Diego Cabrera “Amo el fútbol y me quedaré con él”

El nombre de Diego Aroldo Cabrera Flores comenzó a escucharse con mayor frecuencia entre los seguidores del fútbol de la llajta, luego de que éste retornara al “Equipo del Pueblo” a principios de esta gestión, como una promesa de goleador ante la partida de Jair Reinoso a China.

Desde entonces Diego es el delantero del Club Aurora en la Liga de Fútbol Profesional Boliviano.

Diego Cabrera o también conocido como “El potro” o “Manacha” habla acerca de sus primeros recuerdos en la cancha, sus ilusiones, sus sueños y hasta de su retiro del fútbol, cuando llegue el momento.

Cabrera nació en Santa Cruz de la Sierra un 13 de agosto de 1982 y cuando apenas pudo, empezó a tener los primeros contactos con el balón.

“Mi familia siempre estaba ligada, de una u otra manera, a la cancha de fútbol y cuando podía me daba mis escapadas para conformar el equipo de los más grandes del campeonato que se organizaba en el barrio de Sanandita”.

Su inclinación hacia el deporte del balompié ocasionó que recibiera más de una llamada de atención y una serie de castigos; puesto que él dejaba lo que sea por entrar a integrar un equipo de fútbol, incluso sus obligaciones escolares.

Fue entonces que su padre, Gilberto Cabrera, “El manachas”, le conminó a decidir su destino y el fútbol volvió a ganar la batalla.

Su vida deportiva lo llevó a participar de equipos nacionales y extranjeros, entre los que podemos nombrar al Club Oriente, Blooming, Cerro Porteño, The Strongest, Bolívar. Así como también formar parte de la selección boliviana Sub-17 y Sub-20, en la liga de mayores, Copa América y las últimas eliminatorias.

“Cuando entro a jugar mi objetivo es meter la mayor cantidad de goles en el partido, pero si está difícil me concentro en marcar la diferencia y no ser uno más del montón” afirma Cabrera. Para este joven delantero el retiro aún está muy lejos de ser tomado en cuenta, pero ya tiene más o menos una idea de cuándo lo hará. “Me retiraré cuando sienta que estoy en un buen momento, porque quiero que la gente me recuerde con cariño y gratitud por las alegrías que les brinde”.

Pero su amor por el fútbol aún se mantendrá activo en él porque tiene dos hijos: Tobías y Nicolás, quienes podrían seguir la carrera futbolera del padre.