Franco, muy abierto y sincero, Leonel Justiniano habló sobre su vida privada, narró sus alegrías como jugador y también los momentos difíciles por los que atravesó.
El volante cruceño recuerda que un pilar importante para llegar a jugar como futbolista profesional es su madre.
Para Justiniano ella fue quien lo impulsó a luchar por conseguir su sueño; una de las anécdotas del jugador es la primera llamada de felicitación que recibió de su mamá cuando fue convocado por primera vez a la selección nacional.
En Bolívar, Justiniano se convirtió en un jugador importante; el mediocampista, por su buena producción, fue vital para que la academia paceña consiga el título del torneo Apertura, que terminó la semana pasada.
Uno de sus mayores sueños es poder seguir consolidándose en Bolívar para así poder salir a jugar al exterior.
Aparte de ser jugador, Justiniano contó que estudia la carrera de Administración de Empresas, la cual por el momento está congelada, aunque no descarta retomar los estudios.
Ahora que conseguiste el título de campeón con Bolívar, ¿cómo te sientes?
Estoy muy contento por obtener el título, acabamos bien la temporada, en lo personal eso cae muy bien, por todo el trabajo que se hizo.
¿Recuerdas cuando te prestaron a Nacional Potosí?
Lo recuerdo muy bien, salí campeón con Bolívar el 2013, luego no tuve muchos minutos con el nuevo entrenador, que era Azkargorta, y decidí buscar un equipo; gracias a Dios, el profesor Ferrufino (Marcos) me llamó para que vaya allá, y no dudé en hacerlo, para mí fue una decisión muy buena porque aprendí mucho en lo humano y lo futbolístico.
A tu regreso a Bolívar, ¿no fue fácil encontrar un puesto dentro del equipo?
A mi regreso la verdad la pasé muy mal, yo venía con muchas ganas, mucha ilusión de consagrarme, ya que tuve una temporada buena en Nacional Potosí, pero no fue así, me marginaron, no me dieron ni una chance de luchar por un puesto; la pasé muy mal, me quería ir, entrenaba a full, gracias a Dios no me lesioné, pero todo eso me molestó, era mucho tiempo que estaba sin jugar.
Después de ese mal momento, ¿quién fue el entrenador que te dio la oportunidad de volver a jugar?
Fue el profesor Óscar (Villegas) quien me dio la oportunidad de mostrarme como jugador, le debo agradecer mucho; él, ni bien agarró la dirección técnica del equipo de manera interina, me dio la chance de jugar, pude jugar los últimos siete partidos, donde agarré confianza; luego se hizo cargo el profesor Beñat, quien también me dio una oportunidad que no pienso desperdiciar.
Ahora ¿crees que te consolidaste como titular?
No, para nada me veo como titular, el fútbol es constante, a veces es muy complicado, debo seguir aumentando mi nivel, quiero ganar más títulos con Bolívar, tengo en mente salir a jugar al exterior.
¿Qué te falta para salir al fútbol internacional?
Hay muchas cosas por mejorar, creo que mi carácter debo mejorar si quiero salir a jugar al exterior, no me gusta perder, debo controlarme más; trabajé mucho en ese aspecto, pero en lo futbolístico me falta mucho a lo que quiero llegar, estoy trabajando bastante en corregir algunos errores, como dije, mi sueño es llegar a jugar en el exterior, creo que estoy en la edad correcta para salir del país y de mostrar mi talento.
¿Llegar a la selección nacional te ayuda bastante a conseguir ese objetivo?
Llegar a jugar en la selección nacional para mí fue algo muy lindo, eso hizo que me motive bastante. La convocatoria influyó mucho para que suba mi nivel, tuve roce con jugadores de talla internacional, eso me hizo muy bien y todas estas experiencias puedo utilizarlas para el bien de mi club.
Recuerdo que una vez me comentaste que tu mamá se alegró con tu primera convocatoria
Mi mamá siempre estuvo conmigo, a ella le debo todo. Recuerdo que me levantaba temprano a los entrenamientos, luego empecé a jugar en la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) y me gritaba desde las gradas cuando no hacía buenos partidos, me alentaba cuando las cosas salían bien; ella me apoyó en cada cancha, madrugaba conmigo, sin su apoyo no sé qué hubiera hecho.
Ahora que eres campeón, ¿qué dice tu mamá?
Ella está feliz , muy ‘chocha’. Gracias a Dios la tengo acá en La Paz junto con mis hermanos; verla feliz me pone muy contento.
¿Si no hubieras sido futbolista, pensaste en otra opción?
Sí. Obviamente, recuerdo que cuando estaba en la Academia Tahuichi me fue mal y tuve que dedicarme a estudiar.
Por esos tiempos alterné los entrenamientos con mis estudios, creo que si no pasaba nada en los próximos meses retomaba mi carrera. Siento que es necesario volver a clases, me gusta estudiar y aprender.
¿Qué carrera estudiaste?
Administración de Empresas estudiaba en Santa Cruz, pero la dejé para dedicarme de manera íntegra al fútbol, pero tengo en mente retomar mis estudios porque será parte de mi formación como persona, porque todos sabemos que el fútbol no es para siempre, uno tiene su momento y este pasa con los años y para ello hay que estar preparado.
¿Cuándo dejes el fútbol piensas en volver a la universidad o piensas dedicarte a la dirección técnica?
Es algo difícil, todavía falta mucho para que yo deje mi carrera como futbolista, habrá tiempo para pensar quizás en un futuro, pero hay cosas que uno debe hacer en la vida y una de ellas es capacitarse, estar siempre actualizado.
Tu buen momento aceleró el retiro de Wálter Flores, prácticamente le sacaste puesto...
Wálter siempre fue un gran jugador y ahora será maravilloso poder tenerlo en otra faceta de su carrera, pero además, mientras estuve con él, aprendí mucho.
¿Cómo lo ves a Wálter de ayudante de Beñat?
Él tiene la experiencia necesaria para poder ayudarnos, cuando llegué a Bolívar me dio consejos, le gusta ayudar a los más jóvenes; la verdad, pienso que le hará un bien a Bolívar, me alegra mucho que sea ayudante del profesor Beñat, ambos conocen muy bien a todo el grupo.
¿Recuerdas algún consejo que te dio en especial?
Sí, recuerdo muchos, me decía que no me quede ahí, que corrija mis errores; me enseñó a marcar mejor a los rivales, estoy muy agradecido con él por sus consejos, creo que tiene bien merecido ser un ídolo en el club, Wálter dio mucho.
Ahora que estás de vacaciones, ¿qué haces, sales a bailar, cómo te diviertes?
Me gusta hacer prácticamente todo, me gusta caminar, correr, ir al cine y bailar. Ahora que tengo tiempo me desestreso del mundo del fútbol, estar en concentraciones no es fácil, ahora disfruto de mi familia, hago churrascos, me gusta charlar con mis amigos, paso mucho tiempo con mi hijo.
Hablando de tu hijo, ¿él es tu inspiración?
Sí, mi hijo es mi mayor inspiración, me hace mejorar cada día, me alegra en los momentos tristes, es mi vida; cuando me fui a Potosí lo dejé muy chico, se quedó de dos meses, y me dolió bastante, pero ahora, gracias a Dios, lo tengo a mi lado, para mí es importante tenerlo acá.
Leo, ¿piensas que estás en tu mejor momento o falta para ver más de ti?
Me falta mucho, bastante, sé que hice muy buenos partidos, mejoré bastante mi nivel, pero tengo que salir afuera para recién llegar al nivel que deseo; aún tengo que meter goles, puedo dar más, entrenaré más, me quiero superar, quiero hacer muchas cosas aún, siempre me gusta entrenar y mejorar cada vez más y con la gente que tengo a mi alrededor sé que puedo lograrlo.
¿El siguiente reto que tienes es hacer un buen papel en la Copa Sudamericana?
Ahora sí, la verdad es que estoy pensando en la llave que tenemos, creo que será muy difícil; Liga de Quito es un equipo muy bueno, ambos somos elencos que jugamos en la altura, será una llave bien pareja, pero estoy mentalizado en dar todo de mí y sé que mis compañeros piensan igual. La ventaja que tenemos es que somos un grupo que llevamos mucho tiempo juntos y nos entendemos.
¿Algún mensaje que quieras dar a los niños que están iniciando su carrera?
Les digo que sigan su sueño, de niño soñaba con jugar en la Liga; recuerdo cuando estaba jugando en la Tahuichi en el entretiempo siempre me decía: ‘Quiero llegar ahí’, gracias a Dios lo conseguí; siempre es bueno soñar en grande y, pase lo que pase, siempre hay que confiar en uno mismo.
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