martes, 21 de julio de 2009

Mauricio Baldivieso debutó en el fútbol profesional a los 12 años y su padre, el polémico Julio César


El sorpresivo debut del infante Mauricio Baldivieso en el fútbol profesional boliviano, durante el partido disputado el domingo entre su equipo, Aurora, y el local La Paz Fútbol Club, ha generado reacciones negativas y críticas contra su padre y entrenador, el polémico Julio César Baldivieso.
Una vez finalizado el encuentro, que perdió Aurora (1-0) en un bochornoso final, por la agresión del defensor Jenry Alaca contra el joven debutante, las imágenes y fotografías de Mauricio en acción comenzaron a dar rápidamente la vuelta al mundo, a través de la Internet, mientras en Bolivia arreciaban las críticas contra el principal impulsor de este hecho, destacado por medios escritos importantes como Olé, Clarín y El Bocón.
A propósito, el presidente de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, Mauricio Méndez, se declaró sosprendido por lo ocurrido, aclarando, sin embargo, que entre las reglamentaciones del fútbol nacional no hay un límite para casos como éste. “Ésa es única y exclusiva responsabilidad del club y del técnico que lo hace jugar, que en este caso es su padre”, dijo Méndez, que no ocultó su extrañeza por las repercusiones y reacciones, más en contra que a favor.
Enrique Conde, presidente del comité técnico de la Liga, dijo que observa el acontecimiento como fuera de lo común en Bolivia (no es normal que un chico de 12 años debute profesionalmente y se convierta en el más joven de América), pero al mismo tiempo aclaró que, al no haber una reglamentación que impida lo ocurrido, la actuación del joven es correcta y se enmarca dentro de lo escrito.
El joven volante entró a la cancha a los 39 minutos del segundo tiempo y cinco minutos después recibió una patada de Alaca, lo que casi genera una pelea entre jugadores de ambos equipos.
El récord del jugador más joven de una liga profesional lo tenía el peruano Fernando García, que en 2001 debutó jugando para Juan Aurich a la edad de 13 años y 10 meses de edad. Mauricio superó esa marca y su padre está feliz. “Estoy orgulloso, tiene mucho talento”, dijo Julio César, ex capitán de la selección boliviana y actual DT de Aurora, donde juega su vástago.
Mientras Baldivieso padre calificó a Alaca de ‘criminal’, por la patada, desde el camarín rival el capitán del equipo rival, Rómulo Alaca, hermano del infractor, replicó que “el fútbol es para hombres”.

Reacciones

Bismarck Kreidler | Periodista
Es una irresponsabilidad del señor Baldivieso. Hacer debutar a un niño de 12 años es un lujo que no se dan en Argentina ni Brasil. Es una ‘farolería’ y bellacada de ese señor; lo que busca es promocionar su apellido.

Erwin Romero | Ex futbolista
El fútbol es universal, pero tienen que cumplirse etapas. Es ilógico debutar a los 12 años, pero ésa es responsabilidad del padre. Es inédito, no se da en Argentina ni en Brasil, y creo que en ninguna parte del mundo.

Joaquín Ardaya | Conductor de tv
La intención de promover un jugador joven es buena; sin embargo, la coyuntura de que Julio César Baldivieso sea el técnico de Aurora que ha hecho que su hijo juegue, no creo que sea por sus condiciones futbolísticas.

Jorge Antequera | Ex árbitro
Es muy bonito, muy interesante, pero no es el momento. El fútbol hasta los 14 años es para distraerse, no para algo más serio. Puede ser petulancia del padre, pero yo no cometería ese mismo error con mi hijo.

‘Baldi’ se defiende
El entrenador de Aurora, Julio César Baldivieso, defendió ayer el debut de su hijo Mauricio, de 12 años, y destacó su capacidad física y técnica, así como “su talento y su personalidad”.
“Estoy muy feliz y contento no solamente por el debut, sino también porque creo que los que entienden medianamente de fútbol se han debido dar cuenta de que Mauricio no desentonó en el equipo”, afirmó el DT a Radio Panamericana.
“¿Por qué en Bolivia tenemos que esperar hasta los 20 ó 25 años para que debuten o sean promesas a los 30 años? Creo que esa mentalidad hay que archivarla, hay que acabar con eso”, declaró.
Mauricio Baldivieso cumplirá 13 años mañana. /EFE

Opinión

Niño prodigio o padre díscolo
Fernando Nürnberg | Periodista
Alguna gente ha visto con cierta simpatía el debut del hijo de Julio Baldivieso, Mauricio, que ingresó el domingo pasado para jugar poco más de ocho minutos durante el partido entre La Paz F.C. y Aurora.
Al novel futbolista lo recibieron con un encontrón que pareció una dura entrada de parte del defensor Jenry Alaca, a quien el propio Baldivieso (padre) lo criticó y expresó que era un criminal.
Viendo las imágenes, la realidad de las cosas, uno se pregunta si no es criminal el que expone a un menor de edad a un episodio tan común en el fútbol entre hombres hechos y consolidados, a que sufra algún tipo de lesión. El rigor del fútbol está en la fricción, en la lucha mano a mano, en no darse tregua, condiciones inapropiadas para que un jovencito, casi adolescente, deba enfrentar por el solo hecho de levantar el ego de un padre que pregona decencia en su actuar diario .
Julio ya se dio el gusto de poner a su hijo en el libro de los récords, al margen de si en su futuro como futbolista se vislumbra una carrera promisoria. Pero en medio está un grupo de jugadores que perdía el partido con un hombre menos y que, seguramente, no vieron al pequeño Baldivieso como una solución en procura de empatar el partido. Están de por medio el interés y la necesidad de triunfo de un club que, como Aurora, juega en un menoscabado fútbol boliviano y requiere de ganar para tener un protagonismo como el de la temporada pasada. Se produjo el hecho y ya está. ¿Volverá a ocurrir? ¿Tiene el técnico la anuencia del club? Será solución o es parte de una actitud mediática a la que Aurora se ha prestado.
Por otro lado, ¿cómo hay que calificar a Baldivieso como padre: irresponsable o afectuoso e ilusionado por el futuro de su hijo? Particularmente creemos que en este tema no hay dónde perderse. Es una más del controvertido Julio Baldivieso que la historia se encargará de juzgar. De hecho, la historia lo tiene como uno de los mejores jugadores que ha tenido nuestro fútbol, pero también como uno de los más díscolos y afectos a preceptos contrarios a los de un deportista profesional. Ojalá que con su hijo no abuse, porque podría provocarle daños irreparables.

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