El delantero boliviano sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Contó que en su carrera nunca antes había tenido una lesión de gravedad.
Santa Cruz-El Deber.- Pablo Salinas se recupera de un golpe anímico causado por una grave lesión ocurrida el jueves durante la última sesión de fútbol de su equipo, Deportes Quindío, antes de recibir el fin de semana pasado a Independiente Medellín, y aún así no pierde las esperanzas de volver pronto en el fútbol colombiano. El delantero boliviano sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que lo mantendrá alejado de las canchas al menos durante cuatro meses.
“Nunca había tenido una lesión tan grave, a lo mucho tuve una distensión de ligamentos o esguince de tobillos de primer grado, pero jamás algo así”, comentó el futbolista al otro lado de la línea telefónica mientras descansaba recostado sobre su cama.
La lesión ocurrió el jueves a dos minutos del final de la práctica de fútbol. En una jugada fortuita quiso anticiparse a un compañero de equipo —con la pierna izquierda adelante— y fue cuando sintió un crujido en la rodilla que lo asustó de entrada. Inmediatamente fue llevado en ambulancia a una clínica privada local y de allí volvió a casa temeroso. “Al llegar, lo primero que hice fue abrazar a mi hijo y de repente se me cayeron algunas lágrimas de impotencia”, relató.
Pasaron cinco días de aquel infortunio y ya alista maletas para viajar hoy mismo de Armenia a Cali. Allá lo espera uno de los médicos más prestigiosos de Colombia para evaluar la gravedad de la lesión. La resonancia magnética que le hicieron el viernes dio como resultado rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. La cita marcada para hoy despejará muchas interrogantes que todavía siguen dando vueltas en la cabeza del delantero boliviano.
Lo concreto hasta ahora es que está apartado del plantel, que lo van a operar en Cali una vez que la rodilla se haya desinflamado y que el sueño de ser convocado a la Selección Nacional para la Copa América se desvanece. “Estaba ilusionado con la Selección por lo bien que me estaba yendo acá en Colombia, pero esta lesión acabó todos mis sueños”, manifestó Salinas, para quien, a sus 31 años, aún no cuadra en su cabeza la palabra retiro. Su madre, desde Santa Cruz, y su padre, desde Estados Unidos, lo llamaron para darle ánimos y desearle suerte en la operación.
Sus compañeros le dedicaron el triunfo
El sábado jugaron Deportes Quindío y Deportivo Independiente Medellín (DIM) por la séptima fecha del campeonato colombiano con una notable ausencia entre los titulares del local: Pablo Salinas.
Sin embargo, el atacante boliviano fue al estadio para ver ganar a su equipo y al final, en reciprocidad, sus compañeros de equipo le dedicaron el triunfo (2-1).
Deportes Quindío ingresó a la cancha con un mensaje de aliento para el boliviano: “Fuerza, Pablo”, decía en el pecho de los jugadores.
Pero la ocasión se hizo más especial aún porque en el equipo rival había otro jugador boliviano: Carlos Saucedo. Se acercó hasta donde se encontraba Salinas y lo abrazó fuertemente. “Tranquilo Pablo, te vas a recuperar pronto”, le había susurrado al oído el ex jugador de Oriente, Blooming y Bolívar, entre otros equipos importantes del país.
Con la victoria, el equipo de Salinas comparte el tercer lugar de la tabla de posiciones con Itagüí. En la próxima jornada, Deportes Quindío visitará a Boyacá Chicó, que se encuentra en una ubicación incómoda en la clasificación.
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