Sergio Galarza - Arquero de Blooming

Sergio Daniel es un arquero que no solo prolongó una dinastía Galarza bajo el arco, sino que se abrió camino con un estilo diferente a sus antecesores. El actual guardameta de Blooming es el único sobreviviente de la selección '93.

¿Qué significó ser convocado por Azkargorta?
S.G. Fue una experiencia inolvidable porque fue mi primera convocatoria a la selección mayor. Tenía 18 años recién cumplidos, acababa de debutar en primera división y fue extraordinario.

¿Alguna anécdota?
S.G. Cuando sale la lista de convocados, para el partido en San Sebastián, solo sale el apellido Galarza. Nosotros en casa todos nos alegramos porque creímos que era mi padre el convocado.

Cuando lo supiste...
S.G. No lo podía creer, simplemente no lo podía creer.

¿Cómo te fue en españa?
S.G. No tengo palabras. Fue algo muy lindo. Compartí habitación con el "Loco" Trucco (Carlos Leonel), una persona realmente espectacular, muy profesional, a la hora de trabajar. Conmigo se portó muy bien.

¿Y el grupo?
S.G. Era espectacular, todos muy profesionales, compartí mucho con Marco Sandy, Mario Pinedo, "El Puma" Soruco (Modesto), "Lucho" Cristaldo. Era un grupo bárbaro.

¿Ser Galarza fue presión?
S.G. Para mí fue complicado. Siempre existieron las comparaciones y como todo chango tuve que esforzarme mucho para ser yo mismo. Algunos comentaban que de tamaño era muy chico, que yo jugaba solo por mi apellido, que los técnicos me ponían por amistad con mi padre. Con el tiempo fui ganándome un lugar por mí mismo.

¿Cómo empezaste?
S.G. Siempre acompañé a mi padre a los entrenamientos. En La Paz me iba todos los días a la cancha de The Strongest, pero yo era muy niño. Cuando se va a Oruro (a jugar en San José), ahí mi padre me descubre y decide entrenarme, porque me vio condiciones, para entonces ya tenía 15 años.

¿Por qué en metalsan?
S.G. Mi padre fue contratado por Wilstermann y la familia se trasladó a Cochabamba. Entré al colegio Don Bosco y el director Francisco Díez me convoca para la juvenil del colegio, que competía en la Asociación. Ahí me vio Víctor Villalón (técnico de Metalsan), su hijo era compañero mío. Cuando el '93 aparece el famoso reglamento del Sub 20, él habló con mi papá y le dijo que quería ponerme en el arco de Metalsan, y así fue. Debuté en Primera División el 1 de septiembre de 1993.

Se te comparó mucho con Arturo y con Luis...
S.G. Los dos eran totalmente diferentes. Arturo (hermano mayor de su padre) era un arquero totalmente técnico, tenía una ubicación impresionante, casi no volaba. Mi viejo era más espectacular, le gustaba volar, era más tirado al show. Yo estaba convencido de que tenía que ser diferente.

¿Recordás el Sudamericano de 1995?
S.G. Fui arquero de la selección Sub 20 y para mí fue un espaldarazo. Me hice de un nombre y la prensa dejó de tratarme como el hijo de Luis Galarza. Eso me valió para ser contratado por Real Santa Cruz.

¿Cómo te hiciste de un nombre y de un estilo?
S.G. Solo con mucha responsabilidad y muchísimo trabajo. Tengo la fortuna de haber jugado en los cuatro equipos más grandes de Santa Cruz, que son Real Santa Cruz, Oriente Petrolero, Guabirá y ahora en Blooming.

Alguna vez me dijo Ronald arana que 'es mucha cosa tener a Galarza'...
S.G. No soy mucho de hablar en primera persona. Soy un apasionado del trabajo, me gusta la disciplina. Con Ronald, que es un excelente zaguero, nos entendemos a la perfección. Con un grito el sabe dónde quiero que esté y con sus indicaciones sé perfectamente dónde tengo que ir. Hemos jugado juntos desde los 15 años en varios equipos, en la selección, en Oriente, en Guabirá.

¿Qué tal el 2012?
S.G. Fue un buen año para Blooming, si sumamos los puntos de los dos torneos somos el tercer equipo. Estábamos en zona del descenso, ahora estamos en el quinto puesto. En torneos largos, creo que es la mejor campaña en la historia del club. Lástima que no pudimos llegar más arriba.

¿Hay 'Mono' para rato?
S.G. La verdad no sé. Disfruto lo que hago, me gusta ir a entrenar, estoy muy cómodo en Blooming, tengo contrato hasta mediados de año. Quiero jugar un tiempo más. Día que pasa me preparo para el retiro. Quisiera terminar mi carrera jugando en un grande y logrando un título.

Tu sueño de chico fue jugar en The Strongest. ¿Sigue siendo un sueño?
S.G. La verdad no se me ha dado el poder jugar en The Strongest. No sé si me irá a dar, a estas alturas de la vida no me ilusiono. Vivo muy bien y muy contento con mi familia, porque eché raíces acá y me gustaría cerrar mi carrera en Santa Cruz.

Para sus equipos fue una bendición, para los delanteros rivales lo contrario. El "Mono" Galarza ya es parte de la historia.

'Fui muy comparado con mi padre y con mi tío, pero soy muy distinto a los dos, tengo mi propio estilo'