Sergio Galarza, uno de los jugadores símbolo que tuvo Oriente hasta hace poco, cruzó la vereda y ahora se entrena para ser el número uno de Blooming, equipo que le abrió las puertas para la temporada 2011-2012. El ‘Mono’ ofrece su experiencia y entrega, a cambio de la aceptación de la hinchada, de la que no sabe cómo lo recibirá.
Quiere triunfar en la academia cruceña mostrando su mejor nivel para volver a ser llamado a la selección nacional, con miras a la Copa América que se disputará a mediados de este año en Argentina.
El ‘Mono’ estuvo a un tris de volver a Oriente pero el acuerdo se truncó a último momento. Fue cuando Blooming apuró el paso y con una mejor oferta, le ganó de mano contratando al experimentado cuidapalos.
Habla sobre su paso por Guabirá, cuya hinchada lo hizo sentir como en casa por el apoyo recibido y del esfuerzo de su gente por conformar un equipo que con una buena campaña se quedó en la Liga.
- ¿Cómo se da tu fichaje en Blooming?
- Fue una negociación muy rápida, prácticamente en dos días la cerramos. Los dirigentes del club se contactaron con mi empresario, le dijeron que había interés en que yo ataje para Blooming y querían saber mis pretensiones, me hicieron una contraoferta, firmé el viernes y el lunes comencé a trabajar.
- ¿Te hubiera gustado volver a encontrarte otra vez con tu hermano (estuvieron en Wilstermann)?
- La verdad que no, hubiera sido incómodo pelear con él la titularidad porque los dos queremos jugar. Él está pasando por un buen momento aunque creo que debió haberse quedado en Nacional Potosí, pero decidió ir a The Strongest y ahora deberá demostrar que está listo para asumir el reto de ser el arquero de ese equipo.
- ¿Te habías imaginado volver a Blooming, después de todo lo que viviste con Oriente?
-Es que mi objetivo cuando fui a Guabirá era volver a jugar en un equipo grande y gracias a Dios las cosas salieron bien para beneficio del club y el mío. La buena campaña me abrió la posibilidad de que la gente de Blooming ponga sus ojos en mí y me haga una propuesta para venir esta nueva temporada.
- ¿Blooming era una oportunidad que no se podía dejar pasar?
- Sí, cuando lo supe me puse muy contento y más todavía concretando un buen acuerdo tanto para mí como para el club. Eso ayudó para que todo fuera rápido.
- En tu segunda llegada a Blooming, ¿qué te hace pensar que será diferente?
- Esta vez las circunstancias son distintas. La primera vez que vine al club, estaba Carlos Arias, que había hecho un buen torneo internacional pero ahora son otros tiempos y vengo con más experiencia a pelear por un lugar junto a gente joven que quiere surgir.
- ¿Cómo pensás que será tu primera aparición ante la hinchada celeste?
- La verdad no sé cómo irá a ser ese día, pero espero que me reciban de la mejor manera, ya que yo firmé para el club y tengo la intención de hacer las cosas lo mejor posible, de entregarme al máximo como siempre lo hice en cada entrenamiento y en cada partido que me toque jugar.
- ¿Crees que la hinchada se ha olvidado del gesto tuyo en un clásico y por el que te castigaron?
- Son cosas que están en el pasado, yo vengo a este equipo con la mejor intención, con el propósito de darme íntegro de la mejor manera y de poner mi granito de arena para que las cosas salgan bien.
- La gente te tiene identificado con Oriente, ¿pensás que eso puede desfavorecerte en su momento?
- Yo espero que no. Yo me identifiqué con Real Santa Cruz cuando atajé para ellos cuatro años, lo mismo hice en Wilstermann, donde estuve cinco años y después obviamente con Oriente, club en el que pasé mucho tiempo.
- ¿Quién movió todo para que llegués a Blooming?
- Fue el presidente (Carlos Bendedk), él se jugó una ‘parada’ muy importante por mí y pretendo corresponder a esa confianza.
- ¿Las diferencias que tuviste alguna vez con él quedaron resueltas?
- Sí, eso pasó hace seis años, ya pasó hace mucho tiempo y nos hemos encontrado muchas veces, casualmente en la selección cuando él acompañaba en los viajes.
Es un tema que ha sido superado, ya que en su momento yo dije lo que se tenía que decir y él también, así que la de hoy es otra etapa. Yo soy muy de la idea que el fútbol es aquí y ahora, éste es mi presente y lo que pasó pertenece al pasado.
- ¿Sacrificaste muchas cosas al irte a Guabirá a comienzos de la temporada 2010?
- No, simplemente que al no tener cabida en Oriente a principios del año pasado, tenía que buscar otras posibilidades y apareció Guabirá, donde hicieron un gran esfuerzo para llevarme.
- Antes de cerrar con Blooming, Oriente mostró su interés en tu vuelta, ¿porqué no se concretó ?
- Simplemente hubo un acercamiento, ellos manifestaron su predisposición para que yo vuelva al club y nada más. No hubo ninguna charla sobre el tema económico, aunque la gente no debe pensar que todo fue por plata. Sólo fueron buenas intenciones.
- ¿Qué pensaste cuando te fuiste de Oriente?
- Que el fútbol me pasó la factura por el error que cometí frente a Wilstermann, en Cochabamba. Yo lo tenía muy claro y obviamente uno se da cuenta a medida que va pasando el tiempo. Mi continuidad estaba arreglada con el club antes de Navidad, pero no sé por qué dejaron de lado el acuerdo que hice con el dirigente Richard Méndez y me ofrecieron el 30% menos de mi sueldo, algo que no acepté.
- ¿Lo de bajarte el sueldo lo hicieron porque sabían que no ibas a aceptar?
- Eso habría que preguntarle a ellos, a los dirigentes de Oriente, pero soy consciente de lo que me pasó en Cochabamba donde perdimos un campeonato. Perjudiqué a mi entrenador (Pablo Sánchez), a quien le estoy muy agradecido, pero son cosas que suceden pero que en mi puesto cuestan caro.
- ¿Crees que la gente de Oriente te pagó mal?
- Lo que no me gustó fue que hayan roto el acuerdo al que ya habíamos llegado, porque si de un principio me decían que no iban a renovar contrato estaba bien y era lo justo. Yo estoy agradecido con la dirigencia, con el presidente ‘Choco’ Antelo, con Álvaro Velasco, que siempre me trataron muy bien. Creo simplemente que en Oriente tenían otro tipo de presupuesto para mí pero lamentablemente la oferta no me alcanzaba y entonces, con todo el derecho del mundo, eligieron otra opción.
- Con tu llegada a Blooming, ¿crees que es una buena oportunidad para ser convocado nuevamente en la selección para la Copa América y las eliminatorias?
- Siempre hay una oportunidad. Soy un convencido de que si uno anda bien en su equipo, va a tener una oportunidad en la selección. Tengo mucha ilusión de poder estar ahí, hace tiempo que trabajo pensando en que me vuelvan a convocar.
- ¿Crees que la edad aún te da para estar en el equipo nacional y pelear inclusive por el cintillo de capitán?
- Yo quiero estar en la selección, ya sea con o sin el cintillo, para mí estar entre los convocados ya es bueno.
- ¿Que esté Gustavo Quinteros como técnico de la selección, juega a favor o en contra tuya?
- No lo sé, yo con Gustavo no he tenido nunca la oportunidad de trabajar, simplemente hemos sido compañeros en la selección en la Copa América de Paraguay en el 99, pero de ahí no nos hemos vuelto a cruzar. Creo que si está donde está, es porque es un técnico inteligente y no me cabe la menor duda que llamará a la gente que está bien y que le sirva.
- ¿Crees que hubo el recambio de jugadores, como para encarar esta nueva etapa?
- No, recambio creo que hubo poco, no han aparecido jugadores, que realmente marquen la diferencia. Yo comparo la selección sub 20 que integré en 1995 con la de ahora, que dirige Marco Sandi y veo que hay muchas diferencias. Antes estaban Limberg Gutiérrez, Raúl Gutiérrez, Darwin Peña, entre otros y todos ya con experiencia y desequilibrantes en sus equipos, ahora, no hay uno que marque la diferencia.
- ¿Hay posibilidades de avanzar o conseguir cosas positivas?
- Las posibilidades siempre están ahí, lo importante es tener el tiempo y las condiciones de trabajo necesarias, que la selección nacional tenga el apoyo de todos y que algunos clubes dejen de lado el egoísmo y el cálculo de intereses que terminan perjudicando la tarea que se puede realizar en beneficio de la selección y de fútbol nacional.
Las frases
“Yo me identifico con el equipo para el que juego y espero que eso lo entienda la hinchada de Blooming”
“Me molestó que en Oriente no hayan sido sinceros. Me hubieran dicho no vamos a renovar, y no era más”
“Quiero estar en la selección este año, no sé si como capitán, pero sí entre los llamados por el ‘profe’ Quinteros”
Algo más
A cien por hora
Cuando no está jugando, Sergio ve fútbol por televisión. Es que su mayor pasatiempo es ver partidos de fútbol, los más que pueda, aunque deja un poco de tiempo para ir a su escuela de fútbol que funciona en las canchas sintéticas del club Real Santa Cruz y por las noches estudia en la Universidad del Fútbol para ser entrenador. El poco tiempo que le queda lo comparte con su esposa Carola Méndez y sus hijos Sergio (6) y los gemelos Esteban (5) y María Noel (5)
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