La situación de Alejandro Chumacero está sacando de quicio a medio mundo. El Sport Club do Recife está desesperado por desprenderse del jugador y él está necesitado por salir del club brasileño, En The Strongest lo quieren, pero la economía no alcanza para repatriarlo. Pero, en las últimas horas, han crecido los rumores de que el club Bolívar ha vuelto a la carga por hacerse con los servicios del volante paceño, a tal punto, que estaría dispuesto a doblarle el sueldo que percibía en el Tigre para que vista la camiseta celeste.
En alguna oportunidad, el dueño de BAISA, habría mostrado interés por el pequeño jugador. Alejandro fue contundente al declarar que le juró fidelidad a la camiseta aurinegra, negando cualquier posibilidad de fichar en el club del frente. Sin embargo, este juramento podría ponerse a prueba, pues fuentes cercanas a Chumacero y a la institución aurinegra, han indicado que Bolívar le ofreció al jugador una cifra muy importante para que cambie de opinión y refuerce las filas celestes. Falta saber en qué puesto jugaría en Bolívar, porque en el medio es donde sobran jugadores para los de Tembladerani (bueno… lo que queda de Tembladerani).
En la institución aurinegra están haciendo lo imposible para que Alejandro juegue, por lo menos, este semestre en el Tigre, sin tener que pagar los 60 mil dólares que el club brasileño pide por el futbolista. Ahora valdría la pena preguntarse, cuando una institución compra un porcentaje de un futbolista, bien cotizado o no, es responsable de la acción. Si el jugador no rindió, el club que vende no tiene por qué devolver lo que invirtió para el que lo adquirió. En pocas palabras, los brasileños se equivocaron. Ahora lo quieren devolver y quieren recuperar su plata… que se echen a esperar. Si la Academia lo quiere, deberá pagar lo que pacte The Strongest, dueño del 40% de la ficha y el equipo brasileño, propietario del 60 restante.
Por eso, es que no entendemos el delirio de algunos stronguistas y de otros bolivaristas. Así planteada la cosas, es poco probable que Chumacero sea celeste, a no ser que les sobre la plata a los del frente.
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