Edson Zenteno, es uno de los jugadores más reconocidos de nuestro medio. De origen cochabambino, tuvo su paso por diferentes instituciones de relieve en Bolivia. Convocado a la selección nacional, se encuentra en una etapa importante de su vida, aquella en la que todavía no sabe si tendrá que despedirse de su carrera como futbolista o si esta disciplina le dejará seguir en actividad por un tiempo más, mientras no llegue el momento de decidir que camino deberá tomar, tiene la firme intención de seguir aportando a su equipo, Nacional Potosí.
Es un líder nato en su club, su experiencia es el mejor aporte para sus compañeros que lo siguen y aprenden de él. Para el técnico del plantel, Carlos Fabián Leeb, es pieza importante en su esquema de juego, siempre cuenta con él para todo encuentro, aunque esto no hace que Edson se crea superior a sus compañeros, se siente como uno más del equipo, manteniendo su humildad y sencillez, tanto dentro como fuera de la cancha.
Él mismo cuenta que proviene de una familia de origen humilde, tuvo en sus padres un gran ejemplo para salir adelante en todos sus emprendimientos. Para él y su hermano Edward, el apoyo de su papá fue importante para que se dediquen a un campo tan complicado y exigente como el fútbol, una profesión en la que supieron sobresalir.
HOJA DE VIDA
Nombre: Edson Marcelo Zenteno Álvarez
Nacimiento: 12 de agosto de 1978
Lugar: Cochabamba
Estado civil: Casado
Esposa: Ana Isabel Bustamante Heredia
Hijos: Belén Abril, Laura Ariana y Jair Marcelo
Padres: Cleto Zenteno Guzmán y Wilma Álvarez Pérez
Hermanos: Andrés, Rita, Edward, Óscar y Mireya
Estudios: Llegó a último año de secundaria
1995: Deja sus estudios de colegio en Cochabamba, el tiempo que dedicó al fútbol no le permitió terminar sus estudios, aunque asegura que no se siente mal por ello pues eligió un camino que le brinda grandes satisfacciones.
1996: Comienza su carrera futbolística en San José donde se quedó por medio año, sin embargo tuvo una pausa en su carrera profesional después de su paso por el club santo.
2003: Pasa a filas de Aurora, ese año fue el del ascenso del Equipo del Pueblo, a partir de ese momento su actividad futbolística no tuvo pausa.
2006: Fue parte de The Strongest, aunque tuvo un paso relativamente corto por la entidad atigrada, dejó su huella en la institución.
2007: Arriba para Ciclón en la Copa Simón Bolívar por el ascenso a la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
2010: Juega en Guabirá, en el equipo de Montero también tuvo una destacada participación, lo que sirvió para generar interés de otros clubes.
2011: Pasa a filas de Aurora, donde jugó por una temporada junto a su hermano Edward.
2012: Defiende la camiseta de Nacional Potosí, donde es titular inamovible de la escuadra dirigida por Carlos Fabián Leeb.
¿Fue el fútbol el causante para que no termines tus estudios de colegio?
Sí, porque desde muy chico me encantó jugar y a veces cuando a uno le gusta tanto estar con la pelota se olvida de muchas cosas como el estudio. Yo le di más importancia al fútbol que es la profesión que me gusta, y siempre estoy a gusto ejerciendo esto intentando crecer cada día más.
¿Hubo alguien que te haya impulsado a seguir esta carrera?
Desde los tres o cuatro años tomé esto como una pasión, gracias al apoyo de mi papá que jugó en Municipal, y creo que eso fue lo más importante para que yo siga sus pasos, y ahora estoy dedicándome a esto. Siempre he recibido su apoyo desde colegio, cuando tenía 16 años fui convocado a la selección cochabambina Sub-19, a esa edad formaba parte de ese combinado, y me encantó, por lo que decidí seguir este camino, pero el principal incitador para esto fue mi señor padre. Estoy muy agradecido a él porque me mostró el camino correcto para no perder la oportunidad y ser lo que soy hoy en día.
¿A qué se dedica él hoy en día?
Mi papá trabaja desde hace 24 años en la Universidad Mayor de San Simón, se dedica a la parte administrativa, siempre me hace sentir su apoyo y su cariño adonde yo vaya. Muy aparte de eso, se siente orgulloso de lo que estoy haciendo, y no sólo yo, también Edward a quien le está yendo muy bien, está convocado a la selección, y eso hace que yo busque hacer las cosas de la mejor manera.
Tu historia ¿comienza con raíces humildes?
Vengo de una familia humilde, el único que la mantenía y la sostenía era mi papá, gracias al sacrificio de él y mi mamá se pudo sacar a mi hermana profesional, ella es abogada y uno se siente muy orgulloso de eso. A mí me costó mucho, tenía que trabajar, a mis once o doce años lo hacía como ayudante de albañil, luego de unos años comencé a repartir leche, esas cosas no me dan vergüenza, por el contrario siento mucho orgullo, porque siempre me gustaba llevar dos o tres pesos de pan para tomar un café con leche. Eso siempre recuerdo con mis papás, con mi esposa que ha sido siempre la mujer que me apoyó siempre para salir adelante, y gracias a ella estoy bien.
¿En algún momento pasaron necesidades junto a tu familia?
Si, cuando una familia es humilde como la de nosotros siempre se pasan necesidades, como te decía el único que mantenía a mi familia era mi padre, pero gracias a Dios lo que nunca nos faltaba era el pan de cada día y la comida que siempre tiene que haber en la casa, él siempre fue el que sustentó mi hogar.
Cuando comenzaste con esta carrera ¿sentiste que podrías darles algo mejor a tus papás?
Recuerdo algo. Era la noche de San Juan en 2003, recibí la llamada de un técnico, Julio Alberto Zamora, su ayudante era el profesor Óscar Villegas. Contesté el teléfono a las 11 de la noche y me dicen que al día siguiente me iba a integrar al primer plantel de Aurora porque habían comprado mi pase, la verdad me dio una inmensa felicidad, ese rato conté lo sucedido y mi padre no lo creía. Me presenté al día siguiente en las prácticas temprano, hablé con el profesor, y cuando mi papá se dio cuenta que era verdad se puso feliz, comenzamos a llorar por la alegría y la oportunidad que Dios me daba, habíamos pasado muchas cosas, y tal vez esa era la oportunidad que Dios me estaba regalando para integrarme a un plantel. Ese fue un aporte muy importante para mi mamá, aunque te diré que no empecé a ganar muy bien, uno siempre gana poco cuando empieza, pero aún así nos alcanzaba para muchas cosas.
¿Cómo es hoy en día tu vida?
Tranquila, sencilla, siempre con la cabeza agachada y manteniendo la humildad de ser fiel a las raíces de donde vengo. No es bueno agrandarse, y en mi caso soy así, cuando tengo que ayudar a personas lo hago y con mucho amor porque algunos problemas por los que atraviesan yo también las pasé; el hambre, esa necesidad que ellos tienen. La verdad es que ahora me siento tranquilo, tengo una bonita familia que comparte las cosas conmigo .
¿Qué ves cuando estás frente al espejo cada mañana?
Veo un Edson ganador, ansioso de que las cosas salgan bien, de dar una mano a las personas que necesitan y ser bueno porque siempre he compartido cosas con la gente, con mi familia, ser una persona ejemplar para todos, porque siempre he intentado ser un referente para todas las personas que me miran, ese es el caso de los chicos que quieren jugar al fútbol y que necesitan verse reflejados en alguien. De aquí en un tiempo, me gustaría abrir una escuelita y enseñar todo lo que he aprendido.
¿Tienes algo que haya quedado pendiente en tu vida personal?
La verdad es que en este momento no te puedo decir, no tengo ninguna deuda pendiente conmigo mismo, soy una persona que está tranquila, creo que lo que estoy haciendo que es el fútbol lo hago bien y gracias a Dios jugué todo, estuve en la selección, en varios campeonatos internacionales, Copa Libertadores, Copa Sudamericana, me siento realizado.
¿Eres una persona muy creyente?
Si, a Dios le debo todo, sin importar la creencia que uno tenga siempre él está con nosotros, soy devoto de la virgencita de Urkupiña, la mamita de Bolivia, mucha gente le tiene fe porque la van a ver de todos lados, siempre me encomiendo a Dios y a ella.
¿Te gustaría que tus hijos sigan tus pasos?
La verdad que mi hijo tiene tres años, y le encanta la pelota, es fanático, siempre ha entrado conmigo en todos los partidos que hemos tenido en Potosí, le gusta la pelota, si el decide jugar al fútbol lo voy a apoyar, igual en lo que sea porque no puedo obligarlo a una cosa que no le gusta. Mis hijas, en especial la mayor juega al fútbol, lo más bonito es que tu hija te diga que está formando parte de un equipo en el colegio, te comento que además es goleadora, eso me pone alegre.
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