El jueves que viene, José Alfredo Castillo quisiera como regalo que Bolívar logre un buen resultado en Santiago de Chile ante la Universidad Católica y, de ser posible, anotar un gol. Ese día el Pícaro, uno de los mayores goleadores del fútbol boliviano, cumplirá 29 años (Santa Cruz, 9 de febrero de 1983).
— ¿Cómo estás hoy en día?
— Me siento más maduro y con la idea de dedicarme exclusivamente a mi profesión y tratar de hacer cada vez mejor las cosas para terminar bien mi carrera. Me gustaría jugar unos años más, pero eso va a depender de cómo esté físicamente.
— ¿Este año qué Castillo vamos a ver?
— Trabajé duro para tratar de reeditar la buena actuación deportiva y goleadora que tuve en 2001, cuando jugué en Oriente. Entrené durísimo y alcancé mi nivel físico al 100%. Además superé el tema del sobrepeso que tuve en estos últimos siete años, bajé siete kilos y ahora estoy en 81; todo lo que bajé fue con mucho trabajo y predisposición, me cuidé mucho en la parte alimenticia, porque el error anterior era el de no saber comer bien, y hoy puedo decir que estoy acorde al profesionalismo.
— ¿Y en lo futbolístico?
— Estoy trabajando para ganarme un puesto en el equipo, pero está muy difícil, sobre todo porque hay alguien como William Ferreira que está haciendo muchos goles y tiene la confianza del entrenador. Igual trato de ganarme la confianza del DT.
— ¿Cuántas Copas Libertadores ya jugaste?
— Esta será mi quinta y recuerdo que con Bolívar ya anoté cinco goles, y el partido que más recuerdo es aquél ante Boca Juniors, cuando anoté tres tantos a un equipo que tenía a Tévez, Perea, Burdisso, Schiavi y otros.
— ¿Te acuerdas cómo fueron tus primeros pasos en el fútbol?
— Claro, vivía en la zona de las siete calles. A los ocho años ingresé a la Academia Tahuichi. Un día fuimos junto con mis compañeros de colegio a jugar contra la Tahuichi, yo hice dos goles y el entrenador Román Sánchez me becó para entrenar. Estuve hasta los 16 años y luego salí a Oriente.
— ¿Cómo fue el salto al fútbol profesional?
— Oriente se fijó en mí porque jugaba en Callejas y era goleador en la Asociación Cruceña de Fútbol. Además pasaba por buen momento en la selección nacional Sub-15 y Sub-17. Luego jugué en Oriente hasta 2002 para después ir al exterior, a México, Argentina, Chile y luego volví a Bolivia.
— ¿Dónde pasaste tu mejor momento?
— En Oriente, porque en 2001 el equipo fue campeón y yo el goleador. En 2002 hice más goles que el año anterior, pero no me acompañó el título y además Joaquín Botero me superó como goleador.
— ¿De qué equipo eres hincha?
— De Oriente desde mis seis años, desde esa edad era mi equipo preferido, aunque jugué un año en Blooming. Al comienzo fue difícil por el tema de la hinchada, pero con goles (los hinchas) se olvidaron y terminé bien.
— ¿Jugarías para The Strongest?
— (Sonríe) Después de vestir la camiseta de Bolívar no sé si podría ponerme la del Tigre. Sin embargo, uno siempre debe dejar una puerta abierta, pero sólo Dios sabe lo que pasará en el futuro.
— ¿Uno nace o se hace goleador?
— Uno nace para esto, porque desde que tengo uso de razón fui goleador y desde “peladito” me gustó anotar en el barrio donde vivía. Cuando llegué al fútbol profesional trabajé para perfeccionar todos los detalles, pero nací con ese don de hacer goles.
— Hace un momento hablaste de madurez, ¿eso permite recapacitar sobre la vida personal que algún momento tuviste?
— Uno toca fondo por la inexperiencia, por la juventud que tiene, y no piensa en las consecuencias. A mi corta edad no pensaba como una persona madura y sí, cometí errores. Eso me llevó a ver lo difícil que era superar el tema futbolístico, y entonces aprendí de los errores. No me arrepiento de lo que pasó, de las malas cosas que hice, porque me enseñaron a ver cómo son muchas otras cosas y aprendí.
— ¿Cuándo sentiste que era momento de levantarte?
— El doping que me salió cuando jugaba en Bolívar (2004) fue lo más injusto en mi carrera futbolística, apareció justo cuando estaba a punto de pasar a un equipo grande como Boca Juniors. Ahí dije que tenía que corregir mis errores. Seguí jugando, porque no me castigaron ni la Conmebol ni la FIFA debido a un error de procedimiento. Pero ya habían manchado mi imagen, tanto personal como futbolística, salí en todas las noticias del mundo y fue un golpe duro.
— ¿Te drogabas?
— Nunca tuve problemas de adicción y nunca se me pasó por la cabeza tomar la droga; siempre tuve salidas por las noches, iba a fiestas, tomaba un poco de alcohol, pero gracias a Dios nunca tocó a mi puerta la droga, por estoy feliz y agradecido a Dios que me cuidó.
— ¿Y cómo lograste explicar el positivo por cocaína?
— En el control algo habían inventado, todo era un show para perjudicarme. Yo estuve a préstamo en Bolívar ese año, por cinco meses, y luego me volví a Tecos de México y terminé jugando normalmente con la autorización de la FIFA. Tecos me recibió muy bien e hizo el análisis porque habían dudas. Me entrené normalmente, pero con esa mancha negra que quedó en mi vida y que me perjudicó bastante.
— No a las drogas, pero ¿hubo adicción al alcohol?
— En Tecos tuve un problema de indisciplina porque salía mucho por las noches, así que el presidente del equipo optó por darme tres semanas de vacaciones en pleno campeonato con el fin de que agarrara una ayuda psicológica profesional, eso me ayudó mucho para superarme. Los errores que cometí traté de corregirlos y lo hice junto con el profesional que me ayudó.
— Cuando salías, ¿no evitabas tomar bebidas?
— No llegué a depender del alcohol, pero sí me servía, sin embargo no hasta la adicción. Felizmente pude salir de esa situación y vi que la vida era diferente, entendí que el deporte es sano y que debía cuidar mi profesión.
— ¿Qué lección te dejó todo eso por lo que pasaste?
— Que los futbolistas somos seres humanos y nos dejamos llevar, pero podemos corregir nuestros errores y superarnos. Por eso hoy les digo a las futuras generaciones que traten de pensar en que la carrera del futbolista es corta y la tienen que aprovechar. El fútbol te puede dar muchas comodidades y uno a veces lo malinterpreta, y se sale del camino por el vicio, como me pasó a mí.
— A punto de cumplir un año más, ¿qué se te viene a la cabeza?
— Que cumplir un año más de vida es bonito. Año tras año uno logra ser cada vez más maduro como persona y como futbolista. En los 14 años que llevo en el fútbol competitivo maduré bastante y en el día a día superé pequeños detalles, corregí lo malo y siempre di lo máximo cuando me tocó jugar en la cancha.
Sus goles lo hicieron famoso
Goleador mundial Castillo fue el máximo goleador mundial de Liga según la IFFHS en 2001, cuando anotó 42 tantos.
Artillero en el país En estos momentos, con 146 goles convertidos, es el jugador más efectivo en actividad de la Liga.
24 con la selección Debutó en la selección en 2001, ha jugado 24 encuentros y convirtió seis goles.
La vida del ‘Pícaro’ en el fútbol
José Alfredo Castillo (nació el 9 de febrero de 1983 en Santa Cruz) surgió en la Academia Tahuichi, y a los 17 años debutó en Oriente Petrolero, equipo en el que estuvo hasta 2003.
Se produjo entonces su primera salida al exterior (Universidad Autónoma de Guadalajara, México); vino a Bolívar (2004) y volvió a irse, a su club mexicano y a Rosario Central de Argentina en 2006. Durante ese año y el siguiente jugó en Oriente Petrolero, pero en 2007 pasó al conjunto de O’Higgins de Chile.
Estuvo en Bolívar 2008, luego en el Atlético Mineiro de Brasil, Oriente, en 2009, Blooming 2010, para salir otra vez a Estudiantes Tecos de México (2011).
El año pasado fue contratado por Bolívar en su nuevo regreso al país.
Fue el máximo goleador mundial de Liga según la IFFHS en 2001, cuando anotó 42 tantos. En estos momentos (con 146 goles) es el jugador más efectivo en actividad en la Liga.
Jugó varias veces en la Copa Libertadores (Oriente, Bolívar, Blooming) con 19 partidos y nueve goles en total.En la Copa Sudamericana, un partido y un gol (2002) con Oriente Petrolero.
Debutó en la selección nacional a los 18 años (05/09/2001), ha jugado 24 encuentros con la Verde (15 de ellos de eliminatorias) y marcó seis goles.
Sus últimas participaciones en el seleccionado ocurrieron el año pasado, en amistosos ante Panamá y Guatemala.
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