A Joaquín Botero se le complica día que pasa su regreso al fútbol mexicano. Ahora la Embajada de ese país en Bolivia le informó que para ingresar en territorio “azteca” necesita una visa de trabajo y no la de turista que estaba tramitando.
El Correcaminos de la segunda división lo contrató como uno de sus refuerzos para esta temporada, pero el atacante se está haciendo esperar demasiado porque no recibe el visto bueno para subirse al avión y embarcarse a su nuevo destino futbolístico.
“En la Embajada saben que voy a ir a trabajar allí, no quieren darme la visa de turista, me piden una carta que debe ser enviada desde México”, sostuvo Botero ayer en la sede del Gobierno.
Pero la solución no la tiene el futbolista ni está en La Paz. Su nuevo club debe realizar las gestiones ante el Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano para recibir la autorización respectiva.
Olga García Guillén, de la representación diplomática en Bolivia, explicó al sitio infonorte.net que “para que una persona vaya a trabajar a México requiere de una autorización previa del Instituto Nacional de Migración. En el caso del señor Botero, el club que lo contrató deberá tramitar esa autorización de ingreso para trabajar ante la delegación de esa oficina en el estado que corresponda”.
Según contó Botero, la dirigencia del Correcaminos ya tiene conocimiento del asunto. Lo que le preocupa es que le informaron que el trámite demora aproximadamente 20 días. Si se lo hace de inmediato, la autorización llegará cuando el campeonato esté en plena disputa. El delantero no haría la pretemporada.
Se lamentó de la situación que está viviendo. “Ahora se me está complicando todo, me siento más dentro que fuera; sin embargo, me voy a dar unos días de espera para ver qué pasa. Mi prioridad sigue siendo jugar en el exterior”.
García Guillén agregó al portal en internet que toda persona que va a realizar una actividad lucrativa a México debe ser autorizada por el INM. “Es por ello que esta Embajada así se lo ha informado al señor Botero el pasado 30 de diciembre y en cuanto se reciba esa autorización, esta Embajada con gusto procederá a documentarlo”.
Antes de que surgiera el interés del Correcaminos, el atacante había acordado su vinculación al León, también mexicano. Su transferencia se cayó porque a último momento los dueños del club desistieron de vender sus acciones al grupo empresarial que había tomado contacto con Botero. El goleador no quiere hablar de la posibilidad de quedarse en Bolívar si finalmente se frustra su viaje a México. “Si no sale lo de México, por ahí surge algo en otro país, posibilidades hay”.
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