lunes, 16 de diciembre de 2013

Diego Blanco, el abogado-defensor de Aurora

Es gratificante para un periodista escribir sobre personas que sirven de ejemplo para otros, debido a la actividad que desarrollan, sus emprendimientos y sueños. En el deporte, más que en otras actividades, se espera grandes hazañas de los protagonistas, sujetos a exigentes pruebas físicas.

Sin embargo, ocurre a veces que los deportistas, además de sus logros, trascienden a otros campos de la actividad y entre estos, es poco frecuente que uno de ellos sea el académico.

Por eso, es especial el caso de Diego Marcelo Blanco Vallejos, cochabambino, marcador central del equipo de Aurora.

Es, además de futbolista, un hombre de leyes, estudió para ser licenciado en Derecho, es abogado.

“El fútbol es mi pasión, siempre lo supe, pero también sé que un día se acaban las piernas y que el fútbol nos va a dejar, por eso estudié, para tener una carrera profesional cuando me aleje del fútbol”, sostiene Diego en conversación con el # 1.

Recuerda que este sentido de superación personal y responsabilidad fue inculcado por su padre, que con su oficio de fundidor, cuidó y mantuvo a la familia.

“Mi padre siempre nos dijo que el fútbol debe ir acompañado de nuestros estudios, eso se me quedó grabado y ahora me doy cuenta de que ha sido un buen consejo”, manifiesta el central.

EXCEPCIÓN

El de Diego Blanco es un caso excepcional. Pueden contarse con los dedos de las manos a aquellos futbolistas que estudiaron y obtuvieron un título universitario.

Carlos Conrado Jiménez, exarquero de la selección boliviana de fútbol, en las décadas de 1970-80 que reside en Santa Cruz, es odontólogo de profesión.

Raúl Alberto “Calichín” Morales, recordado lateral derecho de Bolívar, Eduardo Terrazas, médico traumatólogo, Rubén Tufiño, volante central, es ingeniero industrial, Luis Gatti Ribeiro, volante ofensivo, odontólogo. Marcelo Carballo, marcador central, ingeniero en alimentos, Tito Montaño, administrador de empresas.

Cuando Álvaro Peña era dirigente de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), dijo que cuando muchos jugadores dejan el fútbol, no tienen un sustento económico para vivir.

“Creo que en mi caso tengo por lo menos 10 años más para seguir jugando, cuando llegue el momento de dejar el fútbol, me dedicaré a ejercer la profesión de abogado”, sostiene Blanco.

El jugador admite que varios de sus compañeros sólo se dedican al fútbol, por lo que cuando se retiren, no tendrán otra actividad para generar recursos.

El central recuerda que “el profesor (Julio César) Baldivieso nos dijo una vez que administremos bien el dinero que el fútbol nos da, eso debemos hacer todos los que estamos este deporte, porque el fútbol nos deja, a unos, antes que a otros”.

Blanco considera que una buena inversión que podrian hacer sus compañeros de Aurora, también de otros equipos “es ahorrar y ... estudiar una profesión”.

Acota que aunque es difícil estudiar mientras se trabaja, cuando hay voluntad y deseos de superación personal “ todo se puede lograr”.

No se ve en un futuro cercano como abogado, pero se ha fijado como un objetivo en su vida, cuando deje el fútbol, abrir y consolidar su bufete de abogado.

“Cuando ejerza como abogado, espero aplicar los principios morales que me inculcaron mis padres: esfuerzo, honestidad y ética en cada una de mis acciones”, afirma el abogado-defensor de Aurora.

COCHABAMBINO DE ORIGEN

DATOS PERSONALES

NOMBRE : Diego Marcelo Blanco Vallejos
NACIMIENTO : Cochabamba
FECHA : 1 de marzo de 1988
EDAD : 25 años
PADRE: Emilio Blanco Gómez (53)
MADRE: Elvira Vallejos Arias (45)
HERMANOS : Juan Gabriel y Scarlet Blanco Vallejos
ESPOSA : Ligia Acuña Chambi
HIJO : Thiago Blanco Acuña (Un mes y ocho días)



FRENTE A FRENTE

“Quiero que me convoquen a la selección”

“He salido campeón del fútbol boliviano con Aurora, en 2008, tengo una carrera profesional, a mi esposa y ya soy padre, pero aún tengo un sueño por cumplir: quiero que me convoquen a la selección boliviana de fútbol, es una gran aspiración, por eso tengo el propósito de superarme como jugador para que en algún momento me convoquen a la Verde, ojalá que sea así”, afirma Blanco.

El central es un creyente convencido de Dios y se encomienda a Él antes de desarrollar sus actividades diarias.

DIOS : El más grande
VIDA : Vivirla con mucha responsabilidad
AMOR : Lo más lindo
PADRE : Un orgullo
MADRE : Lo mejor
ESPOSA : La mujer de mi vida
HIJO : El motor de mi vida
HERMANOS : Mis pilares
PAZ : Lo más bonito
GUERRA : Muy triste
POLÍTICA : No me gusta
COMIDA : Picante de pollo
MÚSICA : Tropical, bailable, reegaeton



UNA NIÑEZ FELIZ, AUNQUE CON CARENCIAS

Diego soñaba desde niño con ser futbolista

”Recuerdo que una vez, cuando contaba con nueve años, mi madre me mandó a la tienda a comprar pan, pero al pasar por una cancha de mi barrio, en la zona sur de Cochabamba, me quedé a jugar fútbol hasta la noche y perdí el dinero, mis padres me reprendieron por lo que hice, creo que eso demuestra cuanto soñaba con ser futbolista”, cuenta Diego. Acota que tuvo una niñez feliz, al cuidado de sus padres Emilio y Elvira, y al lado de su hermano mayor Juan Gabriel y su hermana menor Scarlet.

Su padre trabajaba en una fundidora de metales, hacía entre otras cosas, lápidas y artículos diversos, mientras su madre trabajaba en un comedor popular.

“No le pagaban un sueldo a mi madre, pero podíamos comer lo que cocinaban allá, pese a eso, no fueron pocas las veces que nos faltó un pan”, recuerda. Su testimonio confirma que el fútbol se nutre de hombres que han nacido en cuna humilde y en barrios populares.

Diego integró las selecciones juveniles de Cochabamba desde los 12-13 años y también los representativos de Bolivia en estas mismas categorías. Fue campeón con Aurora en 2008, a los 20 años, y aspira a continuar cosechando títulos en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

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