El director técnico dice que para pensar en clasificarse a una Copa del Mundo no es suficiente ganar los partidos de local. Además, los rivales ya no le tienen miedo a la altura. Considera que la dirigencia debe comenzar un proceso de largo aliento en la formación de jugadores, desde niños, de modo que en unos 20 años nuestro balompié sea competitivo y esté a la altura de otros países.
— ¿Qué debe hacer Bolivia para clasificarse a un Mundial de fútbol?
— No debe fijarse en objetivos marcados por el tiempo. Es un criterio errado eso de decir que pensemos en 2018, 2022 o 2080. Hay que pensar en un proyecto, en un proceso. Decimos que para clasificar al Mundial hay que ganar los partidos de local, eso está mal. En las últimas eliminatorias no ganamos en los primeros encuentros y todos dijeron que el proyecto se terminó.
— ¿Cómo se debe estructurar un proceso en el fútbol boliviano?
— Lo que pienso es que se sabe cuándo un proyecto comienza, pero no cuándo termina. Ese trabajo lo tiene que hacer la Federación Boliviana de Fútbol, es la dirigencia la que debe marcar la labor que se debe realizar en los estamentos infanto juvenil, amateur, femenino y profesional.
Dentro de ese proceso hay que fijar como meta que nuestro fútbol sea más competitivo de aquí a unos 20 años. Si comenzamos ahora seremos igual que Colombia, Chile o Ecuador en ese tiempo y nadie dependerá de los resultados sino del trabajo.
Por ejemplo, Colombia debe tener unos 50 jugadores en el exterior, por tanto sus clubes son competitivos. Su selección puede ganar en Brasil y perder en casa, eso significa que no depende del lugar donde juega, sino que puede dar competencia a cualquier rival.
— ¿Qué considera que se debe hacer con los futbolistas jóvenes?
— Pienso que no podemos mandar 11 chicos de 20 años a la cancha porque nos encacajarán goleadas y ellos quedarán afectados psicológicamente. Nos distrae la atención algunos resultados, cuántos jóvenes son convocados, cuando en realidad la parte más importante es cómo ser más competitivos.
— ¿Y cómo podemos ser más competitivos?
— Tenemos que comenzar desde el cimiento si queremos una clasificación. Por ahora lo hacemos con chicos de 18 años de edad, eso es bueno, peor es no hacer nada. Desde mi punto de vista hay que comenzar con los niños. Los clubes deben trabajar de verdad con la capacitación de los formadores, a ellos hay que darles su valor como por ejemplo lo está haciendo Bolívar llevando a sus chicos a torneos internacionales.
Los formadores saben cómo trabajar con los chicos de diferentes edades. Una buena obra tiene buenos cimientos. Ahora estamos trabajando en la Universidad y no en el kínder. Ahí es donde debemos apuntar para que los jugadores tengan competencia.
— ¿Cree que la altura sigue siendo una aliada?
— Es que hay que preparar al futbolista para todos los niveles. En la altura el tema no pasa por el rubro fisiológico. Creo que existe un componente en el cual están trabajando mucho los brasileños que es el mental, ellos ya no son goleados en la altura, ahora vienen y ganan. Mi verdad es que el técnico de la selección debe tener una independencia total a la hora de armar el equipo y no debe jugar para cuidar su pega, sino que debe ir a trabajar en un proyecto.
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