En siete años jugando fuera, Vicente Arze se dio el gusto de ser campeón tres veces en diferentes equipos y distintos continentes. Todo un logro para un futbolista boliviano que ha tenido pocas chances en la selección nacional, aunque Xabier Azkargorta es el único que lo tiene en sus planes para los partidos de eliminatorias que se vienen en junio. Hace unos días, el volante ofensivo se consagró con el Esteghlal, de Irán, donde llegó hace unos meses y es uno de los refuerzos sobresalientes. Arze hace un repaso de sus logros, habla de su presente y proyecta su futuro.
¿Qué significado tiene este título en tu carrera?
Todos los títulos son importantes, este es el tercero en mi carrera (Vancouver Whitecaps, DVTK y Esteghlal). Cada uno tiene su sabor especial, pero este último en Irán fue uno de los que más disfruté por el ambiente y la euforia de los hinchas en la celebración. El estadio es impresionante, había más de 115.000 personas, una locura.
¿Qué balance hacés de tu rendimiento en el fútbol iraní?
Positivo, porque llegar a uno de los equipos más grandes de Asia no es fácil. Así que fue especial hacer goles y ayudar a conseguir el campeonato después de muchos años; además, clasificamos a los cuartos de final de la Asia Champions League. Creo que es bueno en lo personal, ya que llegué hace pocos meses.
¿Cómo es el fútbol de ese país, ya que mucha gente no lo conoce?
Antes de firmar no sabía nada del fútbol de Irán. Lo que más me sorprendió fue la cantidad de gente que va al estadio, mínimo unas 70.000 personas en fechas normales y 115.000 en los clásicos o en la Asia Champions League. Es algo que nadie se puede imaginar.
¿El club Esteghlal qué significado tiene en Irán, es uno de los grandes?
Es uno de los más grandes, es histórico y con mayor cantidad de títulos, no solo en Irán, sino también en Asia y en el Medio Oriente. Se sabe que tiene más de 30 millones de seguidores.
Son apasionados.
¿Es más fácil ganarse un lugar de titular allí?
Yo pensé que iba a ser un lugar donde el fútbol no es tan fuerte como en Europa, pero muchos jugadores de gran trayectoria vienen a la liga iraní por el aspecto económico y eso hace que la liga sea muy fuerte. Es igual que cualquier parte del mundo, tenés que pelear todos los entrenamientos para ganarte un lugar en el equipo titular.
¿Qué piensa la gente y los hinchas del Steghlal de que un boliviano esté jugando en su equipo, en ese fútbol?
Es una sorpresa que un boliviano esté en la Liga de Irán, pero por suerte las cosas me salieron bien y creo que tengo respaldo de los seguidores. Aunque el agradecimiento de los hinchas de Esteghlal no es solo conmigo, sino también con los otros compañeros que son de otros países y aportaron para conseguir los objetivos.
¿Tuviste algún tipo de inconveniente en Irán, ya que la vida debe ser diferente a la que estás acostumbrada?
No, la verdad que ningún inconveniente que me afecte mi diario vivir, es más, muchas de las cosas que muestran en la televisión no es lo que sucede. Irán es un país muy tranquilo, quisiera que Bolivia tuviera el 10% de la seguridad que hay acá, la delincuencia es casi nula y el respeto hacia la gente mayor es algo que me sorprende y envidio de la cultura iraní.
¿Hasta cuándo te quedás en Esteghlal y si tenés que volver al Charleroi?
Mi contrato termina en un par de semanas más. Y si no hay otras ofertas de algún país del Medio Oriente o asiático volvería al Charleroi el 17 de junio para comenzar la pretemporada, de cara a la próxima campaña en el fútbol de Bélgica.
Van más de siete años en el exterior, ¿qué te ha enseñado el fútbol en los países que has estado?
Con los años de universidad en Estados Unidos, van 11 años que estoy jugando fuera de Bolivia. Uno aprende mucho porque en cada lugar la forma de entrenar y la forma de vivir el fútbol es diferente, por los años jugando fuera ya me es más fácil adaptarme al estilo de juego y o la forma de vida de cada país.
¿Está pesando más el tema económico que el deportivo en tus decisiones, porque uno piensa que Europa tiene más vitrina que Asia?
El factor económico es muy importante cuando uno toma decisiones, no solo en el fútbol si no en cualquier otro trabajo, porque a fin de cuentas esta es una profesión muy corta y se tiene que sacar el mayor provecho posible.
¿En estos años jugando en el exterior ya aseguraste tu futuro en lo económico?
Estoy en una situación estable que no me privó de nada, me puedo dar algunos lujos pero al mismo tiempo ahorrar. Lo importante es que tengo claros mis objetivos y espero que todo siga de la misma manera.
¿Creés que estás abriendo puertas para otros colegas?
Seguro, trato de ser embajador del fútbol boliviano en cada lugar que voy. La idea es que se sepa más de nuestro país, para que en un futuro otros jugadores puedan emigrar y tener la chance de dejar su huella.
¿Por qué cuesta que un boliviano vaya al exterior?
Viviendo tantos años afuera me he dado cuenta de que muchas de las ligas sudamericanas se muestran en la televisión en otras partes del mundo y eso ayuda a que los jugadores se expongan y que los clubes puedan hacer un seguimiento. En el fútbol boliviano son muchos los puntos en los que se debería invertir para mejorar, y uno de ellos es mejorar las transmisiones para que se muestre a nuestros jugadores, pero tiene que ser una televisión de mucha calidad. Yo no creo que el fútbol chileno o peruano sea mucho mejor que el nuestro, pero sí emiten partidos importantes y los futbolistas de esos países son observados por clubes de otras parte del mundo.
¿Por qué no te fue como esperabas en Bolivia, cuando jugaste en Aurora?
Lo que pasa es que tuve la mala suerte de lesionarme en momentos clave; sin embargo, creo que mientras estuve bien físicamente tuve un rendimiento aceptable, tanto que me gané el puesto durante varios encuentros.
¿Jugar en la selección es una asignatura pendiente, aunque no dependa de vos?
Todo futbolista quiere jugar para su selección, la oportunidad vendrá y uno tiene que estar preparado. Lo importante es que ahora me toman en cuenta.
¿Por qué creés que no jugaste los dos partidos anteriores de la selección?
Son decisiones que el entrenador toma y el jugador las tiene que respetar aunque no sean de su agrado.
¿Da bronca no jugar cuando venís de tan lejos?
Venir de afuera no te asegura un lugar en la selección, hay jugadores que tienen muy buen nivel y que vienen jugando juntos en los clubes locales, pero el deseo siempre está en poder ser titular y dar todo por tu país.
¿Cómo te sentiste en la altura?, ya que ese es un tema importante para jugar con la selección...
Sí, ese tema es muy importante porque de local es donde Bolivia juega su clasificación. Creo que los que estamos jugando fuera lo sentimos más, pero también es cierto que nos ayuda mucho cuando estamos con varios días de adaptación. Yo me sentí bien cuando estuve, porque llegué antes que otros.
¿Todavía tenés un sueño de jugar en algún club importante de Europa o del mundo?
Los sueños que uno tenía cuando era niño de jugar en el Barcelona o en el Milán ya se acabaron; uno tiene que ser realista y disfrutar el momento en que uno vive. Me gustaría jugar en Australia solo para poder decir que tuve la posibilidad de jugar en Norte América, Sudamérica, Europa, Asia y Oceanía. Es que uno aprende muchas cosas además del fútbol, y seguro que más adelante eso me servirá en otro aspecto de mi vida.
¿Y en Bolivia, en qué equipo te hubiera o te gustaría estar algún día?
No soy hincha de ningún equipo boliviano, estuve en las inferiores de Blooming con el profesor Napoleón Cardozo. Por ahora, para volver tendría que tener una oferta seria, la estudiaría y luego tomaría la decisión
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