Milton Melgar motiva a niños con el ejemplo

Milton Melgar incentiva a los niños de su escuela de fútbol en Santa Cruz con el ejemplo, el exastro les relata triunfos y derrotas de su larga y rica trayectoria de más de 20 años.

Melgar encontró la mejor manera de hacerlo exihibiendo en una sala del Complejo Golazo de Santa Cruz las más de 150 camisetas que intercambió con exastros como el brasileño Zico o el argentino Diego Maradona, o con figuras de España, Corea del Sur y Alemania en el Mundial de Estados Unidos. Además, otra buena cantidad de los clubes en los que jugó en el país, las de los argentinos Boca Juniors y River Plate y las de la selección nacional.

La muestra tiene, además, muchas fotos y videos que recuerdan el paso de “Maravilla” —así era llamado— por canchas del país y del exterior.

Ruth Cuéllar, su esposa, es la artífice de la presentación. Milton cuenta que ella se encargó de guardar y conservar los recuerdos del fútbol.

La galería de camisetas que Melgar intercambió en su carrera. Foto: Milton Melgar

“Surgió la idea de habilitar un espacio en el Complejo Golazo, donde funciona uno de los grupos de la escuela, y armamos una muestra para que los niños sepan quién es el director. Es que no me vieron jugar y del fútbol de mi época no conocen nada”, dice Melgar.

Él mismo se encarga de explicar a los chicos la historia de uno y otro recuerdo. “Y los niños se sorprenden al verme en fotos con Diego Maradona y me preguntan y quieren saber cómo es estar en un Mundial, yo les respondo que a la edad de ellos comencé a jugar”.

Las exposiciones también están abiertas para los padres, que son los que quieren ver a sus hijos en grandes clubes de Europa.

“Para los niños, el fútbol es diversión, los motivo para que hagan deporte. El fútbol fue, es y será un juego; pero hay un momento de practicarlo en serio y hacerse profesional, pero para eso hay mucho tiempo. Hasta los 10 o 12 años los chicos tienen que divertirse y si tienen condiciones se les puede inducir y trabajar luego”.

Melgar agradece también el apoyo de la Fundación Infocal de Santa Cruz, cuyo aporte hace posible que chicos de familias con escasos recursos pero con condiciones para jugar den sus primeros pasos en esta disciplina.