Daner Pachi se quedó el segundo semestre sin jugar en el torneo de la Liga. Ha superado dos malos momentos, una lesión que le impidió jugar y la posibilidad de dejar el fútbol “por algunas injusticias que vio”, pero que ahora prefiere olvidar. A los 28 años dice que las ganas de jugar han vuelto y confía en que en 2013 militará en un club de la Liga. También apunta a volver a la selección, cree en su capacidad para convencer a Xabier Azkargorta.
— Seguramente está extrañando las canchas
— Siempre, es el deporte que más nos gusta y nos apasiona. Desde niño estuve ligado al fútbol, pero hoy me toca estar alejado de las canchas; sin embargo, sé que es momentáneo, si no jugué fue porque hubo algunos problemas de lesiones y cosas que sucedieron, pero en 2013 volveré a estar vigente.
— ¿Qué pasó para que no se lo vea en el fútbol de la Liga en el torneo Apertura?
— Primero fue por una lesión, luego por unos problemas que tuve cuando estuve en Aurora, lo que es mejor no recordar. Tuve una lesión que me impidió agarrar ritmo, preferí no jugar y cuando pensé en vincularme a un club fue tarde porque se cerró el libro de pases.
También he pensado en no jugar por las injusticias que he vivido en ese tiempo, pero mi familia me ha motivado, el apoyo incondicional de mi esposa, mi hijo y padres fueron decisivos para pensar en seguir. A Dios también gracias porque me he recuperado de una lesión y al año puedo tener un equipo de fútbol.
— ¿Qué hizo en este tiempo fuera del fútbol profesional?
— El fútbol es lo que más me gusta, en este tiempo he apoyado a Leonel Reyes y Marcos Paz en el trabajo que hicieron en White Star, también he aprovechado para entrenarme con ellos y no perder estado físico. He tratado de aportar a los jóvenes, enseñarles que en La Paz hay talento, que pueden ser útiles para jugar en el balompié profesional.
— ¿Cómo le ha ido en esa experiencia de trabajar con un cuerpo técnico?
— Es algo que ya conocía, en la escuela de fútbol que tengo en mi pueblo (Santa Rosa de Mapiri) he enseñado a niños, jóvenes y mayores. Los he apoyado con lo básico que adquirí a nivel profesional, he tratado de inculcar a quienes quieren jugar el norte, al que deben apuntar. Tengo la idea de hacer realidad un proyecto para enseñar a la gente algunas cosas a través del fútbol.
— ¿Al año se lo verá de nuevo en las canchas?
— Esa es la idea, mi hijo me motiva para seguir jugando, su apoyo es fundamental. Creo que nunca me voy a desligar del fútbol, en este momento sigue latente en mí esa posibilidad. En la calle la gente que me conoce me saluda, sean hinchas bolivaristas o stronguistas me apoyan, eso también influye para seguir.
— ¿Qué va a ofrecer el proyecto que está encarando?
— Es un proyecto lindo, mi idea es hacerlo realidad en un corto o mediano plazo. Tengo una maqueta para hacer un centro de alto rendimiento para albergar niños que desplieguen su talento en el fútbol, fútbol de salón o básquetbol. La idea es tener gente de bien, ayudar a quienes viven en la calle para que tengan una vida digna trabajando en el deporte o en otra actividad. Con Leonel Reyes apuntamos a hacerlo realidad.
— ¿Hay apoyo de la empresa privada?
— Nadie se brinda para ayudar a la niñez y juventud, he tramitado la personería jurídica, también estoy en trámites con organizaciones no gubernamentales. El proyecto nació en 2003 en Santa Rosa de Mapiri para ayudar a la gente.
— ¿Dónde se tiene previsto tener el Centro de Alto Rendimiento?
— Primero quiero que sea en mi pueblo, en La Paz hay que buscar un terreno, las gestiones están comenzando, es muy complicado pero tenemos la confianza de que más temprano que tarde habrá novedades.
— ¿Qué piensa de la campaña de Bolívar?
— Fue irregular, he visto buenos y malos partidos, pero este fue el año del Tigre. El equipo no desaprovechó en los partidos clave, los ganó y, lastimosamente para sus hinchas, Bolívar se quedó con las ganas de seguir en carrera.
— ¿Sueña con regresar a una convocatoria de la selección?
— Si me toca estar voy a poner todo de mí. Mientras tenga la opción de jugar siempre estará en mi mente ello, para mí es un desafío volver. Primero quiero tener un equipo para jugar en 2013.
— ¿No piensa en el retiro?
— Tengo 28 años, me quedan muchos años para jugar, estoy con las pilas cargadas como para seguir. Por mi cabeza no pasa el retiro, he aprendido de las cosas malas.
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