Volvió al Tigre en un tercer ciclo para ser campeón; pero no sólo tuvo el privilegio de levantar la Copa, también se convirtió en el goleador, en el mejor jugador y también en uno de los referentes de la entidad. Su frase: “Cuando se tenía que jugar, se jugó, y cuando no, se puso mucha garra” pinta el carácter del Tigre campeón.
El título es especial hasta en lo familiar. Cuando nació su hijo, Benjamín, dijo que esperaba que llegue con el título debajo el brazo, el menor de la familia no falló.
Agradece los elogios, pero en tono humilde también destaca la labor de sus compañeros, de todos por igual. “Este equipo espectacular que tenemos. Los muchachos pusieron todo en el campo de juego, En los momentos más difíciles pusimos la cara por este equipo”.
Se enojó por la actuación del árbitro, que no cobró penales para su equipo, también reconoció que cuando llegó el empate, se les complicó. “Por suerte manejamos bien el partido”.
Destacó también que cuando nadie confiaba en el plantel, ellos supieron salir adelante hasta festejar. “Estuvimos concentrados casi 30 días; se trabajó duro y hoy se pueden ver los frutos de ese trabajo”.
Su satisfacción es doble porque se convirtió en el goleador del equipo, aunque para él tiene más valor el campeonato, que considera que “no ocurre todos los días, aquí el título es lo más importante”.
Dio a conocer la virtud del grupo para la conquista del octavo título. “El grupo estuvo fuerte anímicamente, eso es importante cuando uno va a encarar este tipo de partidos. También la superación y la humildad ante todo. En los momentos muy difíciles, el grupo fue fuerte, mantuvo la humildad, y se ha superado día tras día. Me parece que ésa fue la base de este logro. Pasamos de villanos a héroes por la unidad del grupo y el entrenador”.
La frase
"Cuando uno vuelve, siempre quiere lo mejor, evidentemente yo soñaba con este objetivo, pensaba que se podía dar”.
Pablo Escobar / JUGADOR DEL TIGRE
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