El entrenador de la Selección Nacional de Fútbol, Mauricio Ronald Soria Portillo (51 años), fue un destacado arquero en el país, pero también practicó otras disciplinas deportivas que lo formaron en su carácter, disciplina y su forma de llevar adelante su trabajo cotidianamente.
El Loco fue un multifacético deportista desde niño. Pasaba más tiempo en los campos deportivos, donde tuvo la posibilidad de conseguir logros personales. En esta nota explica que llegó a ser portero “por casualidad” y que el fútbol le abrió el camino hacia su consolidación como profesional.
Muchos aficionados al deporte conocen a Soria por su destacada trayectoria atajando para los grandes equipos del país, además de conquistar títulos nacionales como guardameta y entrenador de fútbol.
Sin embargo, el cochabambino se destapa con EL LÍDER y explica que el fútbol no es su única pasión, sino también el automovilismo. Cuando era más joven también se dedicó al atletismo y al kung fu. Sin embargo, espera tener tiempo para ponerse frente al volante y volver correr una prueba nacional. Dice que “el coche está listo”.
El seleccionador, que se encuentra trabajando con la preselección Sub 17 en Santa Cruz, brinda algunos minutos a este medio para dar a conocer detalles de su vida antes de consagrarse como portero en el país.
P: ¿Fuera del fútbol, su otra pasión fueron las artes marciales?
R: Sí. Eso fue sobre todo en mi niñez y juventud. Yo estuve desde mis 10 años en una escuela de artes marciales en el estadio Félix Capriles hasta los 20, cuando me fui a Strongest. Durante ese tiempo entrenaba artes marciales tres veces a la semana, entre tres y cuatro horas. Luego, mi instructor (Ariel Justiniano) se fue a la Argentina, no pude continuar y no supe dónde ir.
P: ¿Logró ascender en los niveles de esa disciplina?
R: La verdad, tenía que dar exámenes para subir de nivel, pero yo nunca rendí una prueba. Solo tengo el cinturón negro que sujeta mi pantalón (risas).
P: ¿También practicó atletismo en su niñez?
R: Sí. En esa época practicaba tres disciplinas deportivas: fútbol, kung fu y también atletismo. Como vivía cerca del estadio, entrenaba de 14:00 a 16:00. Hacía atletismo. De 16:00 a 18:00 me dedicaba al fútbol en la escuela Enrique Happ. De 19:00 a 21:00 practicaba artes marciales. En el atletismo hacía salto alto. En algún momento superé los 1.75 metros. Eso fue cuando tenía 12 o 14 años. Con el pasar de los años, el tiempo ya no alcanzaba y tuvimos que dejar una a una las actividades deportivas. En el fútbol, estudiaba en el colegio Don Bosco, que tenía su equipo en la Asociación de Fútbol Cochabamba. Y siempre le buscamos vencer a Enrique Happ y Sanzetenea.
P: ¿Usted comenzó en el fútbol como arquero?
R: Llegué al arco por pura casualidad, porque yo jugaba como delantero. En una ocasión faltaron los arqueros en el equipo y el entrenador pregunto ¿quién entra al arco?, pues me puse los guantes y nunca más salí del pórtico.
P: ¿El automovilismo es su otra pasión?
R: Claro que sí. Gracias a Dios competí en 10 torneos nacionales y con mucho éxito. De los 10 gané siete, en dos terminé segundo y en uno, como tercero en la categoría A-6, entre 2011 y 2013. Es una pasión muy hermosa. Ahora mismo sacamos un poco de tiempo para correr. Cuando nos reunimos con mi amigo Marco Ponce hacemos algunos retoques al auto y nos distraemos un poco. El coche está listo para competir, pero lo único que faltaría son las llantas. Van dos años que no corro y están secas y si competimos se pueden reventar o pinchar.
P: ¿Cuánto cuesta poner un coche en óptimas condiciones para un nacional?
R: La verdad, es muy costoso, pero prefiero mantener ese detalle en reserva. Es difícil sustentarse en este deporte solo y sin sponsors. Hay otros chicos que corren más seguido y pueden buscar patrocinio para las competencias.
P: ¿Qué modalidad le gusta más: circuito, largo aliento o rallys?
R: La verdad es que cada una de las modalidades tiene sus cosas lindas. Me gusta correr más las pruebas de largo aliento. También hemos tenido que participar en una competencia de 10 a 15 minutos, cuando estás agarrando ritmo ya termina la competencia. Uno de los torneos que más me gusta es el Gran Premio Bolivia, que se corre de un punto del país a otro. Hay tramos de dos horas o más, además, en asfalto y tierra.
P: ¿No le llama la atención correr en un Dakar?
R: No. Es diferente. Soy una persona organizada y me gusta tener casi todo bajo control. El Dakar es una prueba donde debes improvisar demasiado. Me gusta buscar la hoja de ruta y saber lo que viene. Incluso, en los dos grandes premios que corrí tuve la posibilidad de dar dos vueltas previas por todo el recorrido para tener todo planificado.
Soria fue un deportista que rayó al mas alto nivel, porque en el fútbol también se consagró campeón defendiendo los colores de los clubes como Bolívar (1994 y 1996), Wilstermann (2000) y The Strongest (2003).
Como técnico dio la vuelta olímpica con Wilstermann (2006), Real Potosí (2007) y The Strongest (2011).
Su principal desafío es conformar una selección juvenil que pueda ser la base para el combinado que dispute las Eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
El dato
El entrenador cochabambino tiene la misión de mejorar el nivel del balompié nacional, desde las divisiones menores.
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