El capitán Ronald Raldes cumplió ayer su segunda jornada de trabajo con la selección boliviana mostrando una mayor evolución de su lesión en la clavícula derecha, pateando el balón a la par de sus compañeros y confiado en que podrá estar en condiciones de jugar la Copa América en Chile.
“Es sorprendente cómo está mejorando y a este paso, con un cuidado especial, confiamos tenerlo para la Copa América”, dijo el entrenador de la Verde, Mauricio Soria.
Los médicos calcularon que estaría recuperado hasta mediados de junio y quedaría al margen de integrar la delegación boliviana que participará en Chile.
Ayer, en el primer día de entrenamiento, trabajó con sus compañeros de forma diferenciada, haciendo trote y fortalecimiento físico y en la dos sesiones pudo hacer remates de media y larga distancia.
“Yo creo que hay una evolución entre un 60 a 70 por ciento de lo que es la lesión en la parte física y eso es bastante bueno con respecto a lo que se preveía hace dos semanas atrás”, dijo el propio defensor.
CAMBIO DE CANCHA
Molesto y decepcionado, así se lo notó ayer a Mauricio Soria, luego de tomar la decisión de cambiar el lugar de entrenamiento a la sede de Blooming, debido a que la cancha e iluminación del estadio Tahuichi no están en condiciones.
“No voy a llevar a mis jugadores para que se desentrenen allá, nos llevamos un susto que por suerte fue sólo eso, cuando Diego Bejarano se dobló el tobillo y dejó la práctica a medias”, puntualizó el técnico.
Los jugadores de la selección entrenaron en dos sesiones: en la mañana hicieron énfasis en el trabajo físico y manejo de balón; y por la tarde realizaron una sesión táctica y técnica.
Ese trabajo se repetirá hasta mañana y el domingo la selección viajará a Mendoza (Argentina), donde se concentrará por dos semanas, para luego emprender viaje a la ciudad chilena de Viña del Mar, donde debutará ante México el próximo 12 de junio.
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