Eduardo Villegas. Cuatro títulos ganados como jugador y otros cuatro como DT

Eduardo Andrés Villegas Cámara es un cochabambino, de 49 años, que aportó mucho al fútbol boliviano como jugador y lo sigue haciendo ahora como director técnico. Su historia como jugador, plagada de éxitos, se remonta a los años 80, cuando siendo apenas un niño empezó a abrirse camino en la escuela de fútbol Enrique Happ. Allí jugó desde los 8 hasta los 18 años, antes de dar el salto al profesionalismo.

En esa gloriosa escuela de fútbol cochabambina, comparada en su momento con la Academia Tahuichi Aguilera por la labor parecida que cumplían descubriendo talentos, compartió camarines con jugadores como Tito Montaño, Hugo Rodríguez, Richard Siles, Ronald Becerra, Fernando Rosales y Sigmar Nállar, entre otros. Algunos de ellos también llegaron a jugar en la Liga, otros en cambio no tuvieron esa fortuna.
A sus 17 años estaba listo para dar el salto al fútbol grande, pero sus padres se opusieron porque querían verlo primero bachiller. Con 18 años ya cumplidos y con la venia de sus padres, Petrolero compró su ficha gracias a las gestiones de un tío que trabajaba en Yacimientos, y desde entonces no paró de cosechar logros importantes en su carrera como futbolista.
Jugando para el desaparecido Petrolero, entre 1983 y 1985, fue cuando se abrió la posibilidad de ir a The Strongest. Al Tigre llegó como marcador central porque desde sus inicios jugó en ese puesto, pero con el tiempo, al mando de Juan ‘Gitano’ Farías, pasó a ser volante de marca, posición donde tuvo un gran destaque, llegando a las selecciones nacionales, juveniles y la mayor.

Después de un par de temporadas en The Strongest, el presidente de Blooming, Roberto Paz Limpias, lo invitó a sumarse al club en 1988, jugando una sola temporada para la academia cruceña. “Teníamos un buen equipo, pero lamentablemente no nos fue bien”, remarcó. Recuerda que en ese equipo estaban Jacinto Rodríguez, Antonio Revuelta, Rolando Coimbra, Miguel Ángel Noro, Johnny Herrera, Néstor Vaca, Édgar Castillo, Víctor Hugo Andrada, Roly Paniagua, Claudio Chena y Álvaro Guillermo Peña, entre otros.
De Blooming volvió a The Strongest, en el que jugó un par de temporadas (1989-1990) antes de pasar a Wilstermann (1991). Volvió otra vez al Tigre en 1992, en 1993 pasó a San José, en 1994 fue contratado por Bolívar, en 1995 y 1996 fue parte de San José, volvió al Tigre en 1997 para finalmente terminar su carrera en Independiente Petrolero, en 1999, debido a una lesión, con 35 años bien cumplidos y cuatro títulos nacionales a cuesta.
De todos los equipos donde militó, dice haberse sentido cómodo a plenitud en The Strongest en 1986, el año que el equipo paceño fue campeón y al mismo tiempo lo declararon mejor jugador de la Liga.

Fueron 16 años a puro pulmón. Eduardo era un jugador técnico, le gustaba el buen trato al balón, pero también se destacaba por su garra. Era agresivo, iba fuerte a la marca, pero sin mala intención. Pese a ser volante, tenía mucha llegada y anotaba goles. “Debo haber marcado unos 70”, dijo.
Después de su retiro, en 1999, al año siguiente fue invitado por el uruguayo Rosario Martínez a ser parte de su cuerpo técnico. “Tengo que admitir que no sabía nada de la función, él me enseñó mucho el semestre que trabajamos juntos”, sostiene. Con esa escasa experiencia decidió tomar el curso para entrenador de fútbol dictado en La Paz y a partir de entonces comenzó su exitosa carrera como técnico. Fue campeón una vez con Universitario, otra con Wilstermann y en dos oportunidades con The Strongest, equipo al que sigue ligado.

Tiene dos objetivos
Eduardo Villegas es de esas personas que se propone algo y no para hasta lograr sus metas. Sueña con dirigir la selección nacional mayor y con salir al exterior a demostrar sus condiciones. Mientras tanto, su presente es el Tigre de su corazón

POR DENTRO

Corazón atigrado

FECHA DE NACIMIENTO 29 - 03 - 1964
EDAD 49 años
Se inició en Enrique Happ y de allí dio el salto al profesionalismo. Jugó en Petrolero, The Strongest, Blooming, Wilstermann, San José, Bolívar e Independiente Petrolero. Está casado con Tatiana Reyes Ortiz y tiene cuatro hijas: Katherine, Mariana, Isabella y Valentina.