La preparación física en un club deportivo es algo esencial en la preparación del deportista, sin embargo no a todos les agrada por lo exigente que suelen ser estos trabajos. Pero los que estuvieron bajo las órdenes de “Papi” Vaca, pueden testificar que a aquello que trataban de esquivar, al final terminaban enamorándose de los entrenamientos por el estilo ameno que llevaba adelante el que fue el mejor preparador físico del fútbol boliviano.
Este lunes por la mañana se dio el deceso de José Antonio Vaca Sánchez, destacado profesional en la parte física y ex preparador físico de la Selección Nacional.
Es común escuchar halagos de todo tipo cuando una persona deja este mundo, algunos lo pueden hacer por cumplir con el momento y otros lo hacen con toda su sinceridad. Lo cierto es que si hay alguien de quien se puede decir que era más que un tipazo; ése era “Papi” Vaca, un sujeto conocido en el mundo del fútbol boliviano y que supo dirigir a futbolistas como Juan Manuel Peña, el “Diablo” Etcheverry, por citar algunos de esa gloriosa camada de jugadores que llevaron a Bolivia a su primer Mundial por mérito propio.
Su currículo como profesional es de conocimiento público, además que su trabajo quedaba reflejado en los diferentes clubes que trabajó y obviamente en la Selección. De hecho, más de un entrenador de la Verde tenía como prioridad incorporar al experimentado preparador físico y partir de ahí se armaba el cuerpo técnico.
Pero más allá de su higiénica carrera profesional, “Papi” era un hombre con un carácter agradable, era de esos tipos que siempre te atendía con una sonrisa y dispuesto a darte una mano, incluso sin conocerte demasiado. Él podía pasar horas hablando de anécdotas de fútbol que vivió con la Selección, además de opinar de la actualidad de la Verde y pese a su trayectoria como profesional, nunca se subió a las nubes y siempre era accesible a los micrófonos.
“Papi” Vaca tenía un estilo propio en su trabajo, más allá de ser el preparador físico del equipo, él aconsejaba al grupo tomando una figura paternal y estos mensajes tenían tanta transparencia, que los jugadores solían escucharlo con suma atención. Esta experiencia, la tuvieron los jugadores de Atlético Ciclón, en el segundo semestre del 2014, cuando el albiceleste iniciaba la pretemporada para disputar la primera fase de la Copa Simón Bolívar. Por cierto el director técnico del equipo era Fernando Salinas, el amigo del alma de “Papi”.
Su principal estilo de llevar adelante su trabajo consistía en que sus diferentes ejercicios los realizaba con alegría, a tal punto que los jugadores no terminaban sintiendo los exigentes trabajos físicos y en vez de escuchar quejidos, estos soltaban risas por las bromas que imprimía el PF en su trabajo.
En fin, se puede escribir un libro para describir la clase de persona que fue José Antonio Vaca Sánchez y de lo que dejó su trabajo en el fútbol nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario