"Yo desearía también que apoyen al fútbol de las divisiones inferiores, que busquen talentos de los barrios más humildes porque ahí se encuentran los talentos de verdad", expresa convencido Deimar "Chupete" Mariaca, quien se hizo conocido tras la viralización de un vídeo donde demuestra su talento y gran corazón.
Habló con Los Tiempos en contacto telefónico, antes de su entrenamiento con el club Litoral donde practica hace un año, y relató cómo surgió la entrevista con la televisora de Japón.
Fue el 2016, y no el 2017, cuando personal de la televisora NHK de Japón contactó a Deimar, en ese entonces tenía 12 años. Él llegaba de sus clases de inglés a su casa, ubicada en la zona Pasankeri Norte, de La Paz, cuando su mamá le comentó que estaban grabando en la zona.
"La cuestión es que mi mamá me dijo que vaya y yo fui con mi pelotita, como vieron en el vídeo. Agradezco a Dios por esa oportunidad. Ellos me hablaron y les contesté de la manera más humilde que pude hacer", recuerda el joven que cumplió 15 años en marzo.
El vídeo fue publicado por NHK en junio de 2017, en su programa "Somewhere-La Paz", que muestra diferentes escenas de las calles paceñas, pero ayer se viralizó en las redes sociales. Su sueño de llegar a un Mundial y deseo de ayudar a la gente humilde, conmovió a las personas y varias instituciones comenzaron a buscarlo, entre ellas el club Bolívar y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Deimar señala que en los siguientes días, él y su familia se reunirán con los dirigentes para conocer sus intenciones y agradece a Dios las puertas que se abrieron tras que se conoció su pasión por el fútbol.
Deimar manifestó que cuando logre jugar en el fútbol profesional, su primer sueldo lo donará a un orfanato y su deseo es ayudar a las madres solteras que no encuentran recursos para alimentar a sus hijos.
El papá de Deimar, Juan, señala que su hijo tiene un corazón muy noble y que es "la mayor bendición" que tiene su familia.
El joven talento recuerda que todo comenzó cuando tenía cuatro años. Su papá lo entrenaba todos los días.
Cuando cumplió seis años ingresó a Bolívar, club del cual es hincha. Ahí también surgió su apodo: "Chupete", por el peinado que llevaba.
Papá e hijo recorren, los fines de semana, las calles de La Paz en busca de canchas para jugar, pero sólo encuentran lugares ocupados por gente adulta o campos cerrados, "No se podían abrir".
En el vídeo se puede ver que lo acompañan sus primos y su hermano, quien lloró de emoción cuando notó que el vídeo de Deimar fue viralizado.
"Él me ha apoyado en todo lo que he hecho hasta ahora", dice y recuerda aquella tarde que se dejó filmar jugando en esa calle empinada de la ciudad de La Paz y que hoy muestra una realidad de muchos niños que tratan de lograr sus sueños con esfuerzo, pese a las limitaciones.
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