lunes, 11 de enero de 2010

La figura Álex da Rosa Volante de Bolívar “La joda quedó atrás, mi único vicio es hacer el amor”

“Hola papi”, saluda a Marcas Álex Rodrigo da Rosa Dornelles, el primer refuerzo de Bolívar para la temporada 2010.

Da Rosa es espontaneo, divertido y utiliza bien su “portuñol” para pintar diversas anécdotas que salen de su boca.

Polémico y controversial. La vida de Da Rosa ha sido como una película. Desde su doping positivo en The Strongest el 2003, hasta su desnudo ante las cámaras de televisión en el 2007, cuando jugaba en Blooming. “Eso fue pasado, sucedió hace mucho tiempo, creo que cuando a uno le pasa esas cosas uno aprende, tiene experiencias de la vida, lo que me pasó no se volverá a repetir nunca más”, afirma al final del entrenamiento de Bolívar, su presente.

“¿Lo volverías a hacer?”, es la pregunta que sale inmediatamente de Marcas. Da Rosa se pone serio, mira a los aficionados que lo rodean y responde rotundamente. “No”. Luego de unos segundos de silencio, prosigue, “son otros tiempos, además maduré”.

El refuerzo académico, por cuya cesión, Bolívar pagó 45.000 dólares a San José, reconoce que no es un santo. “Yo soy humano, algunas veces salgo, pero no para estar de joda hasta las tres o cuatro de la mañana. Me gusta salir, pero cuidándome, sabiendo que lo estoy haciendo y con responsabilidad”, apunta.

Cuando fue presentado como refuerzo celeste, dijo que su contrato era por dos años pero su aspiración era jugar por lo menos cinco y retirarse de Bolívar. “Por la edad que tengo me debo cuidar, no estar de juerga como tú lo dijiste, sea en la discoteca, con la bebida o con el cigarrillo porque yo no tengo ningún vicio, el único que tengo es hacer el amor y lo hago mucho, pero la joda quedó atrás”, comenta en medio de sonrisas de los hinchas celestes, que esperan que termine la conversación para que les firme un autógrafo.

El volante naturalizado brasileño mira a los hinchas y dice que el cariño de la gente le reconforta, son sus pilas para ganar en confianza con la Academia. “Seguro que me falta el físico, aún me duelen mucho las piernas, pero el profesor (Osvaldo) García me dijo que es normal y que en dos semanas voy a estar normal y bien”.

Álex afirma de sí mismo que es un ganador, por eso lo mínimo que quiere, de su experiencia en Bolívar, es levantar el título de campeón, al menos una vez.

“Creo que todo jugador cuando llega a un club quiere salir campeón, quiero levantar un trofeo con Bolívar; en lo personal anotar goles y ser el máximo goleador del año”.

La única espina que tiene clavada en el pecho es su partida de Oruro y no haber firmado con The Strongest.

“Me arrepiento de muchas cosas en mi vida, pero yo no quería salir de Oruro, me quedé triste porque allá tenía muchos amigos, estaba identificado con la hinchada, con la ciudad, todos me querían, pero era un paso que tenía que dar”.

De The Strongest ralató algo parecido, porque allí estaba su amigo Sandro Coelho.“Quise intentar jugar en The Strongest, pero Dios te da tu destino y el mío estaba aquí, donde tengo que hacer todo para que Bolívar salga campeón”.

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