No hay dudas de que todas las miradas de los hinchas de Flamengo están puestas en el atacante boliviano Marcelo Martins Moreno, uno de los más destacados refuerzos que han llegado al club más popular del fútbol brasileño. Martins es figura indiscutida en su segundo país y asume la nacionalidad brasileña por su padre, aunque lleva el apellido de la madre por las leyes brasileñas. Es uno más porque incluso habla de manera perfecta el portugués; se lo nota cada vez que las grandes redes brasileñas de televisión lo entrevistan.
El penal que ejecutó mal. El sábado pasado, Martins Moreno abrió el marcador frente a Coritiba en partido por el campeonato oficial. Fue una conquista al estilo del goleador de la selección. Centro rasante de un compañero que se perfilaba por derecha, y el ex Oriente Petrolero tuvo que definir con la punta y tirándose al piso, ya que tenía muy de cerca un defensor que pudo impedirle la anotación. Hasta ahí todo iba bien y los hinchas del "Fla" que asistieron al estadio Mané Garrincha (en ese escenario juega Flamengo sus partidos de local debido a que el Maracaná aún está en etapa de refacción de cara al Mundial de Brasil 2014) disfrutaban del triunfo transitorio. El momento más sublime para el ariete cruceño se dio minutos después, cuando luego de una incursión en el área es derribado y el árbitro sanciona tiro penal. Martins se adueñó de la pelota y ningún compañero lo contradijo. Para su mala suerte, lo erró. Lo tiró al medio y el arquero rechazó con los pies. Después se daría la reacción del rival, que empató el partido. Ese resultado no gustó, aunque desde las tribunas nadie repudió el error del boliviano.
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