Cuando sólo tenía algo más de diez años ya era ídolo en The Strongest. Todos los recuerdan como el “Choquito” de las divisiones inferiores, aquel que con su gran calidad técnica hacía el deleite de los hinchas “atigrados” y también de los rivales en los preliminares o en los intermedios de los partidos del “Tigre”.
En más de una oportunidad, a su corta edad, a Alejandro Chumacero le tocó abandonar el campo del juego del “Hernando Siles” ovacionado y muy querido, porque con su gran técnica era capaz de causar emociones en las graderías.
Hoy, gracias a la confianza que Sandro Coelho, el director técnico de The Strongest, ha depositado en él, y su buen desempeño, con gran despliegue físico en el campo de juego, poco a poco se está metiendo otra vez en los corazones de los seguidores del “Tigre”.
Chumacero ha sido titular en los 12 partidos que ha dirigido Coelho hasta ahora (cinco por el torneo Apertura y siete por el Clausura), desde que tomó las riendas del plantel el pasado 2 de junio. Fue figura en varios encuentros, como el sábado reciente frente a Real Potosí en la Villa Imperial.
Una vez que se ha ganado la titularidad, se ilusiona con que el “Tigre” se clasifique para un torneo internacional y que se corone campeón en este torneo.
Por ahora, este muchacho que ocupa la plaza de sub-20, pero que lo hace durante todo el partido porque su rendimiento no amerita que lo cambien, está abocado al fútbol, aunque dentro de un tiempo espera meterse en una carrera universitaria, porque sabe que el deporte es pasajero y hay que estar preparado para otros desafíos en la vida.
¿Cómo estás viviendo este tu momento?
Para mí es importante y estoy muy contento. Creo que la confianza del técnico y de los compañeros ha sido muy buena para que progrese, eso me ayuda a superarme cada día más. Con esa confianza estoy donde estoy.
¿Crees que en este último tiempo te has superado futbolísticamente?
Pienso que sí, repito que el apoyo que he recibido del “profe” y de los muchachos ha sido muy bueno, me ha hecho levantar mi nivel de juego y quiero seguir mejorando.
Hasta antes de la llegada de Sandro ¿por qué estabas desaparecido?
Estuve un poco separado del grupo (decisión que no era suya, sino del anterior técnico), pero la verdad es que no le daba mucha importancia porque sabía que en algún momento me iba a llegar mi oportunidad; Sandro ahora me toma en cuenta y las cosas han cambiado.
¿Julio César Toresani no te había dado alguna oportunidad?
Ni siquiera en el banco, no sé por qué; pero nunca me desesperé, siempre fui entusiasta y trabajé a la espera de que llegase este momento.
¿Cómo asimilas que seas uno de los “inamovibles” del equipo de Coelho?
Me siento muy bien. Creo que he aportado con lo mío al equipo y eso le gusta a él (al entrenador); pero también tengo que responder a esa confianza, no debo defraudarlo, tengo que poner mi granito de arena y seguir por esta senda.
¿Eres tú una muestra de que al jugador joven hay que darle oportunidad por las condiciones que tiene y no porque el reglamento lo pide?
Pienso que yo estoy donde estoy por condiciones, pero somos dos: Isaías (Dury) también, los dos estamos luchando siempre por un lugar en el equipo y nos sentimos muy contentos porque Sandro nos toma en cuenta, no sólo como juveniles, sino como a cualquier otro integrante del grupo que puede jugar los 90 minutos.
¿Recuerdas cuál fue tu último partido antes de que Sandro asumiera la dirección técnica?
Mi último partido fue ese que perdimos por 1-4 (01-10-2008) jugando con una mayoría de juveniles frente a Real Potosí, en el torneo Clausura del año pasado. Ésa fue mi última vez, después nunca más vi la cancha, solamente de afuera.
¿Sabes cuántos partidos en la Liga tienes?
La verdad que no me acuerdo, pero sí puedo decir que cuando me tocó debutar (en 2007) lo hice con un gol en un partido contra Universitario. Ese día ganamos 2-1.
¿Quién te llevó al primer plantel?
Me invitó el “profe” Sergio Luna, cuando fue técnico de The Strongest. Yo fui con todo agrado, conocí a los jugadores que estaban en ese tiempo, estaba Sandro, (Diego) Cabrera y otros. Ésa fue mi primera vez, después volví cuando estaba el profesor (Eduardo) Villegas, le agradezco porque me aceptó en el equipo.
De chico te conocíamos como un jugador muy talentoso, ¿ahora cumples una función diferente?
Uno tiene que tratar de rendir al máximo en la función que lo ponga el técnico, eso es lo que trato de hacer yo. Sandro me puede poner de lateral, me puede poner de “10”, de delantero y yo tengo que rendirle al máximo.
¿Lo tuyo ahora es un poco más de marca y de mucho despliegue físico?
Es lo que me pide Sandro, que tenga un poco de marca, aunque también me dice que cuando se pueda llegar al frente lo haga, aunque debo volver. Siempre nos dice que tenemos las condiciones para hacer eso; pero si me pone de “10”, por ejemplo, lo puedo hacer; sin embargo, para ese puesto hay que aprender muchas cosas más porque ser un jugador de enganche es muy complicado.
¿Cómo fueron tus inicios, tu época en las divisiones inferiores del club?
Recuerdo bien que jugábamos los partidos preliminares o en los entretiempos cuando al equipo profesional le tocaba jugar, entrábamos con los chicos de la escuelita Antonio Asbún (calle Yungas), de donde yo salí, me acuerdo que era muy lindo para mí. Pasaba uno, pasaba a otro, dejaba a varios en el camino, pero no con el afán de sobresalir, sino con toda humildad, para demostrarle a la gente que un chico puede llegar hasta donde estoy yo.
¿Te acuerdas que en ese entonces la gente ya te ovacionaba?
Me acuerdo, ya me conocían por el “Choquito”. Tenía la melena larga y por eso me reconocían, quizás si tenía el pelo corto habría sido diferente; pero recuerdo que me aplaudían, la barra gritaba mi nombre sin conocerme, han sido momentos muy bonitos que me ha tocado pasar.
¿Te consideras hincha del “Tigre”?
Desde ahí siempre fui stronguista, el amarillo y negro fueron mis únicos colores. Por eso quiero agradecer el esfuerzo de mis padres, que también son hinchas del “Tigre” junto con mi hermano Cristian. Mis dos hermanos mayores (Gonzalo y Nelson) no, porque son del Bolívar.
¿Cuánto tiempo estuviste en la escuela Antonio Asbún?
Desde mis ocho años, desde 1999, hasta los 15 años. De ahí subí a lo que es el plantel profesional. Mis padres querían meternos a una escuela de fútbol siempre, primero pensaron en el Bolívar, fueron a averiguar y estaba muy alta la pensión, no podían cubrir la mensualidad por los gastos que teníamos en casa. Mi mamá (Elizabeth) dijo que ‘porqué nos los metemos a los chicos a la escuelita’ (Antonio Asbún). Fuimos con mi hermano, el tercero, que ahora tiene 20 años. Mi papá (Antonio) nos había inscrito y fuimos los dos.
¿Cómo es tu vida ahora, siendo padre de familia y con tu hijito que está más grande?
Cambió totalmente desde que tuve a mi bebé, creo que empecé a madurar más rápido, quemé etapas de mi vida. Quizás perdí esa libertad de salir con mis amigos, ir de un lugar a otro, salir un poquito más; pero gracias a Dios estoy muy bien, no me importa nada de eso, lo importante es estar con ellos (su esposa y su hijo). Estoy feliz por el bebé que tengo.
Ahora vivo para mi familia, para mi esposa, para mi hijo, que es lo más importante que tengo. Para mis papás, para mis hermanos que siempre me han apoyado. También para la institución, queremos salir de este mal momento y clasificarnos a una Copa.
¿Solamente estás dedicado al fútbol o también a los estudios?
El año pasado salí bachiller junto con mi esposa, lo hicimos los dos solos. Pienso estudiar una carrera universitaria, aunque de momento me estoy abocando más al fútbol. Mi esposa sí está estudiando enfermería.
¿Qué te gustaría estudiar?
Administración de Empresas, en la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés); espero no dejar pasar mucho el tiempo, porque esto del fútbol es una carrera pasajera y uno tiene que estar preparado.
¿Qué te dicen ahora tus papás, tus hermanos, tu esposa, tus amigos por el momento que estás pasando?
Mi mamá se pone un poco emotiva porque tal vez no pensaba que iba a llegar hasta este lugar. Mi papá está muy contento, porque además ha sido el primer maestro que he tenido, él siempre nos llevaba a la plaza Villaroel a entrenar, todos los días, todas las noches.
La ilusión de mi papá siempre fue que uno de los dos, mi hermano Cristian o yo, llegue hasta donde ahora me encuentro. Gracias a Dios yo pude.
Mis hermanos también están muy contentos, lo mismo que mi esposa.
¿El presidente del club te ha dicho algo?
Siempre me felicita después de cada partido.
¿Tu situación económica ha mejorado? ¿te pagan un sueldo?
Sí, hablamos de eso con los dirigentes, estoy muy agradecido con ellos; sobre todo a Sandro que habló con el presidente (Sergio Asbún) para tocar este tema de los sueldos, no solamente en mi caso sino de todos los chicos que estamos rindiendo al máximo.
¿Podemos conocer cuánto estás ganando?
Prefiero que no, es algo muy personal, pero obviamente el dinero que gano permite dar mejores condiciones a mi familia, sobre todo a mi hijito. Agradezco a Dios porque gracias a Él me está pasando lo que me pasa. Asisto a una iglesia cristiana evangélica, que es Tabernáculo de Vida, y estoy muy contento. Hago un aporte, tal vez mínimo; pero lo hago de todo corazón.
Cuando llegaste al primer plantel ¿tenías sueldo?
Cuando comencé (en la anterior gestión) me querían pagar 200 bolivianos, pensaban que no iba a rendir, seguramente no pensaban que iba a llegar hasta donde estoy y ahora gracias a Dios estoy un poco más tranquilo con mi sueldo, y lo que me da la actual directiva.
Aunque es el comienzo y te falta mucho, ¿no te ilusionas con una convocatoria a la Selección?
Espero que me llamen para los partidos que faltan por jugar en la eliminatoria, creo que puede demostrar lo que tengo. Los muchachos experimentados que juegan ponen todo su empeño, tratan de aportarle a la Selección y uno quiere hacer lo mismo.
Si alguna vez me convocan trataré de hacer muy bien las cosas. La verdad, estoy esperando eso.
¿Un amigo o amigos que te haya dado el fútbol en esta tu corta carrera?
En 2007-2008 un amigo muy importante fue Pablito Escobar, me enseñó muchas cosas, me decía lo que yo podia dar, él me ayudó bastante. Después Wálter Flores, Wílder Arévalo, el mismo Sandro, que ahora es el técnico. Miguel Mercado, quien siempre me llevaba y me recogía cuando era juvenil. Todos los integrantes del plantel, desde los más experimentados, los juveniles como Nelvin (Soliz), Isaías; pero el amigo que ahora tengo y el que me ha mostrado el camino de Dios es Percy Colque.
La frase
Uno tiene que tratar de rendir al máximo en la función que lo ponga el técnico, eso es lo que trato de hacer. Sandro me puede poner de lateral, me puede poner de ‘10’, de delantero y yo tengo que rendirle al máximo”
Su ficha
Nombre: Alejandro Saúl Chumacero Bracamonte
Lugar y fecha de nacimiento: La Paz, 22 de abril de 1991.
Estatura y peso: 1,64 metros, 54 kilos.
Padres: Antonio Chamacero y Elizabeth Bracamonte.
Esposa: Joyse Roca Humérez.
Hijo: Miguel Alejandro Chumacero Roca (2 años y 7 meses).
Hermanos: Gonzalo (32), Nelson (30) y Cristian (20).
Trayectoria: Desde 1999 a 2006, Escuela Antonio Asbún (de The Strongest); desde 2006 a la fecha, en el primer plantel.
En más de una oportunidad, a su corta edad, a Alejandro Chumacero le tocó abandonar el campo del juego del “Hernando Siles” ovacionado y muy querido, porque con su gran técnica era capaz de causar emociones en las graderías.
Hoy, gracias a la confianza que Sandro Coelho, el director técnico de The Strongest, ha depositado en él, y su buen desempeño, con gran despliegue físico en el campo de juego, poco a poco se está metiendo otra vez en los corazones de los seguidores del “Tigre”.
Chumacero ha sido titular en los 12 partidos que ha dirigido Coelho hasta ahora (cinco por el torneo Apertura y siete por el Clausura), desde que tomó las riendas del plantel el pasado 2 de junio. Fue figura en varios encuentros, como el sábado reciente frente a Real Potosí en la Villa Imperial.
Una vez que se ha ganado la titularidad, se ilusiona con que el “Tigre” se clasifique para un torneo internacional y que se corone campeón en este torneo.
Por ahora, este muchacho que ocupa la plaza de sub-20, pero que lo hace durante todo el partido porque su rendimiento no amerita que lo cambien, está abocado al fútbol, aunque dentro de un tiempo espera meterse en una carrera universitaria, porque sabe que el deporte es pasajero y hay que estar preparado para otros desafíos en la vida.
¿Cómo estás viviendo este tu momento?
Para mí es importante y estoy muy contento. Creo que la confianza del técnico y de los compañeros ha sido muy buena para que progrese, eso me ayuda a superarme cada día más. Con esa confianza estoy donde estoy.
¿Crees que en este último tiempo te has superado futbolísticamente?
Pienso que sí, repito que el apoyo que he recibido del “profe” y de los muchachos ha sido muy bueno, me ha hecho levantar mi nivel de juego y quiero seguir mejorando.
Hasta antes de la llegada de Sandro ¿por qué estabas desaparecido?
Estuve un poco separado del grupo (decisión que no era suya, sino del anterior técnico), pero la verdad es que no le daba mucha importancia porque sabía que en algún momento me iba a llegar mi oportunidad; Sandro ahora me toma en cuenta y las cosas han cambiado.
¿Julio César Toresani no te había dado alguna oportunidad?
Ni siquiera en el banco, no sé por qué; pero nunca me desesperé, siempre fui entusiasta y trabajé a la espera de que llegase este momento.
¿Cómo asimilas que seas uno de los “inamovibles” del equipo de Coelho?
Me siento muy bien. Creo que he aportado con lo mío al equipo y eso le gusta a él (al entrenador); pero también tengo que responder a esa confianza, no debo defraudarlo, tengo que poner mi granito de arena y seguir por esta senda.
¿Eres tú una muestra de que al jugador joven hay que darle oportunidad por las condiciones que tiene y no porque el reglamento lo pide?
Pienso que yo estoy donde estoy por condiciones, pero somos dos: Isaías (Dury) también, los dos estamos luchando siempre por un lugar en el equipo y nos sentimos muy contentos porque Sandro nos toma en cuenta, no sólo como juveniles, sino como a cualquier otro integrante del grupo que puede jugar los 90 minutos.
¿Recuerdas cuál fue tu último partido antes de que Sandro asumiera la dirección técnica?
Mi último partido fue ese que perdimos por 1-4 (01-10-2008) jugando con una mayoría de juveniles frente a Real Potosí, en el torneo Clausura del año pasado. Ésa fue mi última vez, después nunca más vi la cancha, solamente de afuera.
¿Sabes cuántos partidos en la Liga tienes?
La verdad que no me acuerdo, pero sí puedo decir que cuando me tocó debutar (en 2007) lo hice con un gol en un partido contra Universitario. Ese día ganamos 2-1.
¿Quién te llevó al primer plantel?
Me invitó el “profe” Sergio Luna, cuando fue técnico de The Strongest. Yo fui con todo agrado, conocí a los jugadores que estaban en ese tiempo, estaba Sandro, (Diego) Cabrera y otros. Ésa fue mi primera vez, después volví cuando estaba el profesor (Eduardo) Villegas, le agradezco porque me aceptó en el equipo.
De chico te conocíamos como un jugador muy talentoso, ¿ahora cumples una función diferente?
Uno tiene que tratar de rendir al máximo en la función que lo ponga el técnico, eso es lo que trato de hacer yo. Sandro me puede poner de lateral, me puede poner de “10”, de delantero y yo tengo que rendirle al máximo.
¿Lo tuyo ahora es un poco más de marca y de mucho despliegue físico?
Es lo que me pide Sandro, que tenga un poco de marca, aunque también me dice que cuando se pueda llegar al frente lo haga, aunque debo volver. Siempre nos dice que tenemos las condiciones para hacer eso; pero si me pone de “10”, por ejemplo, lo puedo hacer; sin embargo, para ese puesto hay que aprender muchas cosas más porque ser un jugador de enganche es muy complicado.
¿Cómo fueron tus inicios, tu época en las divisiones inferiores del club?
Recuerdo bien que jugábamos los partidos preliminares o en los entretiempos cuando al equipo profesional le tocaba jugar, entrábamos con los chicos de la escuelita Antonio Asbún (calle Yungas), de donde yo salí, me acuerdo que era muy lindo para mí. Pasaba uno, pasaba a otro, dejaba a varios en el camino, pero no con el afán de sobresalir, sino con toda humildad, para demostrarle a la gente que un chico puede llegar hasta donde estoy yo.
¿Te acuerdas que en ese entonces la gente ya te ovacionaba?
Me acuerdo, ya me conocían por el “Choquito”. Tenía la melena larga y por eso me reconocían, quizás si tenía el pelo corto habría sido diferente; pero recuerdo que me aplaudían, la barra gritaba mi nombre sin conocerme, han sido momentos muy bonitos que me ha tocado pasar.
¿Te consideras hincha del “Tigre”?
Desde ahí siempre fui stronguista, el amarillo y negro fueron mis únicos colores. Por eso quiero agradecer el esfuerzo de mis padres, que también son hinchas del “Tigre” junto con mi hermano Cristian. Mis dos hermanos mayores (Gonzalo y Nelson) no, porque son del Bolívar.
¿Cuánto tiempo estuviste en la escuela Antonio Asbún?
Desde mis ocho años, desde 1999, hasta los 15 años. De ahí subí a lo que es el plantel profesional. Mis padres querían meternos a una escuela de fútbol siempre, primero pensaron en el Bolívar, fueron a averiguar y estaba muy alta la pensión, no podían cubrir la mensualidad por los gastos que teníamos en casa. Mi mamá (Elizabeth) dijo que ‘porqué nos los metemos a los chicos a la escuelita’ (Antonio Asbún). Fuimos con mi hermano, el tercero, que ahora tiene 20 años. Mi papá (Antonio) nos había inscrito y fuimos los dos.
¿Cómo es tu vida ahora, siendo padre de familia y con tu hijito que está más grande?
Cambió totalmente desde que tuve a mi bebé, creo que empecé a madurar más rápido, quemé etapas de mi vida. Quizás perdí esa libertad de salir con mis amigos, ir de un lugar a otro, salir un poquito más; pero gracias a Dios estoy muy bien, no me importa nada de eso, lo importante es estar con ellos (su esposa y su hijo). Estoy feliz por el bebé que tengo.
Ahora vivo para mi familia, para mi esposa, para mi hijo, que es lo más importante que tengo. Para mis papás, para mis hermanos que siempre me han apoyado. También para la institución, queremos salir de este mal momento y clasificarnos a una Copa.
¿Solamente estás dedicado al fútbol o también a los estudios?
El año pasado salí bachiller junto con mi esposa, lo hicimos los dos solos. Pienso estudiar una carrera universitaria, aunque de momento me estoy abocando más al fútbol. Mi esposa sí está estudiando enfermería.
¿Qué te gustaría estudiar?
Administración de Empresas, en la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés); espero no dejar pasar mucho el tiempo, porque esto del fútbol es una carrera pasajera y uno tiene que estar preparado.
¿Qué te dicen ahora tus papás, tus hermanos, tu esposa, tus amigos por el momento que estás pasando?
Mi mamá se pone un poco emotiva porque tal vez no pensaba que iba a llegar hasta este lugar. Mi papá está muy contento, porque además ha sido el primer maestro que he tenido, él siempre nos llevaba a la plaza Villaroel a entrenar, todos los días, todas las noches.
La ilusión de mi papá siempre fue que uno de los dos, mi hermano Cristian o yo, llegue hasta donde ahora me encuentro. Gracias a Dios yo pude.
Mis hermanos también están muy contentos, lo mismo que mi esposa.
¿El presidente del club te ha dicho algo?
Siempre me felicita después de cada partido.
¿Tu situación económica ha mejorado? ¿te pagan un sueldo?
Sí, hablamos de eso con los dirigentes, estoy muy agradecido con ellos; sobre todo a Sandro que habló con el presidente (Sergio Asbún) para tocar este tema de los sueldos, no solamente en mi caso sino de todos los chicos que estamos rindiendo al máximo.
¿Podemos conocer cuánto estás ganando?
Prefiero que no, es algo muy personal, pero obviamente el dinero que gano permite dar mejores condiciones a mi familia, sobre todo a mi hijito. Agradezco a Dios porque gracias a Él me está pasando lo que me pasa. Asisto a una iglesia cristiana evangélica, que es Tabernáculo de Vida, y estoy muy contento. Hago un aporte, tal vez mínimo; pero lo hago de todo corazón.
Cuando llegaste al primer plantel ¿tenías sueldo?
Cuando comencé (en la anterior gestión) me querían pagar 200 bolivianos, pensaban que no iba a rendir, seguramente no pensaban que iba a llegar hasta donde estoy y ahora gracias a Dios estoy un poco más tranquilo con mi sueldo, y lo que me da la actual directiva.
Aunque es el comienzo y te falta mucho, ¿no te ilusionas con una convocatoria a la Selección?
Espero que me llamen para los partidos que faltan por jugar en la eliminatoria, creo que puede demostrar lo que tengo. Los muchachos experimentados que juegan ponen todo su empeño, tratan de aportarle a la Selección y uno quiere hacer lo mismo.
Si alguna vez me convocan trataré de hacer muy bien las cosas. La verdad, estoy esperando eso.
¿Un amigo o amigos que te haya dado el fútbol en esta tu corta carrera?
En 2007-2008 un amigo muy importante fue Pablito Escobar, me enseñó muchas cosas, me decía lo que yo podia dar, él me ayudó bastante. Después Wálter Flores, Wílder Arévalo, el mismo Sandro, que ahora es el técnico. Miguel Mercado, quien siempre me llevaba y me recogía cuando era juvenil. Todos los integrantes del plantel, desde los más experimentados, los juveniles como Nelvin (Soliz), Isaías; pero el amigo que ahora tengo y el que me ha mostrado el camino de Dios es Percy Colque.
La frase
Uno tiene que tratar de rendir al máximo en la función que lo ponga el técnico, eso es lo que trato de hacer. Sandro me puede poner de lateral, me puede poner de ‘10’, de delantero y yo tengo que rendirle al máximo”
Su ficha
Nombre: Alejandro Saúl Chumacero Bracamonte
Lugar y fecha de nacimiento: La Paz, 22 de abril de 1991.
Estatura y peso: 1,64 metros, 54 kilos.
Padres: Antonio Chamacero y Elizabeth Bracamonte.
Esposa: Joyse Roca Humérez.
Hijo: Miguel Alejandro Chumacero Roca (2 años y 7 meses).
Hermanos: Gonzalo (32), Nelson (30) y Cristian (20).
Trayectoria: Desde 1999 a 2006, Escuela Antonio Asbún (de The Strongest); desde 2006 a la fecha, en el primer plantel.
O.o ! k se vaya al cristal !!!
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