El momento dulce de Yasmani Duk es un premio a la entrega y fortaleza de un hombre que ha podido transitar un camino lleno de obstáculos desde niño. Su padre lo abandonó cuando era pequeño, y su madre, en busca de darle una mejor vida, se fue a trabajar a España. Para colmo de males, el año pasado su hermano mayor fue diagnosticado con cáncer. Más retos que esos no pueden haber, y aún así el ‘Gladiador’ camireño salió adelante y ahora comienza a cosechar los frutos de su fe en Dios y su deseo de superación.
“Mi padre siempre fue mi hermano Iván, el que me crio”, dijo el goleador de Oriente, a punto de derramar lágrimas, tras recordar que su progenitor se fue de su casa cuando él era niño. Aunque sabe que su padre se llama Jorge.
La necesidad hizo que doña Cecilia, madre de Yasmani, emigre a la Madre Patria en busca de mejores días para asegurar el futuro de sus hijos. Iván, hoy de 32 años, fue el mentor del ‘Flaco’, que siempre soñó con jugar, más allá de que la familia quería que estudie. Al final se salió con la suya.
A Oriente llegó en 2010, con 22 años, aunque pudo estar un par de años antes, cuando Celio Alves dirigía las inferiores del equipo albiverde y fueron a Camiri para jugar un amistoso con la selección del pueblo, en la que Yasmani era titular con 18 años. Aquella vez, su madre le pidió que termine el bachillerato y después podía seguir su sueño.
“No pude venir esa vez, pero en 2010 me animé y le dije a mi hermano que me probaría en Oriente”. Así, Yasmani estuvo entre más de 140 jóvenes que esperaban superar las pruebas que estaban al mando de Juan Carlos Farah (DT de las menores). Fue el ‘Turco’ el que de entrada lo apuntó y ya nomás le dijo que se quede. Ahí comenzó su historia en el fútbol profesional.
Gustavo Quinteros lo hizo debutar en 2010, luego con Ariel Cuffaro Russo y Carlos Ramacciotti también tuvo partidos en 2011, pero en 2012 fue separado por Erwin Sánchez y decidió ir a La Paz F.C. Allí tuvo un buen torneo en lo individual, aunque todo casi se fue a la borda cuando supo que su hermano, Iván, al que llama ‘su padre’, tenía cáncer. “Quería dejarlo todo y estar con la familia”, señaló.
Pero Iván le dijo que no se detuviera, que la mejor quimioterapia para sanar del cáncer era verlo jugar, así que Yasmani redobló su dosis de esfuerzo y se destacó en el club azulgrana llegando a la selección y abriéndose de nuevo la puerta en el equipo de sus amores.
Roberto Pompei le dio chances y Duk respondió con entrega y goles, justo lo que buscaba el entrenador de Oriente, que ahora lo tiene con un puesto casi inamovible.
Ahora, el delantero respira con alivio, su madre regresó, su hermano casi está curado, su esposa (Yuli) y su hijo (Pedro, de 4 años) lo alientan, y de paso está haciendo goles, por lo que solo espera que la dirigencia le reconozca haciéndole un mejor contrato. Este es un mano a mano con Duk.
¿Cómo vivís este buen momento?
Hoy me va bien, pero espero que las cosas sean mucho mejor, ya que cuento con el apoyo de mi familia, mis compañeros y del cuerpo técnico, algo que a uno le permite trabajar con muchas ganas y sobre todo humildad.
¿Qué tan importante fue haber dado un paso atrás jugando para La Paz F.C.?
Fue lo mejor que pude hacer porque necesitaba tener oportunidad para jugar y allá me abrieron las puertas. Además, en La Paz F.C. tuve la posibilidad de hacer buenos amigos, los cuales formamos un grupo unido, más allá de que el club descendió, ya que ese aspecto no fue por culpa de los jugadores, sino que había otros factores que desembocaron en ese final.
¿La pasaste mal?
Vivimos momentos complicados porque no había condiciones para trabajar (les debían salarios). Los cruceños nos ayudábamos siempre porque estábamos lejos de nuestras familias, que tampoco la pasaban bien. De esas cosas uno no quiere acordarse porque no deseo vivirlas de nuevo. Sin embargo, a pesar de eso sacamos fuerzas para destacarnos y eso hizo que otros clubes se interesen en nosotros, por lo que ahora hay varios compañeros a los que les está yendo bien, por eso ahora la alegría es el doble.
¿Cómo pudiste sobrellevar la enfermedad de tu hermano?
Fue muy difícil, recuerdo que cuando estaba en La Paz F.C. y también en la selección, el estado de mi hermano se complicó y me pregunté ¿mi familia o seguir jugando? Quería dejarlo todo en ese momento, pero tengo un hermano muy fuerte que me dijo que no me venga, que esté tranquilo y me quede, que él iba a salir de todo esto. Hay veces que uno no es apegado a Dios y cuando tiene a una persona allegada en peligro, recién se da cuenta de que lo necesitamos y lo llegamos a conocer. Ahora mi hermano está saliendo poco a poco de este mal.
Cuando terminó el torneo anterior ¿tu meta era quedarte en Oriente?
No estaba con ganas de quedarme porque cuando volví hablé con los dirigentes, que me dijeron que debía esperar a ver si conseguían otros delanteros y que si no lo hacían, yo era una opción. No me sorprendió esa actitud porque nuestros dirigentes son así, a los nacionales les dan 50 centavos y a los que vienen de otro lado, mucho más. Yo quería que Oriente me ceda un año más a préstamo porque, además de Universitario, había otros clubes interesados en mis servicios, pero no querían largarme, debía esperar.
¿Cuándo es que te convencés de que tenías que quedarte?
Siempre fui una persona positiva y estaba convencido de lo que podía, pero esto es fútbol y hay momentos buenos y malos. Sin embargo, cuando comencé a entrenar, pensé y me metí a la cabeza que lo más importante era jugar y estar cerca de mi familia y de mi hermano (sufría de cáncer), así que debía trabajar duro.
¿Tenías una especie de revancha?
Sí, porque es duro cuando te vas de un equipo como Oriente. Hay veces que la llegada de un técnico (había asumido Erwin Sánchez, que lo marginó del plantel) cambia tu futuro, y a mí me tocó, pero gracias a Dios no me desanimé y, al contrario, me fortalecí para salir adelante en otro lado (La Paz Fútbol Club).
¿Pompei tuvo que ver en tu permanencia?
Desde el comienzo, el entrenador fue sincero, y creo que eso es lo más importante en una persona que maneja un grupo, que te diga de frente si te va a tomar en cuenta o no. Pompei siempre dijo que nadie tiene el puesto comprado y eso a uno lo motiva porque lo demás depende del trabajo y de la entrega diaria y en los partidos. Además, siempre me dijo que viva en el área, pues es ahí donde un delantero debe sacar diferencia.
¿Algún dirigente confió plenamente en vos?
El único fue Dorian Montero, porque siempre dijo que yo tenía más por dar y que me esfuerce al máximo, que lo haga por mi familia y por mi hermano, que estaba enfermo.
¿Cómo es que te ganás el puesto?
El profesor me dio minutos en la Copa Cine Center y supe aprovecharlos al anotar tres goles, y creo que eso valió para agarrar confianza. Mi idea, desde que decidí quedarme de nuevo en Oriente, era que el entrenador la tenga difícil a la hora de elegir a los delanteros y la única manera era dando lo mejor y marcar, no había otra.
¿Cambiaste en relación con la primera vez que llegaste a Oriente?
Por ahí lo diferente es la experiencia que logré en La Paz F.C., y digo esto porque tuve continuidad y jugué casi un torneo completo, pero después en lo demás soy el mismo, con la misma dedicación para entrenar al cien por cien y con la humildad que me enseñaron mi madre y mi hermano.
¿El trato económico que tenés es el que esperabas, cuando volviste?
No, no lo es, esa era una de las razones por la cual quería irme a otro lado porque hubo clubes que me ofrecieron el doble de lo que gano en Oriente. Y no es que sea ‘platista’, pero yo necesito el dinero por mi familia y mi hermano, ya que la enfermedad que sufre es complicada y se gasta mucho, y es difícil conseguir el dinero. En este sentido quiero agradecer a todos los amigos, compañeros y a la gente desconocida que nos ayudó en los momentos críticos.
¿No hubo manera de que Oriente te deje ir?
No me dejaron.
¿Y no reclamaste por un mejor contrato?
Quedamos en que si me va bien y soy titular, vamos a hablar antes de fin de año, pero bueno, qué le vamos a hacer, en Bolivia es así, los nacionales somos devaluados. De cualquier manera, ojalá que mejore mi situación porque mi contrato es largo, hasta 2017, y la verdad es que uno siempre aspira a más porque de esto vivimos los futbolistas.
¿Oriente está para pelear el título, eso teniendo en cuenta que Bolívar, The Strongest y Wilstermann vienen bien?
Nuestro grupo es muy bueno, en todo sentido, así que en esta parte estamos sólidos y siempre buscamos resultados positivos, de local y de visitante. Sabemos que hay buenos equipos, pero nosotros estamos peleando, más allá de que el fixture en esta primera rueda nos tocó complicado, por la cantidad de encuentros de visitante. La clave será sumar lo más que se pueda fuera de casa y de local no dejar escapar un punto.
¿Es difícil jugar en un club como en el que estás?
Es muy difícil porque hay jugadores de gran nivel y la competencia es todo el tiempo, no podés descuidarte y tenés que entrenar duro para mantenerte en forma; además siempre hay presión en un club grande porque todo el tiempo tiene que buscar el campeonato. Para mí es un desafío porque hay futbolistas de la talla de Peña, Bargas, Di Cosmo y Vargas, así que es difícil tener un puesto. Gracias a Dios me está tocando y debo seguir de la misma manera.
¿Creés que es tu momento para estar en la selección?
Es el sueño de cualquier futbolista, yo tuve la fortuna de ser convocado en su momento cuando estaba en La Paz F.C., pero ese tiempo no estaba bien por los problemas familiares y los ánimos no eran de los mejores; ahora pienso que es diferente y espero que el esfuerzo que estoy haciendo pueda tener frutos y ojalá vuelva a tener chances, ya que el último partido es el próximo mes (frente a Perú, la segunda semana de octubre)
EL PERFIL
UN CAMIREÑO CON MUCHO TEMPLE
FECHA DE NACIMIENTO 01-03-1988
EDAD 25 años
Estatura: 1,82 metros
Peso: 73 kg
Madre: Cecilia Arandia
Hermano: Iván
Esposa: Yuli Callaú
Hijo: Pedro (4)
Carrera: el jugador, que nació en Camiri, llegó a Santa Cruz en 2010, cuando se incorporó al equipo de Oriente de la Primera A, de la ACF. Luego debutó en el plantel profesional en 2011. En 2012, el club albiverde lo prestó por una temporada a La Paz Fútbol Club. Este año regresó al equipo dirigido por Roberto Pompei.
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