lunes, 3 de agosto de 2009

Cristaldo cerca de los 40: “No juego por dinero”



Luis Cristaldo es un privilegiado del fútbol: se inició en la Academia “Tahuichi”, una de las escuelas de fútbol más exitosas del mundo. Fue campeón Sudamericano en 1986, debutó a los 18 años en un grande de Bolivia (Oriente), estuvo en una Copa Mundial (EEUU 1994), jugó en España, en Argentina lo dirigió Diego Maradona, en Mandiyú; fue ganador del Premio Mayor 2004 y su hijo está dando sus primeros pasos en Blooming. Está por cumplir 40 años y sigue vigente con Guabirá, que apunta a ser campeón de la Primera A y volver a la Liga.

¿No te cansas de tanto fútbol?

Si de verdad te gusta tu profesión, nunca te puedes cansar, y si un día te cansas de lo que haces es señal de que no te gusta. No es que sea un extraterrestre, pero puedo seguir jugando, y a buen ritmo. Veo a muchos mayores que yo y siguen jugando, incluso varios de ellos lo hicieron hasta los 42 años. ¿Se acuerdan de Roger Milla? Con los años que tenía ese camerunés hizo estragos en la defensa rival.

¿Te molesta cuando hablan de la edad en el fútbol?

Claro, porque en el fútbol no tiene que contar la edad, y la gente que piensa así es ignorante. Un técnico inteligente, lo primero que hace es evaluar si un jugador está o no apto para jugar y poner a los mejores, sin ver la edad. ¿No se dan cuenta de que un jugador mayor en un equipo puede transmitir experiencia? A mí me pasó cuando los tuve a Erwin Romero, Milton Melgar, Carlos Trucco, Marciano Saldías, Roberto Brunetto, etcétera. Uno aprende mirando, no hace falta que le digan las cosas. En esa época jugábamos en primera porque hacíamos méritos, no como ahora que le facilitan todo a los muchachos. Eso de obligar un sub-20 en cancha es un fomento a la flojera.

¿Estás en contra del sub-20 por obligación en la Liga?

Muy en contra, porque hay que tener divisiones menores. No puede ser que los clubes no fomenten sus inferiores. En otros países, a los 16 o 17 años están jugando en primera, pero por mérito propio, no por una ley como acá.

Quien no te conoce puede pensar que económicamente estás mal, ¿por qué sigues?

Entonces (Paolo) Maldini también tenía problemas económicos, por eso jugó hasta los 40 años. La gente no entiende que uno, si quiere y tiene ganas de jugar, lo puede hacer. Yo quiero jugar al fútbol, esto es lo que me gusta, es lo mío. He jugado en la Mutual y en torneos mayores, pero no es lo mío, aún me siento con fuerzas para estar en la Liga. ¿Qué puedo ganar yo en Guabirá que me pueda salvar? Pero tampoco me regalo, mi trabajo vale, y por respeto a mi trabajo tengo que cobrar. La gente que piensa que sigo jugando por la plata es ignorante. Uno juega porque le gusta, a mí me gustó siempre, y el que dejó el fútbol antes debe ser porque no le dio el cuero. Si algunos que a los 34 o 35 años dejan de jugar es porque el físico no les da o porque no tienen la edad que dicen tener. Yo tengo 39 años bien cumplidos y con ganas de seguir.

En los años 90 conocimos a un Cristaldo que corría sin parar, no mezquinaba la pierna y lo dejaba todo en la cancha. ¿Qué queda de ese jugador aguerrido?

Mucho, me siento como cuando empecé a jugar, no vengo acá a jugar 45 o 60 minutos, vengo para jugar lo que se juega más su alargue. Si estuviera sólo para 90 minutos y ya no para el alargue, no jugaría más, y si fuera a entrenarme sólo por entrenarme, de malas ganas, tampoco iría. Puedo correr a la par de un muchacho, lo que me varía un poco es la recuperación, obviamente por la edad que tengo. Yo asumí el hecho de que tengo que dejar el fútbol, eso lo tengo bien claro, pero aún no, porque tengo ganas de seguir jugando.

Mucha gente cree que tu reacción no es la misma que antes…

Seguro la gente va a ver en mí las fallas que tengo, como si cuando era joven no fallaba. Si me pasa por ahí algún adversario, van a decir que estoy viejo, pero si ese mismo adversario me pasaba hace 20 años, ¿que podían decir? Seguro voy a tener fallas, pero no es por la edad. Si hay algo que no me gusta es hacer el ridículo, y si estoy acá es porque todavía puedo. En la Liga hay jugadores mayores que yo y nadie dice nada.

¿Qué diferencia encuentras entre el fútbol de la Liga y la Asociación Cruceña?

Se corre más. El que entiende de fútbol sabe que en la segunda división de cualquier país se ganan los partidos corriendo y metiendo, los esquemas no cuentan. En primera división hay más toque, más juego táctico, pero en la ACF se nota que hay más desgaste. Si estoy acá es porque me gusta el fútbol, no me importa dónde juegue, y porque sé que en la Liga tengo pocas posibilidades, pese a que así como estoy juego con una pata sin ningún problema, por lo que veo en cada partido.

¿Y por qué no juegas en la Liga?

Porque lamentablemente juego como extranjero y no tengo empresario.

¿Cómo se hace para seguir vigente?

Primero te tiene que gustar, a mí me gustó desde chico; después tienes que tener un físico que te responda. Si trabajaste desde joven y te cuidaste, seguro que vas a jugar tranquilo. No sé quién fue el ignorante que puso edad límite en el fútbol.

En tu época jugabas a estadio lleno, en la Asociación Cruceña a veces no pasan de 500 personas. ¿No desmotiva?

No, ni debería desmotivar, porque el futbolista debe concentrarse en jugar, sin importar si la tribuna está llena o no. Así esté solito el que vende papas fritas, el futbolista tiene que exigirse igual. Es lindo jugar con mucha gente en las graderías, pero es más difícil cuando el estadio está vacío porque los insultos se escuchan clarito y eso afecta más.

Tienes un hijo en Blooming que está dando sus primeros pasos en el fútbol grande. ¿Heredó futbolísticamente algo de vos?

También juega de volante, pero es más tranquilo. Por ahí no tiene mi mismo despliegue físico, pero su posición en la cancha es similar. Gracias a Dios lo está haciendo bien, pero desgraciadamente no tuvo la base que tuve, tal vez eso le está afectando para salir adelante.

¿Pinta para figura?

Por supuesto, si está en Blooming es porque tiene condiciones.

¿Guabirá está para campeón?

Yo siempre digo que hay que ser positivo en todo, y Dios quiera que las cosas sigan como están. El año pasado fui a Tarija (jugó en Ciclón) y salimos campeones, pero no pudimos jugar la Copa Simón Bolívar por un problema, espero que esta vez se pueda dar con Guabirá, para eso vine. Yo juego acá (en Guabirá) con lo que soy ahora, no con lo que fui antes.

¿Qué te gustaría recuperar de tu pasado futbolístico para fortalecer tu presente?

No tengo que recuperar nada, porque no perdí nada. Me siento igual que hace 20 años. Si no me sintiera como cuando empecé no estaría acá, soy sincero. Dios quiera que me siga dando fuerzas para seguir corriendo; el día que no pueda, me voy.

De los equipos donde estuviste, ¿en cuál disfrutaste más?

En todos, porque disfruto del fútbol. Ahora estoy disfrutando en Guabirá, la estoy pasando rebién, estoy como un muchachito. El otro día me fui a comprar unas canilleras, voy a entrenarme con ganas, el día en que pierda el entusiasmo va a ser el día en que voy a dejar el fútbol.

¿Qué sientes cuando repasan las imágenes de los partidos de esa generación brillante de la eliminatoria de 1993?

Son lindos recuerdos, pero más que ver esas imágenes quiero que los jóvenes las vean y enseñarles lo lindo que es disfrutar esos momentos, aunque para eso primero hay que trabajar. Quiero que los jóvenes sepan que nosotros no llegamos al Mundial por un regalo, sino porque se trabajó duro, veníamos haciendo un trabajo serio y planificado, ahora no hay eso. Me gustaría hablar de muchas cosas, pero no puedo porque tengo un hijo y no quisiera que pague por mí. A mí me hicieron la vida imposible y sé cómo se maneja el fútbol acá. También hay futbolistas que son muy vagos, que no les importa mejorar siendo buenos jugadores, y que la mayoría cree haber logrado todo y cuando hacen un gol creen que se lo hicieron al Milán o a Brasil y se creen que son dioses. No se dan cuenta de que no le ganamos a nadie. Esos jugadores actúan así porque no hay quien les hable. Y lo del sub-20 es otra mentira más porque no se ha mejorado nada.

¿No debería ser obligatoria la plaza de sub-20?

Claro que no, el jugador debe ganarse ese espacio, no tiene que ser por obligación. En mi época no sólo subí yo, también Etcheverry, Erwin Sánchez, Juan Manuel Peña, Jaime Moreno y otros más, todos por mérito, no por ayuda de nadie.

Después de 1994, Bolivia tuvo una debacle futbolística. ¿Tienes una explicación?

No fue después de 1994, muchos dicen eso y no estoy de acuerdo. La caída de la selección fue después de la Copa América de Uruguay (1995). El cambio de técnico hizo que todo se viniera abajo; lastimosamente vino un señor (Dussan Draskovic) que hizo todo lo contrario a Azkargorta, generando división y un mal ambiente. Teníamos una selección de lujo, encima venía de jugar un Mundial, pero este señor lo arruinó todo. Con sus experimentos hizo que la selección se viniera abajo.

Y ahora, ¿por qué no levanta?

Ahora estamos peor porque no hay planificación, no hay seriedad en las divisiones menores y, lastimosamente, se busca salir por lo más fácil. No hay voluntad para cambiar; para cambiar es trabajando y para trabajar en divisiones menores es todos los días, y mejor no hablo más, tengo un hijo que está empezando a jugar y sé cómo son de rencorosos los dirigentes, no todos, que toman decisiones. Por mí, no hay problema, yo ya estoy en la recta final de mi carrera y no pasa nada, pero tengo un hijo y tengo que protegerlo.

Con su firma

Si te gusta tu profesión, nunca te puedes cansar, y si un día te cansas de lo que haces es señal de que no te gusta. No es que sea un extraterrestre, pero puedo seguir jugando”

Seguro la gente va a ver en mí las fallas que tengo, como si cuando era joven no fallaba. Voy a tener fallas, pero no es por la edad. Si hay algo que no me gusta es hacer el ridículo”

En otros países, a los 16 o 17 años los futbolistas ya juegan en primera, pero por mérito, no por obligación. Aparte, no sé quién fue el ignorante que puso edad límite en el fútbol boliviano para poder jugar”

3 Jugadores que fueron al Mundial de Estados Unidos continúan en actividad. Aparte de Luis Héctor Cristaldo, están Juan Manuel Peña y Jaime Moreno, ambos actuando en el exterior. Un cuarto, Julio César Baldivieso, aunque se hizo técnico, aún no se retiró del fútbol activo y en cualquier momento puede volver.

Famoso por su entrega

Luis Héctor Cristaldo Ruiz Díaz nació el 31 de agosto de 1969 en Formosa (Argentina), pero se nacionalizó boliviano. Desde niño fue parte de la Academia “Tahuichi”. Participó en muchas giras internacionales y fue campeón Sudamericano sub-17 en Lima (Perú), junto con Marco Antonio Etcheverry, Ko Ishikawa y Hebert Arandia, entre otras grandes glorias del fútbol infanto-juvenil.

Jugó en los equipos más importantes de Bolivia. En La Paz actuó en los dos “grandes”, Bolívar y The Strongest. Afuera, en Mandiyú de Argentina, Cerro Porteño de Paraguay y Sporting de Gijón, de España.

Fue parte de la histórica selección que fue al Mundial de EEUU 1994 y fue elegido el mejor jugador del fútbol boliviano en 2004 por el diario cruceño El Deber, que todos los años entrega su ya tradicional Premio Mayor.

1 comentario:

  1. sin duda, una de las pocas leyendas que van quedando de la generación de los 90 en sudamérica...

    junto a etcheverry deberían invitarlo a las despedidas de los grandes de sudamérica..

    saludos de un chileno a un grande de sudamérica

    ResponderEliminar