El diario brasileño O Globo de Río de Janeiro le hizo a comienzo de semana una nota al atacante boliviano Marcelo Martins Moreno, hoy figura destacada del Flamengo, en la que el ex Oriente Petrolero, cuenta que antes de ser un futbolista consagrado tuvo que ayudar a su familia en varios oficios como la de vender soda (gaseosa) y otros artículos en el estadio "Tahuichi" Aguilera.
"Tuve que trabajar para ganar dinero y pagarme los pasajes para ir a los entrenamientos. Son cosas que voy a tener siempre en mi memoria. Espero que todo joven tome conciencia de todo esto porque es importante que valorice lo que tiene", dijo el ariete que el 2008 fue transferido del Cruzeiro al Shakhtar de Ucrania por 13 millones de dólares, erigiéndose en el jugador más caro del fútbol boliviano. En esa nota, Martins también confiesa que como jugador de la selección boliviana su reto es marcar tres goles más para el equipo nacional y así alcanzar a Joaquín Botero (20) quien sigue siendo el máximo anotador de la selección boliviana.
Martins fue goleador de la Copa Libertadores con Cruzeiro. El pasado torneo hizo 22 goles en Gremio; en Flamengo lleva 5.
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