región de Santa Rosa del Mapiri. El futbolista de la Academia es sobrino de Andaveris.

Asimismo se abren paso Marcelo Zamorano y Henry Tórrez en San José, y Gustavo Arrascaita, quien juega en la preprofesional de Bolívar, entre otros. Con un perfil bajo, la mayoría de ellos está triunfando en el fútbol. Su presencia en el ámbito nacional se siente e incluso ya ha traspasado las fronteras, sobre todo con Pinedo, quien actúa en Argentina.

Para Leonel Morales, integrante de la selección boliviana en la Copa América de Chile 2015 y en los partidos de Eliminatorias Rusia 2018, es importante la presencia yungueña en el fútbol nacional, pero critica que los dirigentes, sobre todo de La Paz, no pongan sus ojos en la región, donde asegura que podrían encontrar una veta futbolística para explotar.

“Es una zona en la que hay chicos con gran ilusión de llegar al fútbol, con cualidades naturales interesantes que si son guiados, podríamos contar con más jugadores”, sostiene Morales, quien fue campeón liguero con Universitario de Sucre y luego jugó en el Sheriff Tiraspol, de Moldavia, donde igual obtuvo un título. El atigrado Ramiro Ballivián cuenta que los niños y jóvenes yungueños son amantes del fútbol por esencia, porque en los pueblos juegan desde chicos gracias a que no hay otras distracciones como en la ciudad.

“En cualquier pueblo de Nor o Sud Yungas, o Caranavi, a los chicos no les interesa si juegan con cachos o descalzos, con pelota de cuero o de trapo. Les gusta jugar en la calle, en la cancha. A mí me pasaba eso. Día a día nos forjábamos. Yo creo que si alguien hace un seguimiento y averigua por ahí, puede detectar más talentos. Los Yungas puede ser el primer semillero de La Paz”, sostiene el atigrado, quien también fue dos veces campeón con Universitario de Sucre.

La semana pasada estuvo en el estadio Hernando Siles Jaime Arrascaita, padre del volante de Bolívar del mismo nombre, quien está contento por su hijo. “Para nosotros es un orgullo que Jaime haya llegado a Bolívar, a la selección y ojalá vaya al exterior. Su hermano menor quiere seguir sus mismos pasos”.

El único yungueño que juega actualmente en el exterior es el coripateño Pinedo, en el club argentino San Martín de San Juan. Pinedo —a diferencia de sus paisanos— sí tuvo formación de escuela de fútbol, en la Tahuichi Aguilera en Santa Cruz, donde su familia fue a radicar hace años por motivos laborales. De niño fue acogido por el mismo Rolando Aguilera en un programa de becas para niños con talento y escasos recursos.

Bajo la línea de trabajo de los tahuichis, Pinedo fue parte de los clubes españoles de nivel B para abajo como Cádiz B, Xerez y Almería, luego regresó al país donde tuvo más éxito en Universitario para actualmente jugar en el fútbol argentino. Asimismo, juega a nivel profesional con continuidad hace una década Jenrry Alaca Maconde, quien desde que debutó en 2005 en La Paz FC transitó por diversos clubes ligueros, aunque le falta llegar a la selección boliviana.

Presencia yungueña desde mitad del siglo XX

El periodista Tito de la Viña considera oportuno citar a algunos renombrados jugadores yungueños que llegaron incluso a la selección boliviana, aunque fueron muchos futbolistas de esa región que se destacaron en los clubes de La Paz en particular.

Hay dos apellidos excluyentes como los Iriondo de los hermanos Juan y Luis, ambos ya fallecidos, y los Castillo, de Ramiro, quien también murió, e Iván. En el Bolívar de los 40 destacó el coroiqueño Adán Linares y en The Strongest del 60 alternó el arquero irupaneño Jorge Pabón, y en los 70 el delantero Natalio Flores, de la región de Arapata.

El periodista Miguel Flores, en su libro Chulumani 100 años de fútbol, destaca a jugadores como Víctor Hugo Méndez, en Chaco Petrolero de los 70, y Willy Carranza, en Municipal. En la era liguera lucieron su juego Guillermo Aliaga, Reynaldo Zambrana, de la Chojlla; Rigoberto Cuevas, de Irupana; Eloy Castillo, de Coripata; Gonzalo Guarachi y Daynor Portugal, ambos de Coroico; Nicolás Tórrez, Julio Zabala, Severino Ortega, Demetrio Angola, todos de Coripata; y Nicolás Flores, de La Plazuela.

Hasta hace algunos años jugaban el coroiqueño Aldo Gutiérrez y el caranaveño Gustavo Gois de Lira, un arquero intrépido que llegó a las inferiores de Bolívar y luego jugó en La Paz FC y Nacional. Y estuvieron entre los últimos destacados Percy Colque, quien jugó incluso en el exterior y el zaguero Rómulo Alaca, de destacada participación en la última línea de sus equipos.


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