A horas de que Bolivia enfrente al anfitrión del torneo, Chile, la prensa trasandina ha subrayado el apellido nórdico materno de Martín, hijo de un boliviano exilado en Suecia a fines de los "80 y de una sueca.
Ramiro Dalence, padre del centrocampista y delantero del Gotebôrg sueco de 31 años y 1,87 m de estatura, ´diez centímetros más que la media del equipo´, reseña la publicación chilena, pidió exilio cuando los paramilitares del dictador boliviano Luis García Mesa se entregaban a la orgía de perseguir a los progresistas bolivianos entre julio de 1980 y julio de 1981.
Suecia se lo confirió y Dalence, que es a Oruro, en el sudoeste de Bolivia, lo que Johnsson a Minnesota o Vacadíez a Santa Cruz, se mandó a cambiar. Su primera base fue Estocolmo y, en tanto aprendía a vivir en medio de una cultura diametralmente diferente de la suya y a lidiar con el idioma sueco, conoció a Britt-Marie Smedberg.
Ramiro subió a Brit-Marie al tálamo nupcial y juntos construyeron un nido de amor en la ciudad de Hammarkullen, una de las 1.650 ciudades de la región sueca de Vasterbottens Lan y de las 27.813 ciudades de Suecia.
Dalence, por padre, y Smedberg, por madre, de acuerdo con la tradición latina o, Smedberg-Dalence, con la prosapia sueca, Martín, autor del segundo gol de Bolivia frente a Ecuador, nació por cuestiones del destino y el trabajo de sus padres en la ciudad de Norrkoping.
Cuentan los periodistas bolivianos que cubren la Copa América de Chile que Martín habla, además del sueco y un fluido inglés, un estimable castellano que debe debérselo a Ramiro y al amor telomeral que siente por Bolivia, cuya divisa defiende en esta Copa América de Chile.
Que después de calzarse la casaquilla amarilla tocada por un listón rojo entre varios azules de la cruz de Suecia y jugar incluso para selección de menores del país que le vio nacer, Martín, que el martes le hizo una caricia al balón y lo introdujo con gran categoría en la valla de Ecuador, es un "futbolista profesional en Suecia con una dilatada trayectoria", remarca As.
Martín, dice la publicación," aceptó la propuesta de la federación boliviana y a los 30 años se vistió por primera vez la camiseta de la Verde" en 2014.
El jugador sueco boliviano, ambidextro y dueño de una gran pegada, con ambas piernas por supuesto, "había sido internacional en categorías inferiores con Suecia, pero nunca con la absoluta", resalta el impreso chileno.
Su doble nacionalidad le permitió recuperar "el apellido de su padre y lo unió al de su madre, el que siempre había utilizado por ´seguridad´", resalta.
La convocatoria para la Copa América fue todo un acontecimiento y le permitió pisar Bolivia por primera vez en su vida, escribe As.
"Por supuesto que contesté que sí. Soy ciudadano sueco, pero una gran parte de mis raíces están en Bolivia. Incluso tengo parientes allí. Mi padre es de Oruro. Todos los papeles están en orden. Es un privilegio jugar como boliviano", contestó a la iniciativa del periodista de As.
"Dicho y hecho. Su gol y asistencia ante Ecuador evidencian que el sueco de Oruro, el boliviano de Norrkoping, están llamados a hacer historia en el torneo. De momento, con cuatro puntos, Bolivia ya acaricia los cuartos de final 18 años después. Lo celebran los Dalence y también los Smedberg. Así de peculiar es el fútbol", firmó el cronista chileno Aritz Gabilondo.
El orureño de Norrkoping, que comparan con Beckham, cuenta en su andadura con más de 200 partidos en primera división en el fútbol sueco y 34 goles marcados en su carrera. Debutó en el fútbol profesional a los 18 años en el club Gunnilse (2001-2003).
Martín, que milita en el más poderoso de Suecia, el IFK Göteborg, se ha calzado también las divisas de este club en el lapso 2004 y 2006, el Västra Frölunda (2005), el Jungskile SK (2007-2010 y el Norrköping(2011-2013).
Este sueco boliviano "se siente muy boliviano y ya que tiene mucha influencia de nuestro país a pesar de haber nacido en Suecia; inclusive sabe cantar el himno nacional", confesó a fines de 2014 Ramiro Dalence, cuando supo que su patria llamó a su vástago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario