jueves, 2 de agosto de 2018

Wayar, el cachorro es ya un Tigre consolidado



Tenía 17 años cuando llegó a The Strongest sin ninguna experiencia profesional. Fue en 2012, era un “cachorro”. Hoy, con 24 abriles y en su octava temporada en el equipo ya es un Tigre consolidado.

Diego Wayar persistió, creció en lo futbolístico y es un referente stronguista, aunque de bajo perfil, con casi 200 batallas con esa camiseta.

El tarijeño es un hombre vital en la medular stronguista, tanto en la contención, como en la salida. Con mayor experiencia, oficio y jerarquía. Además, buen trato de balón, infatigable recuperador y con visión de juego; encima le pega bien a la pelota.

Incluso su constitución delgada y no tener una talla alta nunca fueron desventaja, porque asegura que ya aprendió a pararse mejor. “Jugando la Liga logré ritmo, confianza y con los partidos internacionales obtuve mayor seguridad. Es muy distinto estar en un partido del nivel de Copa o Eliminatoria”, explica.

“Cada vez me voy ubicando de mejor manera, trato de aplicar todo lo aprendido y crecer lo más que puedo, sin ningún límite”.

Ese crecimiento futbolístico alcanzado hace que sea titular, incluso por delante de un volante de experiencia como Wálter Veizaga.

Además, es uno de los tres más antiguos de la plantilla aurinegra. Y es que luego de Daniel Vaca, el ‘decano’ del actual grupo y quien llegó al club en 2011, dos lo secundan: Pablo Escobar, que regresó en 2012 y precisamente Diego Wayar, quien entonces hacía sus primeras armas. Él asiente, aunque hace notar que también es por la salida de Alejandro Chumacero y de su coterráneo Nelvin Soliz, otro par de esa época.

“Desde que llegué son muy pocos los que quedaron. Están Daniel (Vaca) y Pablo (Escobar), de quienes aprendo. Estoy contento por estar ya un buen tiempo en el club, porque todo fue crecimiento en diferentes aspectos”.

“Diego Wayar es el ejemplo para un joven que llega chico a un club, que vivió bajo la tribuna, que tiene sueños y los va cumpliendo. Se ganó un espacio y es titular indiscutible, solo que no es portada de diarios cada semana y no tiene mucha prensa, pero es un ejemplo claro de lo que hay que hacer”, lo elogia el capitán.

Wayar grita un gol de la selección boliviana por eliminatorias. Foto: AFP

Para Escobar, el tarijeño es un futbolista inteligente, educado y con ganas de aprender. “Es un ejemplo, como lo fue Alejandro (Chumacero). Diego es el amigo que todos queremos tener en la vida”, remarca el ‘10’.

Wayar no es de los que busca aparecer. “La verdad es que no me siento referente, ni nada, para eso se debe hacer mucha carrera y no estoy ni en la mitad de lo que hicieron muchos jugadores stronguistas. Sigo aprendiendo y, si Dios quiere, en algún momento ojalá pueda imitar a mis compañeros y comenzar a ser líder y guiar a los más jóvenes como lo hicieron conmigo”.

El aún joven mediocampista rescata diversas enseñanzas de los varios entrenadores y jugadores que tuvo de compañeros. “Me siento un bendecido por las muchas cosas vividas y sé que vendrán más. Me dicen que siga los pasos de Chumita (Alejandro), espero que sea así. Yo lo admiro, vi como creció y ahora está en México, espero seguirlo porque lo vi como guía”.

Recuerda que fue un privilegiado al bautizarse en el tricampeón, aunque él solo estuvo en dos títulos de esos tres muy recordados. Desde entonces los nervios fueron desapareciendo.

“Las cosas pasaron muy rápidas, y en lo personal quiero más, la idea es seguir creciendo”.


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