Es la ‘joya’ de Oriente, que lo tasó en $us 3.000.000, siendo el jugador más caro en el fútbol de Bolivia. Alcides Peña cree que vale lo que juega, pero no se agranda, pues tuvo varios tropiezos que lo hicieron madurar, por lo que ahora, en las puertas de su nueva etapa de casado, quiere consolidarse futbolísticamente. El ‘Negro’ destacó la importancia de Erwin Sánchez en su ‘levantada’, y ahora espera partir al fútbol del exterior, de lo contrario buscará la forma de que el club albiverde le haga un nuevo trato económico, aunque de ese tema se encarga su apoderado, porque él solo piensa en jugar.
- ¿Cómo analizás la temporada pasada?
- Fue buena, en parte, ya que si en lo personal me fue bastante bien, no pudimos ganar el título que era el mayor objetivo de todo el grupo.
- ¿Qué fue los más importante para que te consolidés?
- Fue el nacimiento de mi hija (Kiara), porque me hizo madurar y mejorar en todos los aspectos. Recuerdo que cuando estaba jugando bien me lesionaba y quedaba al margen varios partidos, así que en esos momentos estaba siempre la familia, mis padres que nunca me dejaron solo. Ahora todo lo hago por ellos con la ayuda de Dios.
- ¿Quiénes fueron las personas clave en tu carrera?
- Mi padre, porque él siempre soñó con que yo juegue en primera división. Cuando era chico le pedí que me llevara a la Academia Tahuichi, así que hizo un esfuerzo y se dio tiempo, a pesar de su trabajo, para acompañarme a entrenar, como lo hace hasta hoy, pues siempre está donde juego. Fue mi gran motivación.
- ¿Tiene Erwin Sánchez que ver en tu buen nivel?
- Sin duda. Hace unos días le agradecí porque desde el momento que llegó a Oriente confió en mí. Recuerdo que cuando asumió como entrenador yo estaba recuperándome de una lesión que me dejó fuera varios encuentros y me dijo que me ponga en las mejores condiciones, ya que mientras él estuviera al mando en Oriente, yo iba a jugar. Esa confianza me motivó mucho y por eso en mi regreso dejé todo en la cancha (fue en el primer clásico del torneo Clausura, en el que anotó un gol).
- ¿Llegaste a tu techo en lo futbolístico?
- No, pienso que esto es recién el comienzo, sé que puedo dar mucho más porque cada vez estoy madurando en todo sentido. Creo estar en una muy buena etapa de mi vida,y además soy joven. De cualquier manera, voy a seguir trabajando duro para que este buen nivel que he alcanzado pueda mantenerlo por mucho tiempo.
- ¿Creés que es el momento de que jugués en el exterior?
- Me siento preparado para un reto importante, además lo vengo demostrando desde hace tiempo. Así que si Dios mediante, se me presenta la oportunidad, voy a demostrar que puedo jugar donde sea.
- ¿Sabés si hay ofertas concretas para que podás jugar en un equipo del exterior?
- Sí, ese tema ya lo hablé. De aquí en más depende de mi abogado y del presidente del club (Miguel Ángel Antelo), porque yo estoy concentrado en la parte futbolística. Eso sí, estoy al tanto de todo lo que sucede en cuanto a mi situación y las posibilidades de una transferencia.
- ¿Te dijeron que valés $us 3.000.000?
- Sí, esa es la cifra que Oriente está pidiendo al club que quiera mis servicios. En principio no lo tomé en serio, pensé que era broma, pero es cierto, eso valgo.
- Y ese monto millonario que se ha fijado por tu ficha ¿no es una exageración?
- Uno tiene que hacerse valer, porque para eso trabaja. Quizás es exagerado decir que un futbolista boliviano cuesta $us 3.000.000, pero en lo personal me valoro y el precio está bien. Además, sé que si llego a jugar fuera del país, el monto podría elevarse mucho más. De todas maneras, este tema no es para que los humos se me suban, sino más bien para motivarme a rendir al máximo.
- Si valés tanto ¿seguro tenés que ganar más?
- Sí, eso lo sé, pero ese es un tema que lo ve mi representante. De todas maneras, si no llego a irme al exterior vamos a tratar de negociar con Oriente para que ambas partes estemos conformes; así uno puede pensar solo en jugar y dar lo mejor para el equipo.
- ¿Algún legionario (compañeros en la selección) te dio un consejo sobre el fútbol del exterior?
- El ‘profesor’ Erwin Sánchez, que fue un emblema en Boavista, de Portugal, me dijo que en el fútbol del exterior las exigencias son mucho más fuertes que las que hay en Bolivia, porque los clubes son grandes y muy profesionales. Él nos dice que lo mejor está fuera de nuestras fronteras, así que eso también es una motivación especial.
- ¿Qué análisis hacés de la selección en las eliminatorias?
- Sin bien los resultados no se han dado como nosotros queríamos, lo que hay que valorar es que todos los que defendemos la camiseta de nuestro país dejamos la vida en la cancha porque queremos ganar. El grupo es muy bueno y solo falta que podamos mejorar la definición para lograr los triunfos. El último partido contra Paraguay (se ganó 3-1) fue un desahogo para todos los compañeros y también para el técnico, que nunca pierde la esperanza, al igual que nosotros, de que podamos clasificarnos para el Mundial. Todavía tenemos chance, pero hay que pelear muy duro.
- A pesar del mal momento en general, ¿la selección es una vitrina?
- Eso lo tengo claro. El partido contra Paraguay fue el más importante de mi carrera, porque hice un gol, más allá de que fue de carambola, pero de esa manera mi nombre ya sonó internacionalmente y empiezan a conocerme.
- Fuiste el segundo goleador de Oriente ¿en qué aspecto consideras que más has evolucionado?
- Me siento mejor en la definición y eso es porque acá (en Oriente) Erwin Sánchez nos hace practicar mucho en ese aspecto, lo mismo que en la selección, porque sabemos que en el fútbol boliviano hace falta goles; hay que mejorar en el día a día.
- Volvieron los clásicos (en la Copa Cine Center). ¿Qué es lo que más te gusta de un clásico?
- La intensidad con la que se juega. Oriente tiene una característica y es que siempre se juega con el corazón. Hay muchos nervios y ansiedad por disputarlo y eso lo hace muy especial, no por nada es el partido más importante del país.
- ¿Con quién de tus rivales tenés un duelo particular cuando se juega un clásico?
- En los últimos clásicos con Enrique Díaz, porque es un jugador que siempre va fuerte a la marca, por lo que yo también tengo que ir con la misma intensidad, pero siempre es una lucha sana.
- Si te vas de Oriente ¿a quién ves como tu remplazante en el equipo?
- Primero que no soy Messi. Tenemos un gran equipo, con jugadores de gran nivel, por lo que yo soy un complemento. Además, hay muchos jóvenes que esperan su oportunidad para aportar con todo lo que saben. En ese sentido, si me toca irme seguro aparecerá alguien de buenas condiciones.
- ¿Te arrepentís de algo?
- No sé, por ahí a veces las lesiones que me afectaron tenían que ver con cosas que podía haber evitado (extrafutbolísticas), pero eso ya pasó, gracias a Dios tuve la fuerza para enfrentar los malos momentos y levantarme.
- ¿Es verdad que tenés sangre brasileña?
- Mi padre es de familia brasileña, es decir, sus padres son de ese país, además tengo tíos allá, pero yo soy boliviano, así que cuando me pregunten por mis condiciones y habilidades, siempre diré que mi talento es cotoqueño...
- ¿Ya se te cumplieron los sueños de cuando eras chico o tenés pendiente alguno?
- El primer sueño lo estoy cumpliendo porque quería jugar en Oriente, cada vez que podía venía a ver los clásicos. En el ámbito internacional, me gustaba usar la camiseta del Manchester United, porque admiraba a David Beckham, que en ese tiempo era una indiscutida figura mundial. También, desde niño, soñé con ser reconocido en el país y en el mundo, por lo que sé que tengo que trabajar muy duro para jugar y triunfar en el exterior.
- ¿Qué significado tiene tu familia a esta altura de tu vida?
- Todo. Vengo de una familia humilde, muy trabajadora. Mis aspiraciones siempre fueron dar las mejores comodidades a mis seres queridos, aunque nunca nos faltó nada porque mi padre se esforzó mucho para sacarnos adelante. Pero uno siempre quiere asegurar económicamente a toda tu familia.
- ¿Estás preparado para iniciar tu nueva vida de casado?
- Siento que sí. Estoy contento porque después de cinco años, decidimos, con mi mujer, formalizar nuestra relación por lo civil y lo religioso. Mucho más con nuestra hija, que tiene un año y tres meses.
Perfil
Un ‘chico’ arraigado en Cotoca
Alcides Peña nació el 14 de enero de 1989 (este año cumplió 23) en Santa Cruz, pero desde pequeño vivió en Cotoca, por lo que está muy arraigado a la tierra de la Virgen más venerada del oriente boliviano.
Es el mayor, y único varón, de cuatro hijos frutos de la unión entre Alcides Peña (padre) e Isabel Jiménez. Sus hermanas son Salidey, Helén y Yandira. Dentro de poco se casará con Nineth Urgel, con quien ya tiene una hija, Kiara, que cumplió un año y tres meses.
“El nacimiento de mi hija (Kiara) me hizo madurar y con ello mejoré en todos los aspectos”
“Al profesor Sánchez le agradecí porque desde que llegó confió plenamente en mí”
“Pienso que esto es recién el comienzo, sé que puedo dar mucho más, porque estoy motivado”
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